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La Nasa halla moléculas de agua y carbono en el asteroide Bennu: "Podría tener los componentes básicos para la vida"

  • La muestra tiene un peso de 250 gramos y es la más grande jamás traída a la Tierra
  • Su hallazgo se enmarca en la misión Osiris-Rex, un proyecto que arrancó en 2016

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Trozos de la muestra del asteroide Bennu analizada por la NASA
Trozos de la muestra del asteroide Bennu analizada por la NASA

La NASA ha encontrado moléculas de agua y un alto contenido de carbono en una muestra de material traída a la Tierra desde el asteroide Bennu, de 4.500 millones de años. Según ha explicado la agencia espacial, el hallazgo significa que la roca "podría contener los componentes básicos para la vida", aunque todavía se precisan más estudios.

La muestra analizada tiene un peso de 250 gramos y es la más grande de un asteroide rico en carbono jamás traída a la Tierra, ha afirmado el director de la NASA, Bill Nelson. Tras ser recogida por la misión bautizada como Osiris-Rex, que aterrizó el pasado 24 de septiembre, se espera que ayude a los científicos en la investigación de los orígenes de la vida en nuestro planeta.

Se trata de la primera vez que la NASA trae a la Tierra las muestras de un asteroide. La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón logró recuperar restos de asteroides en 2020, pero fue una cantidad mínima, no mayor que una pequeña cucharada de polvo y rocas.

Así ha sido el análisis

Los expertos de la NASA en el Centro Espacial Johnson, Texas, han trabajado separando cuidadosamente los fragmentos de material rocoso que encontraron no sólo dentro de la cápsula sino también en el exterior, en torno a la tapa, y en el fondo.

La directora del Centro Johnson, Vanessa Wyche, ha explicado que los científicos e ingenieros "han trabajado por años en el desarrollo de guantes y herramientas especializadas para mantener prístino el material del asteroide".

En la labor, los expertos han tomado imágenes por escaneo con un microscopio de electrones, como también mediciones con luz infrarroja, difracción con rayos X y análisis de los elementos químicos.

También se ha usado una tomografía por rayos X computadorizada en la producción de un modelo tridimensional de una de la partículas que resalta su interior diverso.

Una misión que se remonta a 2016

Los científicos eligieron Bennu porque es relativamente rico en moléculas orgánicas y, además, tiene una órbita conocida, lo que facilitó que la nave nodriza Osiris-Rex pudiera acercarse para tomar muestras.

Descubierto en 1999, se cree que Bennu se formó a partir de fragmentos de un asteroide mucho más grande tras una colisión. Mide medio kilómetro de ancho y su superficie negra y rugosa está llena de rocas grandes.

La misión Osiris-Rex, con un costo de 1.200 millones de dólares, incluyó el lanzamiento de una sonda espacial en septiembre de 2016 y el vehículo empezó a orbitar Bennu en diciembre de 2018.

En octubre de 2020 Osiris-Rex se posó en Bennu y su herramienta perforó la superficie del asteroide y recogió las muestras que la sonda trajo a la Tierra.