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Aula 2025

La Marina Mercante, profesión con "alta empleabilidad" y "desconocida" en España pese a sus 8.000 km de costa

  • Algunos puestos, sobre todo en la rama de máquinas, alcanzan una empleabilidad del 100%
  • El grado de Náutica y Transporte Marítimo se puede estudiar en siete escuelas universitarias superiores
Marina Mercante, profesión con "alta empleabilidad" pero "desconocida"
Embarcación de Salvamento Marítimo en puerto EFE/ Gelmert Finol
SILVIA QUÍLEZ IGLESIAS
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La Marina Mercante, una de las profesiones que desde hace décadas mantiene una "alta empleabilidad", sigue siendo una "desconocida", a pesar de los casi 8.000 kilómetros de costa que tiene España. El jefe área de Formación Marítima de la Dirección General de Marina Mercante, Francisco Javier Benítez, asegura que los jóvenes no saben siquiera si se estudia en una carrera universitaria o cómo se llega a ser capitán de barco.

Benítez recibe con una especial atención a los estudiantes que llegan a cuentagotas al espacio habilitado en el pabellón 3 del IFEMA por la Dirección General de la Marina Mercante y la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima —SASEMAR—Marítimo con motivo de la Semana de la Educación. La mayoría de ellos están terminando la educación secundaria y aún no han decidido qué profesión escogerán.

Francisco Javier Benítez, jefe de área de Formación Marítima de la Marina Mercante recibe a Joel y a un amigo suyo en el IFEMA. S. QUÍLEZ

En este sector dedicado al transporte en barcos de personas y mercancías se suele encontrar sobre todo a personas que ya conocían la vida en el mar de una u otra forma porque viven en la costa o cerca de ella, explica Tatiana Legorgeu, jefa de Recursos Humanos de Salvamento Marítimo, departamento dedicado al salvamento de la vida humana en el mar y lucha contra la contaminación.

"A día de hoy, la rama de máquinas tiene una empleabilidad 100%. Hace falta muchísima gente", afirma la responsable de este departamento de Salvamento Marítimo, que también tiene problemas en las coberturas temporales y eventuales de puestos de trabajo.

Las contrataciones para hacer las prácticas en este sector se realizan ya cuando están estudiando, tanto las curriculares, como las que se hacen más adelante para conseguir la tarjeta profesional con la que deben contar antes de enrolarse en un buque, apunta Legorgeu. De hecho, algunos de sus alumnos han seguido y han llegado a ser capitanes o jefes de máquinas, porque "de verdad hay trabajo", insiste ella.

"Hay una demanda de pilotos y de marinos de máquina para gobernar estos barcos, porque no se puede dejar en un barco que vale tantos millones de euros en manos de cualquiera, por seguridad en la vida humana y luego por prevención de la contaminación", dice el jefe de área de Formación Marítima de la Merina Mercante. Quienes dirigen el barco solo pueden ser titulados con una experiencia y un título profesional oficial.

Titulaciones y puestos de trabajo en el mar

El grado de Náutica y Transporte Marítimo se puede estudiar en cualquiera de las siete escuelas superiores de náutica que hay en España —A Coruña, Gijón, Santander, Portugalete, Barcelona, Cádiz y Santa Cruz de Tenerife—, pero también existen centros de formación profesional en casi todas las provincias marítimas, señala Francisco Javier Benítez.

Se trata de carreras asequibles con unos "conocimientos transversales muy amplios" que van desde el Derecho a la Medicina, la lucha contra incendios, Sanidad Marítima y por supuesto, detalla el responsable, la propia de cada departamento del buque: navegación, propulsión o radiocomunicaciones.

Por ejemplo, la Escuela Técnica Superior de Náutica y Máquinas de A Coruña ofrece cinco titulaciones: el grado en Tecnologías Marinas, el de Náutica y Transporte Marítimo, el máster en Ingeniería Marina, el de Náutica y Transporte Marítimo, y el doctorado en Energía y Propulsión Marina.

Las principales titulaciones, según el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, son las de capitán de la Marina Mercante, piloto de primera o segunda clase, jefe u oficial de máquinas de primera o segunda clase, oficial electrotécnico, mecánico y oficial radioelectrónico de primera o segunda clase. Se trata de títulos oficiales y válidos en toda Europa.

Para trabajar en el mar se exige un año de prácticas de navegación y ese es el período formativo "más complicado" porque hay "un cuello de botella" para encontrar embarque. Una vez superado ese período de prácticas, que puede suponer hasta dos años, se obtiene la tarjeta profesional. Si has terminado la FP con 20 años si todo va bien, con 22 ya puedes estar empezando a trabajar.

Con un nivel de educación básica también se puede trabajar como marinero, realizando unos cursos con los que se obtiene una certificación profesional.

Cómo son las condiciones laborales

Es fundamental el relevo generacional en las profesiones del mar, como la pesca, pero aún existe una "mala prensa" sobre la vida a bordo, a pesar de que ha cambiado mucho. La vida a bordo no es como en tierra, explica Benítez, pero el cliché del profesional como persona "solitaria" ya no existe, con la conexión a Internet, el 5G, "uno está muy cerca, más cerca de la familia y de los amigos y de la tierra si cabe".

Los sueldos son bastante competitivos en las tripulaciones profesionales, tanto en la pesca como en la marina mercante o en la náutica de recreo, asegura Benítez.

Legorgeu explica pone por ejemplo la vida en una embarcación de clase Salvamar de Salvamento Marítimo de 20 metros de eslora, especializada en el rescate e intervención rápida, donde los tripulantes trabajan una semana y la otra descansan. Durante la jornada laboral van a la embarcación, pero vuelven a su propio domicilio, con la única condición de que permanezcan a una distancia de 20 minutos por si hay una emergencia.

Los tripulantes que están en las guarda mares o en los buques grandes tienen un régimen de un mes de trabajo y otro de descanso. Durante el tiempo que están embarcados tienen camarotes individuales y servicio de cocina en el propio barco. "Esa mala fama era un poco pues porque se iban muchos meses fuera. Claro, es que ya no es así. Las condiciones laborales han cambiado mucho", añade la responsable.

Todas las condiciones laborales están reguladas por el Convenio sobre Trabajo Marítimo, donde se contemplan las condiciones óptimas en que se deben desempeñar estos puestos de trabajo, por ejemplo, en aspectos como horas de descanso, agua disponible y acomodación.

A quienes una vez lograda la titulación no les convence la vida en el mar o deciden que por circunstancias personales después de un tiempo deciden que no quieren seguir trabajando en el mar, pueden optar a otros trabajos en tierra, como consignatario, proveedor, todo lo que es economía azul, es decir, las actividades económicas sectoriales e intersectoriales basadas en los océanos, los mares y las costas o relacionadas con ellos.

Después también se puede opositar para acceder al cuerpo especial de facultativo de Marina Civil, para ejercer como inspector de seguridad marítima y supervisar que los buques sean seguros y las tripulaciones cumplan con el estándar internacional. Los servicios centrales se encuentran en Madrid.

En cada provincia marítima hay una Capitanía y dentro de ella varios puestos de trabajo: inspectores, coordinadores y capitanes marítimos, que son los altos cargos en la provincia.

Otras salidas profesionales son las aduanas, el servicio marítimo de la Guardia Civil y opositar a controlador de tráfico marítimo y de emergencias en las torres de Salvamento Marítimo.

La experiencia de Cheyenne Méndez y Taguaro Artiles

España es el país de Europa en el que salen más vocaciones para profesiones de la Marina Mercante entre las mujeres, según asegura Benítez a RTVE.es. Un ejemplo de ello es Cheyenne Méndez, canaria con tiene diez años de experiencia en el sector que, a través de su naviera, colabora con el Instituto Social de la Marina en Aula 2025.

Es capitana de la Marina Mercante y ejerce de primer oficial en buques de pasaje con rutas entre las Islas Canarias. Su presencia en la feria de la Educación también pretende romper con la idea de que solo hay salidas profesionales para hombres en este sector. "Se han acercado más chicas que que chicos, diría yo", afirma.

La decisión de dedicarse a esta profesión vino casi de forma natural: "He vivido toda la vida en frente del mar. Veía los barcos entrar y salir del puerto y me parecía súper interesante. Y me preguntaba, para empezar, cómo flotaban o cómo hacían para maniobrar de esa manera en sitios tan pequeños. También me parecía muy interesante la vida del mar, que no está siempre en un mismo sitio".

Cuando terminó la carrera en Tenerife se embarcó primero como oficial en cruceros y estuvo trabajando en ellos durante seis años, "navegando por todo el mundo". Al cumplir 30 empezó a plantearse que quería estar más cerca de casa y retornó a las Islas Canarias, donde trabaja en la actualidad llevando pasaje y vehículos.

Dos personas en un stand con carteles informativos, uno azul sobre formación profesional y otro rosa con logo ANEXU. Se aprecia un simulador en pantalla.

 SILVIA QUÍLEZ

"No es un trabajo, es un estilo de vida, te tiene que gustar mucho, tienes que ser muy disciplinado", reconoce ella, y cuando el tiempo "no da tregua" se puede pasar "realmente mal". En altamar "eres dueño y señor de tu suerte", es decir, que tienes que afrontar situaciones tú mismo.

El tiempo máximo que ha pasado embarcada sin pisar tierra ha sido nueve meses, durante la pandemia, cuando el entonces presidente de EE.UU., Donald Trump, no permitía a los cruceros acercarse, ni siquiera para abastecerse.

Con ella se encuentra Taguaro Artiles, profesor en el Instituto de FP Marítimo Pesquera de Las Palmas de Gran Canaria. Sus alumnos hacen prácticas a bordo de un barco, tanto en el puente como en máquinas.

"Tiene que gustarle el mar y salir a navegar y un poquito esa liberación del entorno de tierra, del entorno estable y salirte de ahí un poco. Escaparte quizás, y que te guste un poco esa vida, ese trabajo que desempeñas, porque al final siempre tienes que amar tu trabajo", cuenta a RTVE.es.

Los cursos que se imparten en este centro de FP dual duran dos años, son mil horas de formación cada año, incluyendo las vacaciones.

La carrera necesita una "proyección más amplia"

El jefe área de Formación Marítima de la Dirección de Marina Mercante, Francisco Javier Benítez, recuerda que todavía queda trabajo por hacer para que la carrera tenga una "proyección más amplia".

Una de las tareas pendientes es abrir centros de Formación Profesional en algunos puertos importantes de España, como son Valencia y Algeciras. "El tejido portuario y todas las empresas demandan gente de formación profesional que vayan a bordo de embarcaciones pequeñas que hacen todo tipo de servicios portuarios", plantea Benítez.

Este es un trabajo que además tiene "proyección europea" porque el título de Marina Mercante es válido para todo el continente y permite llegar incluso a las instituciones europeas.

Marinos procedentes de España ocupan en estos momentos altos cargos en instituciones como Naciones Unidas, la Organización Marítima Internacional, la Agencia Europea de Seguridad Marítima, y tenerlos en esos puestos tan importantes "dice mucho de nosotros". La formación en nuestro país es "muy potente" pero todavía se necesita más publicidad y que la gente del interior del país que conozca esta carrera como una posible salida laboral.