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Una 'rapa das bestas' envolvente en Cannes: "El cine inmersivo tiene un potencial enorme que estamos explorando"

  • La Competición Inmersiva Oficial del festival celebra su segunda edición dedicada a explorar nuevos lenguajes
  • El realizador gallego Brais Revaldería compite con el único documental: Fillos do vento: A rapa
Imagen de 'Fillos do vento: A rapa', de Brais Revaldería.
Imagen de 'Fillos do vento: A rapa', de Brais Revaldería.
ESTEBAN RAMÓN (Cannes)

La ancestral tradición de la rapa das bestas de Sabucedo (Pontevedra) se ha convertido en Cannes en una experiencia envolvente que forma parte de la Competición Inmersiva Oficial, un espacio paralelo al festival creado el año pasado para acoger a las obras más interesantes que exploran las posibilidades de un nuevo lenguaje audiovisual.

Los sótanos del céntrico Hotel Carlton, el más antiguo y emblemático de la Criosette, despliegan las obras que mayoritariamente son imágenes creadas por ordenador, con una excepción: el único documental de imagen real es Fillos do vento: A rapa, del gallego Brais Revaldería.

Revaldería (Lugo, 1982), afincado en Nueva York, ha desarrollado su carrera en Estados Unidos, donde se ha especializado como realizador inmersivo, realizando experiencias inmersivas asociadas a series tan sonadas como Westworld o Juego de Tronos.

En paralelo, hace siete años inició la realización de un documental sobre la rapa das bestas y empezó a captar no solo la fiesta de la famosa rapa que llevan a cabo los aloitadores, sino todo el proceso de bajar, juntar y conducir a los caballos: una actividad que es esencialmente la comunidad cuidándose a sí misma.

“Lo que le da sentido es que es un acto ganadero, aunque desde fuera se pueda entender como un espectáculo”, cuenta Revaldería. “Es una manera de preservar este tipo de caballo que está en peligro y la verdad es que es muy interesante y duro”, explica su director.

Tres pantallas y unos cascos espaciales

El espectador se sitúa entre tres pantallas en forma de U y se coloca unos auriculares de audio espacial, que crean la experiencia de audio tridimensional que llega desde distintos lugares de las tres pantallas. Fillos do vento: A rapa tiene una mirada poética y escasamente narrativa, recreándose en lo descriptivo desde lo general hasta los primerísimos detalles, del rostro de los animales, la flora del monte y por supuesto la rapa.

Brais Revaldería, director de 'Fillos do vento: A rapa', en Cannes.

Brais Revaldería, director de 'Fillos do vento: A rapa', en Cannes. EFE/ Nerea González

Más allá de lugareños y caballos desplazándose entre pantallas, el sonido es igual o más importante. "Casi el 60% de la parte inmersiva es el sonido, que es curioso porque la tecnología todavía no ha llegado a ese punto donde tengas una solución perfecta para lo que nosotros queríamos hacer. Porque idealmente hubiésemos tenido un sistema Dolby surround con altavoces", explica

¿Qué futuro tienen las experiencias inmersivas? “Creo que el potencial es muchísimo porque ahora la tecnología nos permite otras posibilidades, por ejemplo, antes utilizábamos proyectores de 10.000 lúmenes, y ahora podemos usar de 40.000, que se ven incluso a plena luz del día”, opina, “El potencial es enorme y todavía estamos explorando. Las salas de cine no están funcionando, lo cual es una pena, y se pueden buscar formas de conectar con la audiencia. En Nueva York hay varios espacios inmersivos”.

Además de mostrar la tradición, la pieza audiovisual retrata también el impacto de los molinos de energía eólica en la zona. “La energía verde y renovable es necesaria, pero también hay que ver el impacto que tienen. Galicia está invadida de granjas eólicas. Y la gente cuestiona si hay que hacerlas en un monte donde esos caballos llevan 500 años y destruir todo su ecosistema. Porque si dentro de unos años nos damos cuenta de que se había cometido un error, volver atrás es difícil”.