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La baraja electoral tras el 23J: Sánchez y Feijóo juegan sus cartas para llegar a La Moncloa con el foco puesto en Junts

  • Feijóo no tiene más posibilidad de ser investido que con una abstención del PSOE, que le advierte: "Es imposible"
  • Sánchez podría reeditar la coalición con el apoyo de sus socios pero depende del sí de Junts

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Alberto Núñez Feijóo (i) y Pedro Sánchez (d)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, (i) y el candidato socialista, Pedro Sánchez (d).

Las cartas para Alberto Núñez Feijóo (PP) y Pedro Sánchez (PSOE) en la partida para llegar a La Moncloa las repartieron los españoles el pasado 23J. Si bien el ‘popular’ ganó las elecciones, no cuenta con más apoyos que Vox y UPN para una investidura que a priori parece imposible porque solo podría lograrlo con la abstención del PSOE. La ‘mano’ es mejor para Sánchez, que espera recabar el apoyo de quienes fueran sus socios parlamentarios en la pasada legislatura y que se muestran favorables a negociar. Pero en este juego de aritmética parlamentaria, la última palabra la tiene Junts, el partido de Carles Puigdemont, en cuya mano está evitar o no la repetición de elecciones. PSOE y Sumar están convencidos de que podrán recabar su apoyo para reeditar un gobierno de coalición, pero la formación independentista, por ahora, no se baja del carro de la “amnistía” y la autodeterminación para negociar.

El PNV ha presumido esta semana de “arruinar” a Feijóo sus posibilidades de gobernar negándose siquiera a empezar una negociación con él. Sin los nacionalistas vascos, y sin Coalición Canaria, que también rechazó apoyar una “investidura fantasma” del líder ‘popular’, se queda lejos de la mayoría en el Congreso, que es quien tiene la potestad de investir presidente a un candidato (por más que el PP insista en que debe serlo quien ha ganado las elecciones).

Tras el recuento del voto CERA -que le ha dado un diputado más a los populares en Madrid, en perjuicio del PSOE-, los 137 escaños del PP, los 33 de Vox y el único diputado de UPN suman solo 171 sillones, a cinco de la mayoría absoluta, los mismos que la suma de PSOE y Sumar con sus socios (ERC, Junts, EH-Bildu, PNV y BNG).

Feijóo no se resigna y busca la complicidad del PSOE, un “partido de Estado”

Pero ni Feijóo ni el PP se resignan a renunciar a acabar con un gobierno de Sánchez. El líder del PP aseguró el pasado martes desde Santiago de Compostela que decir que no tendrá apoyos para una investidura es sacar una “conclusión precipitada” y se conminó a seguir negociando.

En su discurso no pasó desapercibido un giro hacia el PSOE. Si bien durante toda la campaña se había comprometido a “derogar el sanchismo”, había acusado al PSOE de “invadir las instituciones” y a Sánchez le tildó de “cínico” y “mentiroso” (además de no condenar el lema “que te vote Txapote”), en la última intervención pública hasta la fecha se refirió al Partido Socialista como un “partido de Estado” junto con el PP (en la campaña del 28M llegó a decir que el PSOE ya no era un “partido de Estado) y subrayó que son ambos los que habían ganado peso este 23J.

Pronto empezaron a surgir voces apelando a un “gran coalición” PP-PSOE, aunque no es por lo que aboga el Partido Popular, que insiste en una abstención de los socialistas. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, pidió a Sánchez “asumir” que había perdido y advirtió el jueves que la alternativa a Feijóo es un gobierno del PSOE “absolutamente fallido” y abocado al “bloqueo” y la “parálisis” del país.

Y es que ese PSOE como “partido de Estado” al que aludía Feijóo no es el que han pintado dirigentes como Gamarra o la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, mucho más duros con los socialistas. Gamarra criticó que Sánchez tratara de buscar el apoyo de un “prófugo de la justicia” como Puigdemont para ser investido con el apoyo de “20 partidos”: “Prácticamente estaríamos cambiando la capital de España, que pasaría de estar en Madrid a estar en Waterloo”. Ayuso, por su parte, opinó sobre la búsqueda de Feijóo del apoyo del PSOE que “con el desastre no hay que pactar”, aunque dijo “entender” que el líder del PP está en su “legítimo derecho” y de “pelear” por buscar “alternativas” para frenar al “proyecto de destrucción de España que se avecina en manos de Sánchez”.

"El liderazgo de Feijóo es incuestionable"

La presidenta madrileña, precisamente, ha sido protagonista esta semana después de que la noche electoral los asistentes que acudieron a Génova para celebrar la victoria del PP interrumpieran a Feijóo para corear el nombre de Ayuso. El día siguiente, Feijóo tuvo que reconocer que los ‘populares’ no habían alcanzado sus “expectativas” (la mayoría de encuestas previas al 23J pronosticaban la mayoría absoluta entre PP y Vox) tras una Junta Directiva Nacional en la que los ‘barones’ territoriales del PP cerraron filas con Feijóo. “Su liderazgo es incuestionable”, coincidió Gamarra.

Seguidores del PP interrumpen el discurso de Feijóo en Génova al grito de "Ayuso, Ayuso"

Sí que lo cuestionó la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre, que sugirió que el futuro del PP pasaba por Ayuso. La propia aludida respondió este jueves que “esto no funciona así” y que su sitio está en Madrid: "No puede ser que el jueves estuviéramos en un mitin con el presidente, aplaudiéndole, dándole nuestro apoyo y el martes tirándole por un puente (...) no somos podemitas".

Mientras, los ‘populares’ abogan por ir a una investidura de Feijóo aunque sea fallida “si el rey se lo propone”. Y es que la potestad para proponer un candidato corresponde al jefe del Estado, en cuya mano está decidir si propone a Feijóo, que no tiene apoyos para ser investido, o a Sánchez, que a priori parece tener más opciones.

Sánchez no contempla el bloqueo y confía en un acuerdo con Junts

El PSOE se ha mostrado muy crítico con Feijóo, al que ha acusado de “fingir” que puede lograr apoyos para su investidura para “tapar su fracaso” y ha dicho que es “absolutamente imposible” que los socialistas le apoyen. Además, los socialistas salieron a desmentir, como aseguró Feijóo, que el líder del PP y Sánchez se emplazaran a mantener una conversación tras el recuento del voto CERA.

El domingo por la noche, Sánchez celebró el resultado del PSOE como si de una victoria se tratara, porque en contra de lo que pronosticaban todas las encuestas, el Partido Socialista obtuvo un millón de votos más que en 2019 que se tradujeron en un escaño más, con la posibilidad de volver a reeditar gobierno de coalición.

Tras la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE, Sánchez dejó claro que no contempla el bloqueo: “La democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad”.

Por el momento, ERC, EH-Bildu y el PNV se han mostrado favorables a negociar su investidura. La formación abertzale incluso ha anunciado que votará ‘si’ para frenar un gobierno de PP y Vox. Por su parte, los nacionalistas vascos han pedido a Sánchez que haga una oferta para apoyarle. Por ahora, le piden completar el Estatuto de Gernika y hacer un planteamiento sobre el encaje de Cataluña y Euskadi en el Estado.

Y ERC y Junts se han emplazado a recuperar la “unidad estratégica” independentista en Madrid y hacer un “frente común” para poner condiciones a Sánchez de cara a la investidura. ERC ya planteó en campaña que subiría el “precio” por su apoyo con la exigencia de un referéndum de autodeterminación para Cataluña, mientras que Junts, cuyo 'sí ahora es necesario para una investidura de Pedro Sánchez, sube la apuesta pidiendo una “amnistía”.

El PSOE ya ha dicho en todo momento que, si bien confía en que la negociación dará sus frutos, ésta se hará en todo momento en el marco de la Constitución y las leyes, y ha abogado por la “discreción” en las conversaciones.

Sumar encarga a Asens negociar con Junts y Vox apela a los “socialistas buenos”

Mientras, en Sumar ya han empezado a moverse. El partido ha encargado a Jaume Asens (En Comú) la responsabilidad de negociar con Junts la investidura de Pedro Sánchez. Ya ha iniciado la interlocución, aunque el partido de Yolanda Díaz no ha aclarado con qué dirigentes de este partido está conversando.

Lo que sí dejó claro este jueves en TVE el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, es que la formación no estará en “un segundo plano” ni dejará que el PSOE negocie “directamente con Junts”, reivindicando el papel “activo” y “proactivo” de Sumar en el proceso.

Entretanto, el partido de Santiago Abascal, que estas elecciones perdió 19 escaños, ha dejado claro que no “obstaculizará” una investidura de Feijóo si logra “convencer” a un “puñado” de socialistas buenos.

Al mencionar la existencia de un “PSOE bueno”, el partido aludió al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que no tardó en responderle criticando que a Vox le gusten mucho los “tamayazos”, pero advirtió que eso no va con él y reprochó que hablar de "transfuguismos" es no tener muy claro "en qué consiste la democracia": "Yo soy un demócrata, respeto lo votado y cumplo las normas".

Page, que ha sido en la pasada legislatura uno de los ‘barones’ socialistas más críticos con Sánchez, se mostró este jueves partidario de llegar a posibles acuerdos entre los grandes partidos en las “cuestiones de Estado”, pero dejó claro que “eso no significa formar un gobierno conjunto ni de grandes coaliciones” ya que no cree que eso sea lo que ha votado la ciudadanía española y cree que las grandes coaliciones “no han funcionado nunca”.

Por ahora, todo parece indicar que Sánchez espera a que Feijóo de el primer paso. Mientras, la primera fecha previsible en el calendario es la constitución de las Cortes Generales el próximo 17 de agosto. Cinco días después se constituirán los grupos parlamentarios y, con ello, se pondrá fecha a la ronda de consultas en el Palacio de la Zarzuela para que el rey escuche a los líderes de los partidos y encargue la investidura al que tenga más apoyos. No podrá haber sesión de investidura antes de finales de agosto, aunque este plazo podría alargarse meses.