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El tabú de la menopausia persiste en el siglo XXI, aunque con menos vergüenza y más información

  • Muchas mujeres acuden a la consulta con miedo a un cambio en sus cuerpos, su salud mental o sus vidas
  • Los médicos recuerdan que naturalizar esta etapa no implica vivir con molestias: el malestar hay que tratarlo

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El tabú de la menopausia persiste en el siglo XXI, aunque con menos vergüenza y más información

Marta y Montse dejaron de tener la regla hace una década, pero sus experiencias con la menopausia fueron completamente diferentes. "Yo tuve un supermercado de síntomas. Sobre todo el insomnio", cuenta Montse. "Yo al revés: como no tuve síntomas, lo que pensé es que estaba embarazada", contrapone Mara.

Las dos mujeres aseguran a TVE que cuando ellas experimentaron los primeros signos apenas se hablaba del tema: el tabú marcó su experiencia. Tanto es así que Montse reconoce que tenían que "buscarse la vida" para encontrar información sobre lo que le estaba pasando: "Por internet, preguntando a alguna amiga que la había tenido…".

Porque a quienes han pasado por esta transición a la madurez no se les escapan los signos que la identifican, como los sofocos. "Sabías quien tenía la menopausia porque iba con el abanico: tacatacatá", ejemplifica Marta, imitando el sonido del artilugio batiéndose.

Persisten miedos y mitos sobre la vejez

Ahora, los profesionales admiten que se acude a la consulta con menos vergüenza, aunque el miedo no ha desaparecido del todo. Cómo va a transformarse el cuerpo o verse afectada la salud mental son algunas de las preocupaciones, según explica al Telediario la psicóloga clínica y sexóloga Rosario Castaño.

También angustia el qué dirán, porque aún persiste un gran mito. "Muchas mujeres asocian eso a vejez, al final de la actividad sexual", apunta la ginecóloga Sonia Sánchez, especialista en menopausia.

Frente a esto, cada vez más mujeres se atreven a visibilizarla. Como Drew Barrymore, que se disculpó con naturalidad por su primer sofoco en directo en la televisión. Montse conoce esa sensación y recuerda cómo le tachaban de "exagerada" cuando sufría uno de esos episodios de calor súbito y tenía que echar mano de su abanico. "No, es que estoy con la menopausia", cuenta que respondía. Desde entonces, para visibilizar y expandir el conocimiento sobre esta etapa de la vida de la mujer creó la plataforma 'Ella y el abanico'.

Con todo, los médicos recuerdan que naturalizar la menopausia no implica vivir con molestias. "Una persona en menopausia tiene malestar, y eso hay que tratarlo", advierte Castaño. Es esencial informarse correctamente y, sobre todo, acudir al ginecólogo para entender que la menopausia es solo el comienzo de otra etapa vital, una muy larga.