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La ONU defiende la IA para impulsar el desarrollo del progreso humano, en su nivel más bajo en 35 años

  • España ocupa el puesto 28 en el ranking, que muestra una ralentización "sin precedentes"
  • La ONU defiende la utilización de la IA como una herramienta y no como una sustitución de los trabajadores
Una trabajadora de ONU Mujeres con un grupo de mujeres en Sudán
Una trabajadora de ONU con un grupo de mujeres desplazadas en Sudán ONU Mujeres
RTVE.es/Agencias

El progreso del ser humano se está estancando. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advierte en un informe que el desarrollo humano (IDH) experimenta una ralentización “sin precedentes”. Sin embargo, la ONU defiende que el impulso necesario puede otorgarlo la inteligencia artificial (IA) si esta se utiliza como una herramienta para potenciar las capacidades humanas.

El informe de la PNUD señala que el desarrollo humano está padeciendo una recuperación “inesperadamente débil” tras la pandemia de la COVID-19. Excluidos los años 2020 y 2021, el desarrollo humano mundial en 2024 tuvo su menor crecimiento, el peor en 35 años, desde el inicio de la década de los 90, fecha de la primera publicación del IDH mundial realizado por la PNUD. Esto se suma a la creciente desigualdad entre los países que tienen una gran diferencia. Por cuarto año consecutivo, el desarrollo humano desciende. Por cuarto año consecutivo, la desigualdad entre naciones aumenta.

Pedro Conceiçao, director de la Oficina del IDH del PNUD, ha explicado en una rueda de prensa que las razones de esta desaceleración aún no están claras y pueden derivar de la crisis sanitaria y social de la COVID-19.

El aumento de los conflictos entre naciones y la tensión geopolítica es otro de los factores que influye en la reducción del crecimiento económico y, en algunos países, ha frenado la recuperación post pandemia”, subraya Achim Steiner, administrador del PNUD.

¿Qué mide el índice de desarrollo humano?

El IDH es un conjunto de indicadores del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que miden el nivel de progreso de los países de todo el mundo incluyendo parámetros más allá de los ingresos económicos.

Su objetivo es ofrecer una radiografía de la situación de cada país que no solo tenga en consideración el Producto Interior Bruto (PIB). Entre los parámetros analizados en los primeros estudios se incluyeron cuestiones relacionadas con la salud y la educación. Con el paso del tiempo, los criterios se fueron actualizando, incorporando otros que también son relevantes a la hora de determinar la situación de un país, como sus emisiones de CO2 o la desigualdad entre hombres y mujeres.

El informe del Programa de Naciones Unidas que mide este indicador no se limita a detallar datos sin más, sino que pretende analizar la situación de cada país, las diferencias entre ellos y poner el foco sobre las necesidades más prioritarias a nivel mundial. Además, pretende servir de base para tomar conciencia de los problemas globales y la importancia de buscar un equilibrio para no continuar con la creciente desigualdad ecológica y social.

La IA para potenciar la capacidad humana

En este contexto, PNUD defiende la inteligencia artificial como medio para impulsar la evolución de las sociedades a nivel mundial y potenciar las capacidades humanas, y rechaza el discurso “distópico” de que la IA inevitablemente llevará a una pérdida de puestos de trabajo.

Steiner señaló en la conferencia que en países como Nigeria, Kenia y Sudáfrica la IA permite a los pequeños agricultores optimizar la eficiencia de sus recursos, mejorando así su rendimiento y reduciendo los daños medioambientales.

Asimismo, esta tecnología puede resultar muy beneficiosa en la predicción meteorológica, la respuesta a múltiples crisis, la medicina y otros ámbitos que abordan necesidades humanas universales. De la misma forma, la IA puede ser utilizada para mejorar el rendimiento de los empleados y empresas de centros de llamadas, acelerar la redacción, el desarrollo de software o la consultoría de gestión, defiende el informe de la PNUD.

Sin embargo, hay múltiples barreras que impiden que los países emergentes puedan beneficiarse de la inteligencia artificial, como por ejemplo los recortes en financiación o desarrollo tecnológico. Estados Unidos ha anunciado que recortará el 90% de los contratos de USAID para ayudar a centros tecnológicos en el exterior. Según Steiner, en los últimos años, hay una tendencia en la “contracción de la ayuda a países que no tienen centros tecnológicos”.

Ha insistido en la “peligrosidad” de un mundo dividido tecnológicamente. “Si el pobre avance de 2024 se convierte en la nueva normalidad, los objetivos fijados para 2030 podrían demorarse décadas. El resultado sería un mundo más desigual, menos seguro, más dividido y, sobre todo, más vulnerable a las perturbaciones económicas y ecológicas”, señala el administrador de FNUD en un comunicado.

Evitar el reemplazo de trabajadores

La organización indica en su informe que los sistemas de IA dependen en gran medida del trabajo humano en toda la cadena de suministro, desde el montaje y diseño hasta el etiquetado y la anotación de datos, lo que lleva a que surjan nuevas oportunidades de empleo. El informe se titula 'Llamamiento a decidir: personas y posibilidades en la era de Inteligencia Artificial', y Steiner ha incidido precisamente en el "rápido avance" de este sector para "considerar su potencial para el desarrollo". Así, aunque la inteligencia artificial "no es ninguna panacea", sí entiende que puede "abrir el camino a nuevas vías y posibilidades".

La mitad de las personas encuestadas por el PNUD piensa que sus empleos pueden automatizarse y seis de cada diez prevé que la IA tenga un impacto positivo en sus trabajos y que incluso creará oportunidades laborales. Apenas el 13% teme que la IA pueda destruir empleos. Por el contrario, en los países con un valor de IDH bajo y medio, el 70% espera que la IA aumente su productividad, y dos terceras partes creen que utilizarán la IA en la educación, la salud, o el trabajo durante el próximo año.

El informe plantea como recomendaciones construir una economía colaborativa entre personas y máquinas, integrar la capacidad humana en todo el ciclo de la inteligencia artificial y modernizar los sistemas educativos y sanitarios para que respondan a las necesidades y retos actuales. Sin embargo, desde la ONU, subrayan la necesidad de promulgar políticas que favorezcan la colaboración entre personas y la IA para evitar el reemplazamiento de trabajadores.

Islandia y Sudán del Sur, la cara y la cruz

El estudio incluye también una lista de 193 países ordenados en función al valor otorgado por el IDH. Islandia lidera la lista y Sudán del Sur la cierra. España ocupa el puesto 28, uno por debajo del informe divulgado hace un año, con una puntuación de 0.918, mientras que Islandia aparece en cabeza con 0.972. El valor se mide del 0 al 1.

Los países con un 0,80 o más se consideran naciones con un valor muy alto; entre 0,70 y 0,80 se considera alto; entre 0,55 y 0,70 nivel medio; un nivel inferior a 0,55 se considera bajo.

A Islandia le siguen Noruega, Suiza, Dinamarca y Alemania, lo que evidencia el potencial europeo, que aparece también como la región más desarrollada --de media, tiene una nota de 0.818--. En el lado opuesto, al final de la lista, se sitúan Sudán del Sur, Somalia, República Centroafricana, Chad y Níger.