Sánchez alcanza un pacto con la OTAN para que España no aumente al 5% el gasto en defensa: "Sería desproporcionado"
- Rutte confirma a Sánchez en una carta que no obligará a España al incremento de la inversión militar
- El presidente cree que gastar el 5% obligaría a "cruzar líneas rojas" y aplicar recortes sociales
La OTAN ha confirmado a España que puede disponer de flexibilidad para cumplir con los nuevos objetivos de capacidades militares acordados en el seno de la Alianza sin aumentar el gasto en defensa al 5% de su producto interior bruto (PIB).
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado este acuerdo como "muy positivo", al tiempo que ha defendido que el porcentaje solicitado supondría un gasto "desproporcionado e innecesario", ya que hacerlo "nos llevaría a incumplir nuestra palabra y despilfarrar miles de millones" sin que eso implicara más seguridad. "Nos obligaría a cruzar líneas rojas. Subir impuestos o recortar el estado de bienestar", ha argumentado en una declaración institucional desde la Moncloa.
Sánchez ha expuesto que el funcionamiento de la OTAN se basa en la identificación de los peligros y amenazas y en la designación de las capacidades técnicas, humanas y militares "para neutralizarlas".
Sin embargo, ha destacado las "asimetrías" económicas que hay entre países a la hora de cumplir con los objetivos, tanto por los recursos con los que cuentan como por el coste que ello implica. Por ello, ha defendido que se hagan aportaciones de capacidades y no de porcentajes del PIB, tal y como ha logrado pactar con la OTAN.
Una negociación "diplomática" y un intercambio de cartas
En su comparecencia, Sánchez ha desvelado que este acuerdo se ha logrado gracias a "una negociación diplomática discreta y eficaz, honesta y justa, leal en definitiva con los aliados, que salvaguarda la soberanía de España, al tiempo que garantiza el éxito de la cumbre de la OTAN la próxima semana".
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, había solicitado a los 32 países que la integran que destinen un 3,5% del PIB a defensa y un 1,5% adicional a otros conceptos de seguridad y capacidades estratégicas, como infraestructuras o industria militar. Así, incluía planes anuales obligatorios de gasto para evitar aumentos ficticios de última hora.
No obstante, España trasladó mediante una carta su oposición a este incremento del gasto, ya que el Gobierno veía "incompatible" ese objetivo con el mantenimiento del estado del bienestar, aunque garantizó su "apoyo leal" a la OTAN "con los recursos necesarios" y con "las capacidades operativas de las que dispone".
Esto motivó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusara a España de gastar "muy poco" en defensa. "La OTAN va a tener que lidiar con España. España ha pagado muy poco. O ha sido buen negociador o no ha hecho lo correcto", dijo el pasado viernes el mandatario estadounidense.
Pero, tras semanas de negociaciones y presiones, ambas partes han logrado llegar a un acuerdo. En una carta, Rutte ha respondido a Sánchez que entiende que España esté convencida de que puede cumplir con los acuerdos siguiendo una trayectoria de gasto inferior al 5% planteado y le ha confirmado que la Cumbre de la OTAN le garantizará flexibilidad para hacerlo. Además, afirma que "la trayectoria y el equilibrio del gasto de este plan se revisarán en 2029".
Esto quedará patente en el borrador de la Cumbre de la OTAN que se celebrará la semana que viene en La Haya, que empleará un lenguaje más ambiguo. De este modo, se incluirá en el documento dos cambios importantes: por un lado, en el documento se usará el término "compromisos de capacidad". Por otro, se hablará de "los aliados" y no de "todos los aliados", lo que abre la puerta a las excepciones.
Este domingo, el presidente ha respondido al secretario general de la OTAN con una nueva misiva en la que afirma que España aceptará el borrador al entender que el compromiso de nuestro país se refiere al "cumplimiento del objetivo de capacidad en el plazo y en su totalidad, independientemente de la proporción del PIB que ello suponga".
Según fuentes del Gobierno, el acuerdo se ha llevado a cabo en buenos términos y ha habido comprensión y apoyo de otros países para poder acomodar la postura española, si bien no saben si otros aliados optarán por hacer lo mismo que España. Además, recalcan que lo que pedía el Ejecutivo no era imponer un criterio a los demás ni bloquear el acuerdo, sino evitar verse suscritos a una medida que no va acorde a su modelo de política, logrando así una nueva "excepción ibérica".
Equilibrio entre el gasto militar y el estado de bienestar
A su vez, ha explicado que en caso de haber aceptado el aumento al 5% del PIB, España tendría que aportar 350.000 millones de euros adicionales que "solo podrían conseguirse subiendo los impuestos a los trabajadores" o eliminando medidas sociales como las prestaciones por desempleo, reduciendo las pensiones o "recortando a la mitad la inversión estatal en educación desde los cero años hasta la universidad".
"Debemos encontrar el mejor equilibrio entre fortalecer la seguridad y la defensa y la exigencia de afrontar los desafíos sociales, económicos y medioambientales que afectan a la humanidad y a nosotros mismos", ha defendido.
En ese sentido, ha recordado que el Gobierno ya ha pasado este año de invertir el 0,9 al 2,1%, un porcentaje que, a su juicio, "permite garantizar" tanto la seguridad y el cumplimiento de las responsabilidades asumidas con la OTAN en la cumbre de Gales de 2014 como el estado de bienestar.
En segundo lugar, Sánchez ha indicado que destinar el 5% "nos haría enviar cada vez más dinero a la industria de otros países y hacernos cada vez más dependientes de ellas". Esto alejaría uno de los objetivos que marcó cuando anunció el aumento de la inversión militar el pasado mes de abril. Entonces, aseguró que un 87% del presupuesto en defensa se destinaría a empresas españolas y el resto a industrias europeas.
En este punto, ha vuelto a instar a la UE a crear mecanismos de compra común, desarrollar una industria de defensa propia y crear un "ejército común europeo" con el fin de hacer efectiva la autonomía estratégica del espacio comunitario.
Por último, ha remarcado que invertir más dañaría el crecimiento económico nacional a medio y largo plazo al provocar presiones inflacionistas y, por tanto, "alzas de precios en determinadas materias primas, aumento excesivo de la deuda pública y del déficit público y falta de inversión en sectores que son claves para nuestro futuro".
Con todo, ha defendido que esta excepción para España no implica romper con la unidad de la OTAN ni dejar a nuestro país "fuera de su paraguas protector". "España sigue dentro del consenso. Lo hemos logrado modificar para armonizar el deseo de una mayoría de Estados a fijar un compromiso del 5% con el derecho de otros a no hacerlo entregando las capacidades pactadas (...) El acuerdo es bueno para España y la OTAN. Seguiremos siendo actor global de primer orden", ha añadido.