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100 años del acceso de las mujeres al ejercicio de la abogacía en España

  • Victoria Kent fue la primera mujer en defender a un acusado en un juicio en mayo de 1925
  • Durante el siglo XX en España, las mujeres han tenido que luchar varias veces para poder ejercer como abogadas
Victoria Kent en primer plano, con sombrero oscuro y expresión alegre, en una foto en blanco y negro de un evento público con otras personas.
Archivo RTVE
Sergio Centeno

Objetivo Igualdad se emite los domingos a las 16:30 en el Canal 24 horas y después en RTVE Play

100 años de la primera abogada en un juicio

En 1925, cuando en España las mujeres todavía no tenían derechos civiles que les permitieran el ejercicio de la libertad individual y, mucho menos, política, Victoria Kent fue la primera mujer en colegiarse en el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM). Durante el mes de mayo de ese mismo año, debutó en su primer juicio, un proceso penal que despertó la curiosidad de toda la profesión. Con todos los ojos puestos en la primera abogada, Victoria Kent consiguió la absolución completa para su cliente, lo que supuso “romper de golpe muchos moldes”, asegura Estela Martín, la presidenta de la Sección de Igualdad del ICAM, y convertirse en “una precursora de la igualdad”.

Abogada revisando papeles en un escritorio junto a un hombre; imagen en blanco y negro que sugiere intensa actividad laboral en una oficina.

Victoria Kent, abogada. Archivo RTVE

Las abogadas en España: una historia de lucha y atrevimiento

Carmen de la Guardia, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Madrid, explica las grandes dificultades que vivieron mujeres como Victoria Kent o Clara Campoamor: “Fueron pioneras en una profesión tan masculinizada como el derecho y solo una pasión tan inmensa como la que ellas tenían les hizo posible llegar a ejercer”.

El trabajo de Victoria Kent fue muy reconocido fuera de España. Tuvo mucho éxito internacional

Victoria Kent llegó a tener un bufete propio y estuvo muy vinculada a la defensa de los trabajadores. Se convirtió también en la primera mujer en participar en un Consejo de Guerra. “Ella ejercía el derecho con verdadera vocación, compasión y con simpatía”, afirma Carmen de la Guardia. Durante la Segunda República fue directora general de Prisiones e impulsó una reforma basada en la educación y reinserción de los presos. Continuó el trabajo que inició Concepción Arenal, creó la cárcel modelo y tomó medidas, aparentemente sencillas, como eliminar los grilletes, terminar con los castigos físicos o buscar profesionales adecuados. “Su tarea se reconoció mucho fuera de España y le supuso un gran éxito internacional”, cuenta Carmen de la Guardia.

Victoria Kent, en visita a una prisión, conversa con un hombre mientras otro la observa.  Un ramo de flores está presente en la imagen en blanco y negro.

Victoria Kent durante una visita a una prisión. Archivo RTVE

Con la llegada de la dictadura, las primeras abogadas se exiliaron y todos los avances que habían conseguido se frenaron. María Luisa Balaguer, magistrada del Tribunal Constitucional, recuerda los grandes esfuerzos que tuvieron que hacer las mujeres que se licenciaban en Derecho hacia el final del franquismo para poder volver a ejercer durante la Transición. "En los casos de oficio, cuando llegaba el cliente y me veía, lo primero que preguntaba era que dónde estaba el abogado. Siempre tenía que decir que el abogado era yo", nos cuenta. Uno de esos clientes un día le respondió: “¿Pero cómo va a ser abogado, si usted es una hembra?"

¿Pero cómo va a ser abogado si usted es una hembra?

Recordar su legado para prevenir retrocesos en libertades

La doble exigencia que han sentido muchas mujeres abogadas por conseguir ejercer su trabajo y, además, demostrar que lo hacen “igual de bien que un hombre”, es motivo más que suficiente, según Estela Martín, para recordar a figuras como Victoria Kent: “Tenemos que ser muy conscientes de dónde venimos y gracias a quiénes estamos aquí. Los derechos cuesta mucho ganarlos y no siempre necesariamente vamos a ir a mejor, como sería lo deseable”.

Tenemos que ser muy conscientes de dónde venimos y gracias a quiénes estamos aquí. Los derechos cuesta mucho ganarlos

Kent ha sido el referente de muchas mujeres que tampoco tuvieron fácil hacerse un hueco en sus profesiones. María Luisa Balaguer afirma que en muchos casos “es necesario fijarse en alguien que haya hecho algo antes que tú para poder seguir su camino”. Su ejemplo marcó a una generación, una suerte que otras mujeres no tuvieron. De ellas se acuerda Carmen de la Guardia: “Por desgracia, nuestras hermanas mayores lo tuvieron mucho más difícil y muchos sueños se vieron truncados. Y, sobre todo, no los sueños personales, sino las miles de cosas que podían haber hecho”.