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La Audiencia Provincial absuelve a Francisco Álvarez-Cascos del delito de apropiación indebida

  • El exvicepresidente estaba acusado de quedarse con recursos de Foro Asturias
  • La sentencia podrá ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias

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El expresidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, a su salida de la Audiencia Provincial
El expresidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, a su salida de la Audiencia Provincial EFE/ J.L.Cereijido

El juez de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo ha absuelto a Francisco Álvarez-Cascos, expresidente del Principiado de Asturias y exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar. Estaba acusado de un supuesto delito continuado de apropiación por cargar gastos indebidos a Foro Asturias, partido del que fue fundador.

Durante el juicio, Álvarez-Cascos argumentó que todos los gastos que pasó a Foro estaban justificados y que formaban parte de su retribución en el partido. "No tuve responsabilidades económicas, no me encargué de la gestión económica, no tuve tarjetas de crédito, no controlé jamás los gastos y había una estructura profesional de personas a las que yo no conocía para llevar la contabilidad, la fiscalización y las auditorías anuales, algo que se hizo impecablemente", explicó el exvicepresidente durante su declaración en el juicio.

La Fiscalía y la acusación popular pedían para Cascos una pena de tres años y medio de cárcel y el pago de una indemnización que ascendía a más de 181.000 euros. Ahora, la sentencia podrá ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia.

La Fiscalía sostenía que usó 181.600 para gastos propios

Tras su salida del Partido Popular, Francisco Álvarez-Cascos ocupó diversos cargos de relevancia dentro de Foro Asturias desde su fundación en el año 2011 hasta su dimisión en 2019. La Fiscalía consideraba que el expresidente de Foro Asturias había ocasionado al partido un perjuicio económico cifrado en 181.648 euros. Según la acusación popular, conformada por el propio Foro, había ocasionado a su partido unos gastos de 219.000 euros.

La defensa sostenía que Cascos era ajeno a las finanzas de su partido y que había llegado a un acuerdo con Foro Asturias para que se le abonaran los gastos derivados de su actividad política. "Quiero defender mi gestión política como presidente, no el relato que concluye con una demanda por apropiación indebida que es lo más triste que me ha podido pasar en la vida, una querella que en 2019 me inutilizó e invalidó para cualquier actividad civil o política", subrayó el exvicepresidente en el juicio.

La Audiencia Provincial recoge en su sentencia que el acuerdo al que llegaron Cascos y el Foro "es razonablemente comprensible para motivar a la persona buscada para liderar el proyecto político que se ponía en marcha". También explica que el partido no tenía tesorero, de forma que la gestión económica y financiera recaía sobre la Comisión Directiva, sin que esta cuestionara los gastos que pasaba Álvarez-Cascos.

Gastos familiares y el alquiler de una "sede ficticia"

En esta línea, todos los gastos que generaba con su actividad eran cargados a las cuentas del partido "previa aportación de los justificantes correspondientes". Entre estos gastos, que eran de diversa índole, se incluyen gastos para él y su familia como un videojuego o entradas de tenis para la Copa Davis. "Para un dirigente político es muy importante transmitir una imagen de familia, es algo muy positivo", argumentó el exvicepresidente del Gobierno.

Gran parte de las acusaciones por parte de la Fiscalía se centraron en los gastos producidos por el alquiler una oficina en el Paseo de la Castellana de Madrid, que había sido comprada por Álvarez-Cascos. Según las acusaciones, era una "sede ficticia" vinculada a una empresa de su exmujer y que produjo unos gastos de 173.000 euros. "Lo que no tenía Foro era una sede de prestigio en Madrid", explicó el expresidente de Asturias en el juicio.

La sentencia afirma que "el contrato de las oficinas se celebró, se cumplió y se canceló, y durante su vigencia se dio el uso correspondiente a sus instalaciones. En consecuencia, habrá que aceptar que la sede existió y se utilizó". Durante el juicio, Cascos aseguró que la sede no era ficticia y que él mismo la utilizaba en algunas ocasiones.