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Grecia despide a Constantino, su último rey, en un multitudinario funeral con la presencia de la realeza europea

  • A la ceremonia han asistido Felipe VI, Letizia, y los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía, hermana del exmonarca griego
  • Se trata del primer encuentro público entre Juan Carlos y su hijo desde el funeral de Isabel II, en septiembre

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Miles de personas despiden a Constantino II, el último rey de Grecia

Constantino II, el que fuera último rey de Grecia y hermano de la reina Sofía, ha recibido este lunes su último adiós en Atenas. La familia del antiguo monarca, fallecido el pasado martes a los 82 años, y representantes de toda la realeza europea han asistido al funeral en la Catedral Metropolitana de la capital helena. Entre ellos, Felipe VI y Letizia y los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía.

Antes de la ceremonia, miles de personas han acudido a la capilla ardiente, situada en la capilla de Ayios Eleftherios, contigua a la catedral, y que ha estado abierta durante cuatro horas. La asistencia, que las primeras estimaciones oficiales sitúan en 5.000 personas, ha sido mayor de la esperada en un país que dejó de ser una monarquía hace medio siglo, y muchos se han quedado sin poder entrar.

Felipe VI, junto a Letizia, ha llegado de riguroso luto a la ceremonia, y ha sido recibido por su primo Pablo de Grecia, hijo primogénito de Constantino, con quien se ha dado un fuerte abrazo. Antes habían acudido juntos Juan Carlos, quien ha viajado desde Abu Dabi, y Sofía, a quien el público ha recibido entre aplausos y coreando su nombre. La reina emérita ya se encontraba en la capital griega desde hace diez días, ya que se trasladó allí para estar junto a su hermano en sus últimos momentos de vida. Junto a ellos han acudido también las infantas Elena y Cristina, y los hijos de ambas.

Felipe VI y Doña Letizia llegan al funeral de Constantino

Primer encuentro público entre Juan Carlos y Felipe VI desde septiembre

El de este lunes es el primer encuentro público entre Felipe VI y su padre desde septiembre, durante el funeral de Isabel II. Anteriormente, padre e hijo se vieron en mayo en España, tras una visita a Galicia del anterior jefe del Estado para participar en unas regatas, pero no hubo fotografías públicas. También es la primera vez que toda la familia del rey aparece reunida en público desde el funeral de doña Pilar de Borbón en 2020.

A diferencia de lo que ocurrió durante el funeral de la reina de Inglaterra, Juan Carlos y Felipe no se han sentado juntos esta vez, puesto que el protocolo marca que a un lado del féretro se sitúe su familia, mientras que al otro lo hagan los monarcas reinantes por orden de antigüedad de proclamación, entre ellos el rey de España.

En el lado de la familia, el derecho, han ocupado sus puestos en segunda fila Juan Carlos y doña Sofía, así como la princesa Irene. Lo han hecho justo detrás de los familiares directos del finado, es decir, su esposa, Ana María de Dinamarca, así como sus hijos, Pablo, Nicolás, Felipe, además de Alexia y Teodora. Más atrás, junto a otros allegados, las infantas Elena y Cristina.

Juan Carlos y Felipe VI vuelven a encontrarse en el funeral de Constantino de Grecia

En primera fila en el lado izquierdo estaban sentados, por orden de proclamación: los reyes de España; de Bélgica, Felipe y Matilde; Países Bajos, Guillermo Alejandro y Máxima; de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia; y de Dinamarca, Margarita, cuñada del fallecido. Otros miembros de la realeza han sido el Gran Duque Enrique de Luxemburgo, Alberto de Mónaco, Margarita de Liechtenstein, el príncipe heredero de Noruega, Haakon, con su esposa Mette Marit, así como la princesa Märtha Louise, la princesa Ana de Inglaterra, y, desde fuera de Europa, la reina Noor de Jordania y la princesa Raiyah. En total, representantes de unas 20 monarquías y también miembros de familias reales que ya no reinan, como la gran duquesa Maria Romanova, de Rusia, o Simeón de Bulgaria.

Junto al ataúd, cubierto con una bandera griega, se ha colocado las condecoraciones de Constantino, entre ellas el Toisón de Oro, la máxima distinción que otorga la familia real española, y una bandera olímpica, ya que fue medalla de oro en vela en los Juegos Olímpicos de 1960, en Roma.

El funeral ha comenzado con unos 20 minutos de retraso dado el elevado número de delegaciones internacionales y de jefes de Estado que han ido llegando al centro de la capital griega, entre un gran dispositivo de seguridad. A la ceremonia han sido invitadas 187 personas, de las que 130 provienen del extranjero.

Aunque del Gobierno griego tan solo han asistido oficialmente a las exequias el viceprimer ministro, Panayotis Pikramenos, y la ministra de Cultura, Lina Mendoni, varios políticos del partido conservador Nueva Democracia han asegurado que acudirán a la ceremonia o al menos hasta la capilla ardiente, como el ex primer ministro, Andonis Samarás. Los representantes del Ejecutivo han sido recibidos entre abucheos por parte del público.

Un acto privado pero multitudinario

A pesar de que el Gobierno griego decidió que el funeral debía celebrarse como acto privado -la monarquía fue abolida en 1974, en un referéndum apoyado por el 69% de la población- y no se preveía por tanto una capilla ardiente, finalmente cumplió el deseo familiar de dar a la población la oportunidad de acercarse al féretro. La asistencia de público ha sido más alta de lo esperado, y se ha apurado al máximo el plazo de cuatro horas durante las que ha estado abierta.

Según la Policía, unas 5.000 personas han acudido a la catedral, no solo ciudadanos que viven en la capital, sino que han llegado en autobuses desde distintos puntos del país. Tras ser trasladados al interior del templo, las exequias han comenzado hacia las 12:20 hora griega (una hora menos en España). Las ha oficiado el arzobispo de Atenas y primado de la Iglesia Ortodoxa en Grecia, Jerónimo II, quien ha ofrecido una liturgia propia de un ciudadano privado.

Funeral de Constantino de Grecia: cientos de griegos se han acercado a la capilla ardiente - Ver ahora

Al final, su hijo Pablo ha pronunciado unas palabras de recuerdo en las que ha aprovechado para recordar la participación de Constantino en los Juegos Olímpicos, y honrar su "patriotismo" en momentos difíciles para Grecia, como lo fue el golpe de Estado en 1967, cuando -ha dicho- el entonces rey intentó organizar un contragolpe que fracasó y le obligó a abandonar el país, para no convertirse "en la causa de un nuevo derramamiento de sangre quedándote en Grecia". "Siempre fiel al legado de tu padre, aceptaste respetuosamente la decisión del pueblo griego", ha apostillado en alusión al referéndum que puso fin a la monarquía.

Al término de la ceremonia, el féretro se ha trasladado al exterior, donde el público ha coreado el nombre de Constantino. Por orden protocolario, los invitados se han trasladado al cementerio en las antiguas fincas reales de Tatoi, donde yacen los padres de Constantino, el rey Pablo y la reina Federica de Hannover, así como otros miembros de la familia real helena. Allí, el entorno más estrecho rezará un responso por el difunto en una pequeña capilla situada en la finca antes de unirse al resto de asistentes para dar sepultura al exrey.