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La vestimenta, la elección de su nombre o su discurso: ¿Qué dice la primera aparición del papa León XIV?

  • Su nombre sucede a León XIII, el papa de los obreros y "León de Asís fue amigo y confidente de San Francisco"
  • Se presentó ante el mundo ataviado con la vestimenta tradicional, a diferencia de la sencillez de su predecesor
  • Sigue la última hora de la elección del nuevo papa

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La ropa, la elección del nombre, el discurso... ¿Qué dice la primera aparición de León XIV?

Apenas lleva un día como papa pero su primera aparición pública dice mucho de cómo será el pontificado de León XIV. Su procedencia, la elección de su nombre, de la vestimenta y los símbolos, también su evidente emoción inicial al salir al balcón y la elección de sus palabras, "la paz sea con todos", dirigidas a los católicos… Robert Prevost se ha mostrado al mundo como un papa conciliador entre las corrientes de la Iglesia, con guiños a su predecesor, Francisco, y al sector más conservador que miraba a Jorge Mario Bergoglio con recelo.

Por ponernos en situación: son poco más de las seis de la tarde del jueves 8 de mayo, ha habido fumata blanca una hora antes y el mundo se prepara para conocer quién será el nuevo líder de la Iglesia. Y, entonces, aparece Prevost por el balcón de la Basílica de San Pedro, ataviado con la vestimenta tradicional de los papas y con un discurso que clama por la unidad y por la paz.

Lo hace visiblemente emocionado y nervioso, con todas las miradas puestas en él, un agustiniano que de repente siente el peso del mundo que le acompañará durante el resto de su vida.

Un nombre, León, que sucede al del ‘papa de los obreros’

Prevost se presenta como León XIV, una elección de nombre que sucede a León XIII, conocido como ‘el papa de los obreros’, que destacó en el siglo XIX por pedir salarios dignos para los trabajadores en su encíclica Rerum Novarum. Isidro Catela, doctor en Comunicación experto en la Iglesia, subraya además a RTVE.es que “León de Asís fue el amigo y confidente de San Francisco”, por lo que la elección de su nombre “es un guiño al papa Francisco muy claro”. Además, León XIII fue “un gran papa para un tiempo tan incierto y convulso como éste”.

Y la imagen de Prevost en el balcón es radicalmente distinta a la de su predecesor, Francisco. León XIV aparece ataviado con su sotana blanca cubierta por la muceta roja, que refleja autoridad y la estola papal, que simboliza los poderes sagrados que recibe como guía de la Iglesia. También con el anillo del pescador hecho de oro y la cruz pectoral con cordón dorado, solo reservada para el papa. Cuando fue elegido en 2013, Bergoglio sorprendió al mundo con su presentación completamente de blanco, sin ostentación, propio de la actitud de los franciscanos y con la clara intención de hacer una iglesia pobre para los pobres. Sustituyó el oro para confeccionar el anillo y la cruz de hierro.

Los papas Francisco y León XIV

Los papas Francisco y León XIV EFE / EPA

Solo un elemento de sus ropajes coincidía entre los dos papas: ambos llevaban puestos sus zapatos negros, algo gastados, sin hacer uso de los zapatos rojos que representan la sangre de Cristo. No se vieron sus zapatos en el balcón de San Pedro pero sí después, cuando fue visto arrodillado y rezando en soledad.

Su vestimenta "muestra muchísima personalidad"

Pese a las diferencias en la indumentaria elegida, Prevost, nacido en un barrio humilde de Chicago y misionero en Perú por cuatro décadas, es muy cercano a la corriente de Franciso, quien le designó cardenal hace apenas dos años. De hecho, en su primera misa oficiada como papa este viernes, ha llamado a seguir la misión de su predecesor. Para Anitta Ruiz, experta en imagen y comunicación, su primera aparición al público en el balcón “demuestra muchísima personalidad”.

“Aunque mencionó a Francisco varias veces y era muy cercano a él, tener la suficiente personalidad y autoridad moral como para completar toda su estética con la tradición marca un rumbo bastante importante”, ha expuesto en La Hora de la 1, en la que ha incidido en que León XIV “ha querido marcar su propia personalidad al recuperar estos elementos”: “Haber continuado sin la muceta y la estola hubiera sido demasiado copia de lo que había hecho Francisco y le hubiera marcado en exceso”.

Ha puesto en valor el hecho de que llevara la estola papal, que tiene bordado a San Pedro y San Pablo, los fundadores de la iglesia. “Aunque está bordada en hilos dorados y muy enriquecida, tiene muchas raíces en la fundación de la iglesia. Son los primeros misioneros, por también decirlo, que es algo que va a resaltar muchísimo del papa”.

Catela, por su parte, se pregunta “qué es más humilde y sencillo”, si “diferenciarse” como hizo Francisco respecto a la vestimenta “o quedarse oculto detrás de lo que el rito significa para decirle al mundo que uno no es el centro sino que forma parte de la gran tradición de la iglesia”: “Es una pregunta pertinente no para decir que Francisco era muy humilde y León XIV no tanto, sino para no juzgar intenciones que no conocemos”.

Hay otro elemento que le diferencia de Francisco, quien caracterizaba por su carácter abierto y espontáneo. León XIV es más comedido y previsiblemente protagonizará menos momentos llamativos que su predecesor.

"Un bergogliano moderado"

Las formas y el fondo de su primer discurso desde el balcón de San Pedro reflejan la intención del nuevo papa de unificar la iglesia y cohesionar a sus dos corrientes. Tanto es así, que “unidad” fue una de las palabras más pronunciadas por el pontífice, que aludió en varias ocasiones a la necesidad de ser “discípulos de cristo” (un mensaje dirigido a los miembros de la iglesia más tradicionales), pero también a la “iglesia sinodal”, en un guiño a los sectores más progresistas. Su petición expresa fue "construir puentes para el diálogo"

Precisamente, Francisco convocó un Sínodo (una asamblea deliberativa de miembros eclesiásticos) para abrir la Iglesia a todo el mundo. Y fue muy criticado por las corrientes más conservadoras por su intención de dotar de más protagonismo a las mujeres dentro de la Iglesia y de abrir ésta al colectivo LGTBI.

Cristina Sánchez Aguilar, directora del semanario católico Alfa y Omega, cree que el pasado de León XIV al frente de un dicasterio de Perú en el que la mujer tuvo un papel importante puede ser “un punto clave” en su postura. También ha recordado que, aunque “no se ha pronunciado” sobre el colectivo LGTBI, “en su mensaje inicial dijo que en la Iglesia caben todos, siguiendo ese mensaje de Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, en la que dijo ‘todos, todos, todos”. “Además, hizo alusión a la unidad, a todos y a tender puentes. Vamos a ver por dónde respira”, ha proseguido en una entrevista en TVE.

La agencia italiana de noticias ha definido al nuevo papa como un “bergogliano moderado”. Los expertos coinciden en que pretende continuar con la corriente impulsada por Francisco pero con menos confrontación directa como su predecesor, tendiendo la mano a la corriente más clásica.

La inesperada elección de un papa estadounidense

La elección de un papa estadounidense sorprendió a todos. “Casi todo el mundo decía que un papa norteamericano era imposible”, expone Catela.

Su designación llega después de que el mismo presidente de EE.UU., Donald Trump, publicara en redes sociales una imagen de él mismo vestido como papa, en un momento en el que amenaza al mundo con su guerra comercial y su política exterior. Y después de que la última visita oficial que recibiera Francisco antes de morir fuera del vicepresidente estadounidense, J.D. Vance.

Precisamente, Prevost compartió en el pasado críticas en redes sociales a Vance por su “errónea” interpretación de la doctrina cristiana respecto a la migración. Y es que Vance invocó a principios de este año un principio católico para justificar la agenda trumpista del ‘America First’ (Estados Unidos, primero).

En su primera intervención, el papa León evitó emplear el uso del inglés, su lengua materna, y en cambio dirigió unas palabras en español a su diócesis de Perú. El español, un idioma muy extendido en EE.UU. por aquellos a los que Trump, precisamente, quiere deportar.

Hay quien cree que, el hecho de que el papa sea estadounidense, hará que la relación con Trump sea de ‘igual a igual’ (ya se ha comprobado el menosprecio que puede ofrecer el presidente de EE.UU. a otros líderes mundiales como Volodímir Zelenski). También hay anhelos de que León XIV pueda conciliar con Estados Unidos y acercar a Trump a temas sensibles como la pobreza o la migración.

Todo parecen señales del futuro pontificado de un papa relativamente joven (69 años). Solo el tiempo dirá cómo recordaremos al papa León XIV.