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Cuando el público y los Goya conectan, ¿episodio 2025?

Las principales nominadas a los Goya 2025 son también algunas de las películas de mayor taquilla el año pasado, algo que no siempre ocurre en los premios del cine español. 'La infiltrada', 'El 47' y 'Casa en llamas' buscan el reconocimiento que tuvieron en la última década 'As bestas', 'Campeones' u 'Ocho apellidos vascos'.

Sigue en directo la gala de los Premios Goya 2025: alfombra roja y actuaciones

Carteles de las películas 'El 47', 'La infiltrada' y 'Casa en llamas', películas españolas favoritas en los Goya 2025
Carteles de las películas 'El 47', 'La infiltrada' y 'Casa en llamas', películas españolas favoritas en los Goya 2025. DISEÑO RTVE / EFE
JOSÉ Á. CARPIO | DatosRTVE

La fiesta del cine español se convierte en la celebración de todos cuando el gusto de los miembros de la Academia de Cine que conceden los premios Goya coincide con el favor del público que ha comprado una entrada para ir a una sala de cine. La excelencia artística no siempre va unida al resultado económico, así que cuando ambos concurren es una bendición para la industria.

En la última década, tal confluencia no ha sucedido ni la mitad de las veces. Pero la cosecha de películas de 2024 podría marcar uno de esos hitos, con La infiltrada, El 47 y Casa en llamas, que figuran entre las más vistas del año, aspirando a igualar en premios su conexión con los espectadores.

Todo ello hablando en términos del cine nacional, que al fin y al cabo representó en 2024 el 19% del total de la taquilla en España (dos puntos más que en 2023). Además, de las 20 películas españolas que más recaudaron desde 2014, 16 son comedias, producciones cuyo principal fin es en ocasiones el entretenimiento masivo, por encima de las pretensiones artísticas. Son un motor imprescindible para el mercado audiovisual y un imán para los espectadores, pero no suelen ser invitadas al olimpo cultural de los premios.

Estas son las cinco películas españolas estrenadas en 2014 que más recaudaron en taquilla y cómo les fue en los Goya de 2015.

Cuanto más arriba aparecen las películas en el gráfico, más Goyas ganaron. El tamaño de las bolas representa la recaudación acumulada.

Cuanto más a la derecha están las películas, mayor fue su taquilla. Si la película cae en la zona más sombreada, ¡eureka! Éxito de público y Academia.

Los Goya de 2015 fueron una de esas ocasiones en las que el público y la industria aclamaron a las mismas producciones. Ocho apellidos vascos, la película española más taquillera de la historia, ganó tres Goyas. Y El Niño, la segunda de mayor taquilla ese año, se llevó cuatro.

Un año después, los Goya dieron la espalda a la secuela Ocho apellidos catalanes, y otorgaron los principales galardones a Truman y Nadie quiere la noche, 8ª y 35ª en el ránking de la taquilla, respectivamente.

Solo Palmeras en la nieve, estrenada en la última semana del año, descolló en la taquilla, al tiempo que se hizo merecedora de cinco nominaciones y dos premios.

Los Goya 2019 fueron los últimos en que la película española más vista destacó en el palmarés. Campeones (19 millones de recaudación) se llevó tres estatuillas. El reino, la película del año en galardones (7), solo fue la 18ª cinta española en taquilla.

En 2023, la mezcla de drama, suspense, thriller y western gallego de As bestas se hizo con nueve premios Goya, éxito redoblado para una película que llevó al público adulto de vuelta a las salas, con la tercera mayor recaudación de 2022.

Modelo 77 (cinco Goyas, todos técnicos) y Cinco lobitos (tres premios para su directora y actrices protagonista y de reparto) fueron mucho más idolatradas por los expertos que por el público, sobre todo la segunda, casi desapercibida en la taquilla del año.

Historia parecida el año pasado. La sociedad de la nieve (12 Goyas, la mayoría técnicos) tuvo millones de espectadores en plataforma tras un protocolario paso por las salas de cine. La delicada y reconocida 20.000 especies de abejas fue la 20ª en la taquilla y los Oscar apenas impulsaron a la singular Robot Dreams.

Desde hace años, los largometrajes concebidos para la exhibición en salas se desenvuelven en una tormenta perfecta: a la vez que aumenta el número de producciones anuales, cada vez menos gente va a los cines, las salas cierran y la recaudación decae. Encontrar la fórmula del éxito comercial es difícil, y más aún conjugarla con el reconocimiento de la Academia.

Esta conjunción de elementos ocurrió en 2014, en un año memorable en la historia reciente del cine español, en el que Ocho apellidos vascos se convirtió en la película española con mayor recaudación de la historia. Vendió 9,5 millones de entradas, recaudó 55,4 millones de euros y se convirtió en todo un fenómeno entre el público. Fue excepcional, pero no fue un triunfo en solitario. Ese mismo año, otras dos cintas de corte más serio, El Niño y La isla mínima ―junto a la última entrega de la saga Torrente― impulsaron al cine español entre las grandes producciones estadounidenses. Las tres fueron las películas más galardonadas en los Goya 2015, con tres, cuatro y diez 'cabezones', respectivamente.

El año 2014 marcó para el cine español un hito de recaudación como no se había visto en años, ni se volvió a ver. En 2015, Netflix llegó a España; los años siguientes lo hicieron HBO, Prime Video, Disney+... y empezó una nueva era.

Desde Ocho apellidos vascos, la única comedia que salió triunfal en taquilla y en premios fue Campeones (2018). Sus dos secuelas, Ocho apellidos catalanes (2015) y Ocho apellidos marroquís (2023), repitieron éxito de recaudación, pero no reconocimientos, sin ninguna nominación en los premios Goya.

Cautivar a la vez a público y académicos ―entendiendo académicos como metonimia de la industria cinematográfica― no es habitual, viendo lo ocurrido en la última década. Es una fórmula en manos de un reducido número de muñidores de grandes producciones, como Juan Antonio Bayona (Un monstruo viene a verme, 2016; La sociedad de la nieve, 2023) y Alejandro Amenábar (Mientras dure la guerra, 2019), de creadores únicos como Pedro Almodóvar (Dolor y gloria, 2019) y de intérpretes en estado de gracia que atraen al público, como Antonio Banderas (Dolor y gloria, 2019), Javier Bardem (El buen patrón, 2022) o Eduard Fernández (El 47, 2024).

Además, el cine español, como otros sectores, ha pasado su particular odisea en el desierto con la pandemia, que redujo drásticamente la afluencia de espectadores y condicionó la suerte de muchas películas, en virtud del nivel de restricciones de aforo que había en la época en que fueron estrenadas. De esta manera, los largometrajes de 2020 y 2021 vieron cortado su crecimiento y, desde entonces, acostumbrados a las plataformas donde las películas llegan tarde o temprano, muchos espectadores no han vuelto a los cines.

Por eso, se celebra como una buena noticia que las películas españolas atraigan espectadores, y supone un extra que logren atraer además a un público adulto y exigente. Los más de mil miembros de la Academia de Cine (intérpretes, guionistas, especialistas, técnicos, productores…), como parte de esta industria, también tienden a gratificar ese éxito con el reconocimiento que suponen los premios.

Las películas favoritas de los Goya 2025

Esa es la situación con la que se plantan en la ceremonia de premios de los Goya del próximo 8 de febrero las películas más nominadas del año: La infiltrada (segunda mayor taquilla de 2024, 13 nominaciones), El 47 (séptima película más vista, 14 nominaciones) y Casa en llamas (octava en recaudación, ocho nominaciones).

Dejando a un lado la habitual comedia rompetaquillas de Santiago Segura de cada año, La infiltrada, dirigida por Arantxa Echevarría y protagonizada por Carolina Yuste y Luis Tosar, se ha convertido en el mayor éxito comercial de una cineasta española, superando a la comedia Ahora o nunca (2015), de María Ripoll, que recaudó 8,29 millones de euros. Es una buena noticia también que se trate de un género, el thriller, poco habitual entre las mujeres directoras, que toca el tema del terrorismo de ETA, que en los últimos años se ha empezado a abordar en el audiovisual sin complejos y desde diferentes perspectivas (incluida la comedia) que han atraído a los espectadores. 

Por su parte, El 47 y Casa en llamas (Casa en flames, en el original catalán) representan también el éxito de un cine catalán que supera las barreras lingüísticas y que suma casi un millón de espectadores. Casa en llamas, comedia dramática en torno a las relaciones familiares que se estrenó el pasado verano, se ha convertido en la película en catalán más taquillera de la historia, con tres millones de euros de recaudación en 2024, superando la de su predecesora, Alcarràs (2,4 millones), y su paso a plataformas ha ampliado su alcance nacional e internacionalmente. 

El 47, película participada por RTVE, brilló en los Premios Gaudí, ganando siete premios, incluido el de mejor película y el premio del público, para una cinta que cuenta la historia real de un hombre que actuó por el bien de sus vecinos, en una barriada humilde en la que se reconoce y se retrata la historia reciente de nuestros padres y abuelos. Los premios Forqué, que votan los productores audiovisuales españoles, también dieron su galardón principal a la película de Marcel Barrena y anticipan que, como en el caso de las anteriores, la conexión entre público y cineastas podría vivir un nuevo y feliz episodio en estos Goya 2025.