El presidente de Portugal nombra primer ministro al conservador Luís Montenegro, que revalida el cargo
- El líder de la Alianza Democrática (AD) ganó las elecciones legislativas, aunque no consiguió la mayoría absoluta
- El jefe de Estado, Marcelo Rebelo de Sousa, ha cerrado la ronda de consultas con las distintas fuerzas políticas
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha nombrado primer ministro a Luís Montenegro, que hasta ahora ejercía el cargo en funciones. El jefe de Estado ha cerrado este jueves la ronda de consultas con los representantes de las distintas fuerzas políticas que conforman la Asamblea legislativa con una reunión con el líder de los socialdemócratas, cuya coalición, la Alianza Democrática (AD), ganó las elecciones legislativas, aunque se quedó lejos de la mayoría absoluta.
"Vistos los resultados de las elecciones a la Asamblea de la República, oídos los partidos políticos en ella representados, en los términos constitucionales, y asegurada la viabilidad parlamentaria del nuevo Ejecutivo, el presidente de la República nombró hoy al Dr. Luís Montenegro como primer ministro del XXV Gobierno Constitucional", se lee en un comunicado de la Presidencia.
El nombramiento y la toma de posesión del nuevo Gobierno tendrán lugar tras la publicación de los resultados definitivos de los comicios y la constitución de la nueva Asamblea de la República, afirma la nota. Una vez elegido primer ministro, Montenegro —que tiene 90 diputados en la Cámara— tiene 10 días para presentar su programa ante el Parlamento, que solo puede tumbarlo si hay una mayoría absoluta en contra.
Los socialistas no entorpecerán el nuevo Ejecutivo
Al reunirse con Rebelo de Sousa, el presidente del Partido Socialista (PS) de Portugal, Carlos César, ha asegurado que su formación no va a obstaculizar la formación de un nuevo Gobierno. Los socialistas sufrieron un duro golpe en los comicios del pasado 18 de mayo y, tras contabilizar el voto exterior, se sitúan como tercera fuerza al ser adelantados en escaños —aunque no en votos— por la ultraderecha de Chega.
"El Partido Socialista no apoyará ninguna iniciativa que obstaculice el Gobierno que salga de las elecciones, no se trata de subscribir todo o parte del programa electoral de AD o del Ejecutivo, sino que se trata de subscribir el entendimiento que los portugueses tienen del Gobierno que quieren en la próxima legislatura", ha indicado César, que ha recordado que cuando el nuevo Ejecutivo presente su programa, existe la posibilidad de presentar una moción de censura.
El presidente del PS ha añadido que su partido parte con la "mayor" predisposición para dialogar con todas las fuerzas, una idea en la que insistió Montenegro al declararse ganador. El líder socialdemócrata apeló al diálogo entre partidos y reclamó poner "el interés nacional" por delante de intereses partidistas. Aunque tiene asegurado el poder, el primer ministro es consciente de que la gobernabilidad no le será fácil, tanto por la división de fuerzas en el Parlamento como por el ascenso de la extrema derecha.
Chega, líder de la oposición
El candidato de Chega, André Ventura, ha sostenido tras su reunión con el presidente que su partido ha recibido "el mandato de ser el líder de la oposición" y que "ejercerá como tal". El miércoles, cuando se confirmó el sorpasso de su formación a los socialistas, Ventura se mostró dispuesto a "construir una alternativa al Gobierno" y defendió que "la hora del cambio está llegando a Portugal".
Ventura, que en 2019 fue el único de su partido en conseguir un escaño en la Asamblea legislativa, dirige ahora una bancada de 60 diputados de los 230 que conforman la Cámara, 10 más que en la anterior legislatura. Con su "histórica victoria", como la definió en su cuenta de X, el líder de Chega presume haber "acabado" con el sistema bipartidista en Portugal, presente desde la Revolución de los claveles.
En el voto exterior, que se dio a conocer el miércoles, Chega fue la fuerza más votada con el 26,45% de los sufragios y, como ya ocurrió en los comicios de 2024, se hizo con dos de los cuatro escaños que se repartían. Le siguió la AD, con el 15,75% y otros dos escaños adicionales, y el Partido Socialista, con el 13,55%, aunque este último no suma ningún escaño adicional (tiene 58).
Tras su nombramiento, el jefe de Gobierno se enfrenta ahora al reto de la gobernabilidad, ya que necesitará pactar con sus adversarios para poder poner en marcha su programa. Sus 91 escaños en la Cámara no le bastan, así que tendrá que buscar acuerdos con los socialistas o con Chega. En campaña prometió que no pactaría con la extrema derecha, aunque está por ver si en su intención declarada de "dialogar" con los distintos partidos incluye la opción de recurrir al partido de Ventura para legislar en medidas concretas.