La madre del niño Gabriel denuncia amenazas de Ana Julia Quezada y "desprotección institucional y judicial"
- Patricia Ramírez asegura que la asesina de su hijo continúa con la grabación de un documental desde prisión
- La madre de Gabriel Cruz reclama al Gobierno que actúe con diligencia y proteja a las víctimas
Patricia Ramírez, madre de Gabriel Cruz —el niño de ocho años asesinado en 2018 por Ana Julia Quezada— ha denunciado públicamente amenazas de la reclusa y de su entorno, además de una situación de "indefensión", "desprotección institucional y judicial" y "vulneración de derechos" del Estatuto de la Víctima. Desde hace más de un año, trata de alertar a las autoridades judiciales y el Ministerio del Interior de informaciones que recibe sobre la asesina de su hijo, sin que, según ha explicado, reciban atención.
Durante la rueda de prensa que ha convocado en un pabellón de la Diputación de Almería, Ramírez ha criticado que "nadie actúa" para asegurarse de que esté bien, a pesar de que fuentes del interior y el exterior del centro penitenciario de Brieva (Ávila) le han transmitido que Ana Julia Quezada la quiere matar. Ha añadido que, el pasado diciembre, puso en conocimiento del Ministerio del Interior indicios que apuntaban a la tenencia de un teléfono móvil por parte de Ana Julia Quezada dentro de la cárcel, donde cumple su condena de prisión permanente revisable. Tras dar parte, "ella recibe un chivatazo y el móvil sale de su celda". Según sus fuentes, el dispositivo termina en casa de un trabajador, para devolvérselo a la actual pareja de Quezada. Esta mujer es la misma persona que, presuntamente, lo introdujo en prisión con ayuda del cocinero de la cárcel y otro funcionario.
Los dos empleados están siendo investigados por un supuesto delito de cohecho. Según el Subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano Murillo, pudieron proporcionar un trato de favor a la reclusa, a cambio de "recibir favores sexuales". Ninguno de los dos trabaja actualmente en el centro. La madre de Gabriel ha señalado que le hicieron llegar un teléfono, con el que podía contactar con periodistas y continuar con la grabación de un documental sobre el crimen. Según la información que ha recibido, está prácticamente acabado, a falta de dos entrevistas, y lo lanzarán cuando la situación sea más estable. "A nuestros asesinos se les ha convertido en famosos", ha lamentado.
Ramírez teme por su integridad
Cuando Patricia Ramírez tuvo conocimiento del rodaje del documental, se opuso firmemente y trató de paralizarlo por todos los medios. La presión social consiguió frenar el proyecto, algo que, según ha podido conocer la madre del pequeño, enfadó a Ana Julia Quezada hasta el punto de querer matarla: "Entré en alarma cuando expresó que se quiere vengar de mí. Por otras fuentes tengo constancia que personas de su círculo también querían vengarse". Ramírez solicitó protección ante la Guardia Civil, al empezar a recibir llamadas desconocidas. Aunque la denuncia se archivó inicialmente, consiguió que se admitiera el recurso.
"El Estatuto de la Víctima prevé que las instituciones deben tomar medidas adecuadas para protegerme", ha explicado la madre de Gabriel, que se siente desamparada. En las diligencias constan sus datos personales y han llegado a uno de los funcionarios implicados: "Si esto es proteger a las víctimas, que venga Dios y me lo diga".
A lo largo de este año, Ramírez ha recibido múltiples informaciones sobre nuevos teléfonos, avisos a la interna sobre cacheos, movimientos de dinero durante los vis a vis y presuntas cadenas de favores entre la reclusa, personal de la prisión y su pareja. Durante este tiempo, ha tratado por diversos medios de trasladárselo a los responsables de los juzgados y a la Fiscalía, sin éxito.
El juez encargado del caso que investiga la tenencia del móvil por parte de Quezada no permite que la madre de Gabriel se persone como acusación particular, puesto que no la considera afectada. "Cuando me enteré, me llevé un golpe impresionante y tiré la toalla", ha recordado.
Críticas a la revictimización
El documental es para ella un ejemplo de revictimización. "A costa de qué se le está dando este trato a los asesinos y a costa de qué a las víctimas parece que se nos castiga o se nos ningunea", ha denunciado. Ramírez considera que las instituciones no han reaccionado adecuadamente y ha pedido que "dejen tranquilas a las víctimas, como remarca la normativa europea".
En el aniversario del asesinato de Gabriel, instituciones penitenciarias hizo pública una nota informativa en la que destacaba el "comportamiento ejemplar" de Ana Julia Quezada y hacía referencia a su participación en clases de yoga. La madre del niño ha criticado esta decisión y ha pedido a los presentes que imaginen el "ejercicio de contención" que ha realizado durante todo este tiempo. Visiblemente afectada, ha confesado que le da "vergüenza tener que convocar una rueda de prensa".
Ramírez ha pedido públicamente al Ministerio del Interior y al de Justicia que tomen cartas en el asunto. "Desde el Gobierno espero que digan que van a facilitar todo lo que esté en su mano" y "profundicen si en ese móvil hay imágenes, llamadas a periodistas o movimientos de dinero", ha señalado.
A pesar del esfuerzo que le supone abordar públicamente esta situación, ha decidido convocar la rueda de prensa para "hacer valer los derechos de las víctimas". Ramírez ha señalado que no le dejan vivir y ha reclamado una mayor protección para otras personas en situaciones similares: "Tan solo pedir que me lo protejan y que me protejan. Que no permitan que otras víctimas tengan que pasar por esto nunca más".