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Nacional VI: la vuelta al mapa de la 'Ruta 66' española

  • La Nacional VI fue eje vertebrador de muchos pueblos entre Madrid-Galicia, pero la aparición de la autovía A-6 los dejó en punto muerto
  • La Ruta 66 española pretende reimpulsar el turismo rural en la España Vaciada
  • El domingo, a las 22.30 horas, en el Canal 24 horas y en RTVE Play

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Mojón de carretera rehabilitado en Betanzos
Mojón de carretera rehabilitado en Betanzos

Pueblos semivacíos y paisajes con encanto es lo que ofrece el antiguo camino entre Madrid y Galicia: un paraíso del "turismo slow" con mucho para disfrutar. Como sucede en Cadoalla, una parroquia de Lugo en la que tan solo viven una veintena de personas.

Gaita en mano y a ritmo de muñeiras, David J. Vilares pasea orgulloso por su pueblo. A sus 26 años, David es casi el vecino más joven. Este actor dice sentirse una "rara avis" por querer vivir en el pueblo natal y no en una gran ciudad. "Somos lo que somos gracias a lo que hemos sido", defiende, así, los valores rurales de sus ancestros.

Bosque de Os Grobos

Bosque de Os Grobos RTVE

Recuerda con cariño cómo correteaba por el restaurante regentado por sus abuelos, ubicado en el pueblo más cercano: Becerreá. El local está atrapado en el tiempo desde hace más de 20 años, cuando la Autovía A-6 absorbió casi todo el tráfico de la Nacional VI, donde está enclavado.

Paradójicamente, la construcción de la autovía reportó su punto álgido, para después desencadenar el cese de su actividad: "Recuerdo el último gran boom en el 2002. Ver a todos los empleados que trabajaban en la autovía y que venían aquí a comer en su descanso del mediodía".

David confiesa que le encantaría ver en marcha de nuevo el local, aunque reconoce que es complicado. La mayoría de los jóvenes abandonan los pueblos para vivir en las grandes ciudades: "Tanto mis hermanas como yo tenemos ahora vidas muy distintas". Aunque no descarta que algún día se cumpla su anhelo secreto: que algún día un inversor quiera apostar por esta "máquina del tiempo" y ver así renacer el local.

En punto muerto

La autovía A-6 se construye en los años 90 paralela a la Nacional VI, excepto en el tramo entre Adanero y Benavente, donde se solapan. El origen de esta carretera se remonta al siglo XIX, aprovechando muchos de los trazados del Camino Real.

Los municipios colindantes a las carreteras radiales nacieron y vivieron durante años a expensas del tráfico que circulaba por ellas. Pedrafita do Cebreiro vio esfumarse el ajetreo de los turistas hace dos décadas.

La autovía lo cambió todo

Pilar Fernández regenta Hotel Casa García desde hace 31 años. Sus principales clientes son los parroquianos, los conductores ocasionales de la nacional y los peregrinos del Camino de Santiago. Pilar evoca tiempos pasados: "En el pueblo antes había muchos más negocios, pero la autovía lo cambió todo". Y reconoce: "Los que aguantamos lo hacemos para mantenernos, no para hacer mucho, te conformas con ir cubriendo gastos".

El 7 de junio de 2022 se derrumbó parte del viaducto de O Castro de la A-6 entre Vega de Valcarce y Pedrafita. El desplome ha reportado durante unos meses una nueva vida al pueblo al desviar el tráfico por el municipio. Aunque la alegría no ha durado mucho. Desde hace unos meses cambiaron parte de la circulación y ahora solo desvían por el pueblo a los coches procedentes de Madrid.

"Paraban más los coches que vienen de Galicia para Madrid, que los que vienen de Madrid para Galicia… si quieres comprar una empanada, o un queso, este es el último pueblo de Galicia. En cambio, los que vienen de Madrid tienen toda Galicia para comprar", argumenta Pilar del perjuicio que les ha causado el cambio.

La ruta 66 española

Reactivar turísticamente la Nacional VI es la pretensión de Xosé Ramón Novoa y Silvia Vázquez, dos emprendedores que proponen reconvertir esta carretera que serpentea la meseta entre Madrid y Galicia en una posible Ruta 66 a la española.

Aquí una gasolinera abandonada es feísmo

La idea se les ocurrió recorriendo la mítica ruta americana: "Ellos son muy marketinianos, te haces una foto en una gasolinera abandonada y es estupendo, aquí tenemos una gasolinera abandonada y es feísmo, es un horror".

La Ruta 66 americana empezó a idearse en 1923 cuando el gobierno de los Estados Unidos vio la necesidad de una red de carreteras nacionales que unieran el país y sus estados. Esa carretera recorre 4.000 kilómetros.

Novoa asegura que en la Nacional VI se puede realizar un viaje más calmado, disfrutando de la ruta, sus paisajes y gastronomía: "Esos 600 km se te hacen como los 4.000 de la ruta original".

Silvia Vázquez, mano derecha de Xosé Ramon, corrobora las ventajas de este rústico trayecto: "Si eres muy friki de la carretera, de la historia o del patrimonio abandonado o desaparecido, aquí hay muchas opciones". Y recuerda el valor que tienen los antiguos mojones de la carretera: "Son un elemento fotográfico maravilloso".

Mojón de carretera rehabilitado en Betanzos

Mojón de carretera rehabilitado en Betanzos RTVE

Para Vázquez hay paradas obligadas en la ruta que sale de Madrid: "Tordesillas, Rueda, Astorga, Betanzos, Coruña… hay municipios preciosos", aunque también anima a los viajeros a desviarse unos kilómetros de la Nacional: 15 minutos o 30 minutos",para descubrir otras muchas localidades desconocidas.

Esta iniciativa de la Ruta 66 fue uno de los proyectos ganadores de TURISLAB, la aceleradora de turismo de la Xunta de Galicia en 2021.

Pingüinos en la ancha Castilla

Quienes ya han descubierto los encantos de esta "carretera madre" son los Pingüinos de Valladolid, la tribu motera más importante de España. Para Ricardo Fernández, uno de los moteros, esta vía "es más entretenida que la autovía, que es lo que vamos buscando: carreteras convencionales y paisajes".

Los Pingüinos de Valladolid en la N-VI

Los Pingüinos de Valladolid en la N-VI RTVE

Para estos moteros la Nacional VI cumple todos los requisitos para recorrerla. "Hay cantidad de sitios en los que puedes ir con una moto, aparcarla perfectamente y en los que se come muy bien", asegura la motera María Elena Martínez. A lo que Alberto Martín apostilla: "Las carreteras nacionales están muy bien cuidadas, puedes disfrutar mucho más de la moto y del paisaje".

En la ruta 66 española no te tienes que desviar para encontrar sitios visitables

Durante unas vacaciones, este grupo motero realizó la Ruta 66 original. José Manuel Navas, director general de los Pingüinos de Valladolid, se sintió un poco decepcionado con el recorrido: "Nos íbamos saliendo de la ruta 66 porque es muy aburrida. Lo bueno de la ruta 66 española, es que no te tienes que desviar para encontrar sitios visitables".

Dale la vuelta para hacerte ver

En Toral del Fondo, Zamora, hay un restaurante en sintonía con la ruta. Una melodía digna de todo buen viaje por carretera suena entre los fogones. El cocinero y propietario del Hostal Galicia, Francisco José Pascual, es un melómano redomado: "Empecé a coleccionar vinilos de niño y ya tengo más de 6.000". Hasta las cartas de los menús son portadas de algunos de los mejores discos de la historia. Francisco José las muestra, orgulloso: "Los Beatles, Nirvana, Ramones, la Velvet Underground…".

La apertura de la autovía fue una psicosis

Este restaurante con más de 80 años de historia, con menú de lunes a viernes y carta los fines de semana, está lleno hasta la bandera todos los días, pero no fue así cuando apareció la A-6: "Fue una psicosis, te quitan tu plan de trabajo y tienes que buscar otro medio para mantenerte".

Hostal Galicia en Toral de Fondo, León

Hostal Galicia en Toral de Fondo, León RTVE

El tráfico que siempre había pasado por la puerta del local, ahora se desviaba unos kilómetros al otro lado del edificio y con él, los clientes. Así que Francisco José decidió buscar una alternativa para mantener el negocio activo: "Decidimos poner las letras mirando hacia la autovía". Así se da otra peculiaridad de este restaurante: al entrar al local los clientes ven el cartel del revés.

Tatuajes de pueblo

A pie de carretera nacen emprendedores que apuestan por negocios poco convencionales en zonas rurales. En Santa Cristina de la Polvorosa, un pueblo de Zamora de 1.000 habitantes a 6 km de Benavente, encontramos un estudio de tatuajes.

Cuando abrió en 2018 consiguió un hito curioso: ser el estudio de tatuaje en el municipio con menos habitantes de Castilla y León. Para su propietario, Pedro Ferrero, el nombre del negocio: Rural Tattoo, se debe a sus raíces campestres: "No se podía llamar de otra manera ni estar en otro sitio que no fuese un pueblo. Porque yo soy… de pueblo", afirma orgulloso.

Hoy tiene cita Kike, un cliente habitual, que quiere imprimirse los versos de una canción de Marea. Cada día Pedro realiza entre dos y tres tatuajes y agradece a sus clientes la confianza. El negocio va viento en popa. Aunque al principio, casi nadie, ni la mujer de Pedro, ni sus conocidos, confiaban en su viabilidad. "Me decían: ¿Pero, cómo se te ocurrió abrir aquí? Vaya bemoles que tuviste…".

Pedro defiende la persistencia de la vida en los pueblos. "Se nos llena la boca de la España despoblada, pero hay que mantener las sucursales de los bancos en los pueblos, tenemos que seguir escolarizando a los niños aquí…". Y valora muy positivamente la propuesta de la Ruta 66 española: "Estas son las iniciativas que hay que potenciar porque tiran de los pueblos para arriba".

Repensar la economía local

Los municipios colindantes a la Nacional VI buscan ser polo de atracción turística. Los peregrinos del Camino de Santiago pasean sus mochilas por Guitiriz, en Lugo, una población con una larga tradición de fuentes termales. Las propiedades terapéuticas de estas aguas son famosas desde la época de los romanos.

Junto a la Fuente de San Juan (una de las tres minero-medicinales que hay en este Concello), están terminando las obras de un hotel-balneario de quatro estrellas. La alcaldesa, Marisol Morandeira prevé que la reapertura del negocio recoloque a Guitiriz en el mapa: "La expectativa para el pueblo es enorme".

Confía que el establecimiento atraerá un turismo con poder adquisitivo, factor que insufla esperanzas a la economía local.

Una atracción turística bizarra

La gastronomía es otro atractivo de la ruta. Betanzos ostenta un galardón que hace las delicias de los amantes de los huevos y las patatas: es el municipio con la mejor tortilla de España. Aunque esconde un lugar que rivaliza con su famosa gesta culinaria: el Parque do Pasatempo.

Detalle de relieve del Parque do Pasatempo

Detalle de relieve del Parque do Pasatempo RTVE

Esta es una construcción muy peculiar, impulsada por los hermanos Juan y Jesús García Naveira, que a mediados del siglo XIX emigraron a Argentina y para regresar luego a Galicia con una gran fortuna. Según Ángel Arcay, director del Museo das Mariñas, "construyen un parque donde tratan de recrear todo lo que vieron por el mundo para que los vecinos de Betanzos pudieran contemplar todas esas maravillas".

Es como caminar por una enciclopedia

El recorrido por el parque es curioso y llamativo. Contiene todo tipo de figuras, esculturas y construcciones de lo más variopintas: "Vas viendo desde las pirámides de Egipto hasta el canal de panamá, todo tipo de animales, cuadros… es como caminar por una enciclopedia", asegura Arcay.

El Parque do Pasatempo es un Bien de Interés Cultural. Actualmente, está cerrado, aunque están en marcha las obras de restauración y se prevé su próxima reapertura al público. Antiguamente, tenía una extensión de 9.000 hectáreas.

El faro más antiguo del mundo

La ruta 66 española debe tener un destino a la altura del resto del recorrido. La visita a la Torre de Hércules, en A Coruña, combina historia y unas vistas magníficas. "Es el faro en funcionamiento más antiguo del mundo", nos cuenta Tania Salgado, guía turística de la mítica torre. Y añade: "Es algo único de lo que estamos muy orgullosos todos los coruñeses porque tiene dos mil años de historia".

La Torre es un monumento Patrimonio de la Humanidad que traslada a una época de mitos y leyendas, como la de los doce trabajos de Hércules, que da nombre al faro… Se construye en el siglo I y no es hasta el siglo XVII que recupera su función de faro.

Desde sus 60 metros de altura contemplamos las Rías Baixas y la ciudad de A Coruña. Es el monumento más visitado de la ciudad. Antes de la pandemia, en 2019 la visitaron unos 120.000 turistas al año. Proceden de toda España y también del extranjero. Especialmente concurrida por ingleses, franceses, alemanes y americanos, que llegan en cruceros a la ciudad.