La brecha de género en la financiación al desarrollo: "Si dejas a la mitad de tu población atrás, tu país no va a prosperar"
- Las mujeres tienen menos acceso a recursos y se ven más expuestas a los efectos del cambio climático
- Abordar esa brecha es uno de los retos a debate en la Cumbre sobre Financiación al Desarrollo (FFD4)
La crisis climática no afecta a todos por igual. Impacta de lleno en comunidades rurales, localidades costeras o zonas afectadas por sequías o inundaciones extremas e, incluso allí, suelen ser las mujeres quienes pagan un precio más alto. Tienen menos acceso a créditos bancarios, a seguros, a la propiedad, y, en países y comunidades donde los roles de género están profundamente marcados, esa brecha de financiación genera profundas desigualdades.
Por ejemplo, las mujeres que viven en comunidades tradicionales masáis en Tanzania no suelen tener derecho a poseer ganado o tierras. Allí la propiedad recae exclusivamente en los hombres y, si se quedan viudas, en muchos casos lo pierden todo.
"Tienen que cuidar de los niños, así que no pueden hacerse cargo de la ganadería. Y si su marido muere, le quitan a ella esa vaca, que es el sustento de la familia a la que tiene que cuidar", explica a este medio Elena Saenz, directora ejecutiva de Global Fund for Widows, una ONG dedicada a ayudar a mujeres viudas y cabeza de familia a superar la pobreza mediante la formación, el empleo y la microfinanciación.
Abordar esa brecha de financiación al desarrollo de las mujeres es uno de los retos a debate estos días en la Cumbre sobre Financiación al Desarrollo (FFD4) que se celebra desde este martes y hasta el jueves en Sevilla.
A través de "microbancos" gestionados por grupos de unas 25 mujeres —que en situación normal no tendrían acceso a servicios bancarios— les ofrecen formación financiera y las impulsan económicamente para ser independientes a través de proyectos que ellas mismas crean. Hay más de 100.000 mujeres en lista de espera para entrar en su programa.
Según datos de la organización, más del 75% de las mujeres viudas con las que trabajan habían sido desheredadas de sus propiedades tras la muerte de sus maridos. En Kenia han formado a más de 4.700 y han conseguido que algunas de ellas hayan recuperado su herencia, asegura Saenz.
Viudas en Kenia celebran su graduación del Programa de Formación Paralegal de WISALA Global Fund for Widows
Más vulnerables a los efectos del clima
Los hogares encabezados por mujeres pierden un 8% más de sus ingresos (unos 16.000 dólares cada año) que los hogares encabezados por hombres como consecuencia de condiciones climáticas extremas. Son datos del informe 'El clima injusto', que recoge que las inundaciones también reducen los ingresos de los hogares encabezados por mujeres en un 3% (unos 16.000 dólares anuales de diferencia).
"Y no es porque no sepan utilizar las tecnología o manejar los problemas. Es porque no tienen recursos, no poseen tierra o las semillas que necesitan. Y todo eso porque hay discriminación contra las mujeres que están trabajando en agricultura, pero también en otros sectores", explica a RTVE.es la Directora adjunta de la División de Transformación Rural Inclusiva e Igualdad de Género e la FAO, Lauren Phillips.
Por eso, dice, los programas de la FAO se enfocan en trabajar de manera local "contra las normas sociales que son discriminatorias contra las mujeres". "Acudir a las comunidades para hablar con mujeres y hombres y preguntarles: '¿Por qué su esposa, por ejemplo, trabaja cinco horas más en casa más que usted?'", relata.
Peores condiciones y menos acceso a recursos
El porcentaje de hombres que tienen propiedad o derechos seguros de tenencia sobre tierras agrícolas duplica al de las mujeres en más del 40% de los países (de los que se tienen datos), según el informe 'La situación de las mujeres en los sistemas agroalimentarios', realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Además, pese a que en muchos lugares suelen ser más mujeres que hombres las que trabajan en este ámbito, sus salarios son mucho menores — en África subsahariana, el 66% del empleo femenino se concentra en sistemas agroalimentarios, en comparación con el 60% del masculino—. De media, las mujeres ganan un 18,4% menos que los hombres en el empleo asalariado en la agricultura.
Por ello, cuando se trata de los efectos del cambio climático, "son las primeras afectadas". Si trabajan en agricultura o ganadería suelen tener empresas más pequeñas, con menor resistencia a los choques. [...] Lo hemos visto con ciclones en Malawi, sequías en Tanzania, lluvias en Kenia. Son las más afectadas", explica Saenz.
"El shock inicial va a ser el mismo, pero la capacidad de resiliencia y de reponerse es mayor en el hombre que una mujer que está excluida dentro de la sociedad y que no puede acceder a créditos ni a seguros", añade.
Un grupo de mujeres en Meru, Kenya muestran la caja donde guardan su dinero Global Fund for Widows
Un déficit de 420.000 millones para la igualdad de género
La igualdad de género es el quinto de los objetivos que marca la Agenda 2030. Sin embargo, la ONU estima que en los países menos desarrollados, el déficit de financiamiento estimado para este propósito es de 420.000 millones de dólares anuales.
"Durante años hemos pensado en la financiación al desarrollo como una cosa neutra que iba a llegar a todos, ahora tenemos datos que dicen que los jóvenes, las mujeres y en particular las mujeres jóvenes en zonas marginales no se tienen en cuenta", señala Phillips, que recalca la importancia de llevar a cabo una política internacional "feminista" con la mirada puesta en los más vulnerables.
"La inversión en desarrollo de las mujeres no debería ser un tema solo de género y de igualdad. Es un tema de justicia que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres, pero también [...] es obvio que si dejas a la mitad de tu población atrás, tú no vas a prosperar, tu economía no va a prosperar", asegura Saenz.