El Parlamento británico aprueba diez años después de su primera votación la ley de la eutanasia asistida
- La propuesta, que cuenta con amplio respaldo de la población británica, ha obtenido 314 votos a favor y 291 en contra
- La medida permitirá a personas capacitadas y con menos de seis meses de vida solicitar asistencia médica para morir
El Parlamento del Reino Unido ha aprobado este viernes un proyecto de ley que legaliza la eutanasia asistida para adultos con enfermedades terminales, allanando así el camino para uno de los mayores cambios sociales en el país. Con 314 votos a favor y 291 en contra, la Cámara de los Comunes ha dado luz verde a la ley denominada Terminally Ill Adults (End of Life), que permitirá a personas mentalmente capacitadas y con un pronóstico de vida inferior a seis meses solicitar asistencia médica para morir.
La votación se ha producido tras horas de intensos debates y testimonios personales por parte de legisladores. El proceso ha supuesto también la culminación de un proceso legislativo que comenzó en noviembre pasado, cuando la Cámara aprobó el proyecto. La votación de este viernes se produce una década después de que el Parlamento rechazara por última vez una ley similar.
A diferencia de votaciones anteriores, el Gobierno laborista de Keir Starmer ha optado por la neutralidad institucional, permitiendo a los diputados votar según su conciencia. El propio Starmer ha expresado previamente su apoyo a la legalización. La medida ahora pasará a la Cámara de los Lores, donde será revisada en detalle durante los próximos meses. Aunque podrían introducirse enmiendas, se espera que los lores no bloqueen una ley respaldada por la mayoría de los diputados electos.
Si es finalmente es ratificada, Reino Unido se sumará a otros países anglosajones que ya han legalizado el suicidio asistido bajo ciertas condiciones., como Australia y Canadá, así como varios estados de EE. UU.
Garantías en disputa y divisiones en la calle
El texto inicial requería de una aprobación judicial para cada caso de muerte asistida. Sin embargo, esa cláusula fue sustituida por una evaluación de un panel compuesto por un trabajador social, un jurista de alto nivel y un psiquiatra. Algunos críticos han considerado que este cambio debilita las garantías contra posibles abusos.
A su vez, frente al Parlamento, centenares de manifestante han seguido la votación en sus teléfonos. Los partidarios de la ley coreaban "mi decisión, mi elección" y mostraban fotografías de familiares que murieron con sufrimiento. Por su parte, los opositores portaban carteles con lemas como "cuidar, no matar" y "mata la ley, no al enfermo". Pese a las divisiones, la mayoría de la población británcia está de acuerdo con aprobar una legislación que regule el derecho a la muerte asistida.
A este respecto, la diputada laborista, Kim Leadbeater, promotora de la ley, ha defendido que el proyecto mantiene "una de las protecciones más robustas del mundo" frente a la coacción de personas vulnerables.