Margarita Nelken, la intelectual precoz y pionera política española
- Fue la única mujer que consiguió las tres actas parlamentarias durante la Segunda República
- Compartió posición con Victoria Kent respecto a no querer otorgar derecho al voto a las mujeres en 1931
*Mujeres malditas, con Valle Alonso, cada miércoles quincenal en Radio 5, a las 11.47 h
Hija de francesa y de español, ambos descendientes de judíos alemanes, Margarita Nelken nació en la actual calle del Conde Romanones, en pleno centro de Madrid, en 1894. Su abuelo materno, que había llegado a Madrid en 1886, fue relojero de palacio y la familia tenía una joyería en la puerta del Sol. Recibió una esmeradísima educación y desde muy niña sus inclinaciones se dirigieron hacia la pintura, la música y la literatura. Tanto es así, que primer artículo lo escribió a los 15 años para una prestigiosa revista de arte londinense.
Mujer única en el parlamentarismo de la II República
Además de nuestro idioma, hablaba de forma fluida el francés y el alemán. De hecho, se le atribuye la primera traducción de la Metamorfosis de Kafka al español, publicada en la Revista de Occidente en 1925, de forma anónima. Su primera obra larga, La condición social de la mujer en España, causó una fuerte polémica.
“Fue la única mujer que consiguió las tres actas parlamentarias durante la Segunda República“
En los primeros meses de 1931 comenzó a militar en el PSOE y participó, como candidata de la Agrupación Socialista de Badajoz, en las elecciones parciales de octubre de ese mismo año en las que salió elegida, así como en las de noviembre de 1933 y febrero de 1936. Fue la única mujer que consiguió las tres actas parlamentarias durante la Segunda República. Gran oradora, fue muy popular en el medio rural y se la culpó, injustamente, de tener responsabilidad en los sucesos de Castilblanco. "A ella se la acusará de ser instigadora", señala el periodista y escritor Jordi Corominas. "Tenía más simpatías hacia el bando de Largo Caballero, que era el más radicalmente progresista", añade.
Nelken pidió la unificación del PSOE y el PCE
Fue contraria a otorgar el derecho al voto a las mujeres en 1931, una posición compartida por Victoria Kent. Sostenía que "poner un voto en manos de la mujer es hoy, en España, realizar uno de los mayores anhelos del elemento reaccionario".
Tras el fracaso de la Revolución de Asturias de 1934 se le retiró la inmunidad parlamentaria y fue procesada y condenada a 20 años de cárcel, aunque antes de que se dictase sentencia escapó a Francia. Recaló en París, visitó varios países nórdicos y finalmente estuvo casi un año en la Unión Soviética. Regresó a tiempo de participar en las elecciones de febrero de 1936 como candidata socialista del Frente Popular y fue reelegida por Badajoz.
Es esa época, empezó a defender la unificación del PSOE y del PCE para formar un partido único del proletariado. "A partir de la Revuelta de 1934, de ser procesada, se exilia en París o en Moscú y su ideología no cambia bruscamente. Más bien por lo que aboga, desde siempre, es por la unidad de la izquierda, la misma unidad que se había resquebrajado a principios de los años veinte, con la Tercera Internacional, que es cuando nacen los partidos Comunistas, pero Nelken cree que hay que actuar unidos", agrega Corominas.
Durante la Guerra Civil, Margarita Nelken estuvo en los frentes de Extremadura y Toledo y participó en la defensa de Madrid. Se incorporó al PCE en noviembre de 1936. En la última etapa de la contienda estuvo en Barcelona y fue la única mujer presente en la última reunión de las Cortes Españolas en suelo español.
Rumbo a París o México
Como miles de republicanos, cruzó la frontera francesa junto a su hija Magda. Ambas trabajaron en Perpiñán, prestando ayuda a los refugiados españoles internados en los campos de concentración franceses y, de allí, marcharon a París. "A partir de 1940 muchos españoles son detenidos y otros emprenden el camino del exilio a México", dice Corominas.
Y allí, en México, donde el presidente Cárdenas la había invitado a instalarse, llegó junto a su madre, su hija y su nieta. La muerte de sus dos hijos —Santiago en 1944, luchando en el Ejército Soviético durante la Segunda Guerra Mundial, y Magda en 1954, como consecuencia de un cáncer— la sumieron en una profunda depresión. Sobre la muerte de su hijo en combate se quejaba de que la dirección del PCE y, en particular, Dolores Ibárruri, no le hubieran comunicado el hecho a su debido tiempo. Fueron las autoridades soviéticas quienes lo hicieron al final de la contienda. Margarita Nelken fue una de las críticas de arte más influyentes y respetadas en México hasta su muerte, en 1968.