Las amazonas de Gisèle Pelicot: "Nuestras armas son hojas recicladas y pegadas con cola"
- Las activistas de Les Amazones de Avignon llenaron las calles de mensajes feministas durante el juicio de Pelicot
- Aurora Pérez nos cuenta cómo se organizaban por la noche: "Estábamos preparadas"
En la pared de una panadería, escrito en hojas blancas: “Una violación es una violación”. Al doblar una esquina, en un callejón del casco histórico: “Decían que estaba rota, es una combatiente”. Colgando de la vieja muralla: “Merci, Gisèle”. El caso Pelicot –las violaciones múltiples a Giséle Pelicot organizadas por su esposo Dominique– atrajo el pasado otoño la atención mundial hasta Aviñón, en el sur de Francia. Mientras los periodistas abarrotaban la sede del tribunal, sobre las fachadas de la vieja ciudad papal, unas mujeres escribieron una suerte de crónica paralela del proceso.
“Salimos a pegar de noche normalmente. Con cuidado de no exponernos, porque podríamos tener problemas con la policía”, explica a RNE Aurora Pérez, activistas de colectivo feminista Les Amazones de Avignon. Su modo de expresión favorito es el ‘collage feminista’, un formato ideado en la cercana Marsella en 2019 por la entonces militante de Femen Marguerite Stern: mensajes en hojas en blanco, cada una, una letra, como si fueran fichas del juego Scrabble, pegados después bien visibles en la vía pública. Frases de impacto –‘Ella le abandona, él la mata’– cuya crudeza se acentúa por la pulcritud formal del collage.
Marguerite Stern se ha distanciado del movimiento. Pero su forma de expresión se ha convertido en seña de identidad del feminismo en Francia. “Nuestras armas son hojas recicladas y pegadas con una cola que hacemos con harina", apunta entre risas la ‘amazona’ Pérez. "Para que se entienda también la distancia entre nuestras acciones y los crímenes que denunciamos”
La vergüenza debe cambiar de bando
El colectivo ya actuaba en Aviñón antes del juicio a Dominique Pelicot y los otros 50 hombres procesados por abusar del cuerpo drogado de Giséle. Pero ese suceso puso de repente sus mensajes ante el foco de las cámaras de la prensa mundial y multiplicó su impacto en redes sociales. “Estábamos preparadas, sabíamos que habría ese juicio, pero no que tendría esa magnitud internacional”, admite. Al principio pegaban mensajes de apoyo a la víctima: “Gisèle, las mujeres te dan las gracias”. O variaciones sobre un lema de la histórica abogada feminista Gisèle Halimi recuperado al calor del proceso: "La vergüenza debe cambiar de bando".
A medida que el juicio avanzaba, los collages ganaron en sutileza. Sobre todo, después de que uno de los abogados de la defensa, Guillaume de Palma, argumentara que sus clientes no debían ser condenados, porque no eran conscientes de estar cometiendo una violación. “Hay violaciones y violaciones”, dijo el abogado. Varios procesados esgrimieron esa misma idea en sus alegatos ante el tribunal. Las Amazonas transcribieron las frases en sus collages y las colgaron sin más comentarios en la vía pública: ‘Ha sido una violación, pero no he violado’ o ‘Ha sido una violación contra mi voluntad’.
““Estábamos preparadas, sabíamos que habría ese juicio, pero no que tendría esa magnitud internacional”“
“No son frases que se pintan de forma espontánea. Estamos organizadas”, rememora Aurora Pérez. Las activistas quedaban por la noche para colgar furtivamente sus carteles. Según la normativa municipal, se exponen a una multa por ensuciar la vía pública. Pero dado que el método del collage está pensando para no dejar trazas y en solidaridad con la causa, el Ayuntamiento de Aviñón acabó siendo indulgente. Incluso se disculpó por haber destruido parte de sus collages durante una operación de limpieza.
El 9 de octubre, cuando el juicio ya encaraba sus últimas semanas, la propia Giséle Pelicot se cruzó en la calle con una de las amazonas. Agradecida, aceptó ser fotografiada junto a la transcripción de una de sus propias frases. La que reza: “Desde que he llegado a esta sala de audiencia, me siento humillada”. Gisèle Pelicot, convertida ya entonces en un icono mundial, posa orgullosa.