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Cine

El vínculo con 'Los hijos de otros' o las diferentes capas de la maternidad anhelada

  • La película de la francesa Rebecca Zlotowski inaugura el Festival de Cine Europeo de Sevilla

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Virginie Efira encarna a una profesora que desea ser madre
Virginie Efira encarna a una profesora que desea ser madre

Los hijos de otros, de la directora francesa Rebecca Zlotowski (Grand Central), ilumina un camino inexplorado en el cine: el frágil vínculo entre una mujer y los niños de su pareja.

La película, que arranca este viernes la 19 edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla, se aleja de los clichés asignados a las “madrastras” y se acomoda a una serena normalidad en la que llueven las preguntas: ¿Cómo debe comportarse una “no madre”? ¿Cuál es su lugar en la familia ensamblada? y la cuestión más punzante por dolorosa: ¿Cómo decir adiós a un niño al que amas en caso de ruptura?

“No se mostraba en el cine porque era un tema femenino en un sentido peyorativo y las directoras también se autocensuraban, pero me di cuenta de que lo íntimo es lo que nos une y podía interesar a otros como señala la última premio Nobel de Literatura (la autora francesa Annie Ernaux), aunque también tengo ganas de ver relatos de hombres que hablen de sus situaciones”, explica en rueda de prensa Rebecca Zlotowski, que gestó el guión partiendo de su propia catarsis personal como “mujer sin hijos que criaba a los de mi pareja”.

A este golpe emocional inédito se enfrenta Rachel, interpretada por una luminosa Virginie Efira (Un amor imposible). Una profesora de instituto de 40 años con una vida completa repartida entre sus clases, hobbies y amistades hasta que se enamora de Ali, un diseñador de coches separado con una pequeña de cuatro años.

Los tiernos lazos que se forjan con la niña activan en paralelo el anhelo de una maternidad tasada por el reloj biológico, subrayada por planos preciosistas del cielo en la transición entre estaciones.

Una nueva carga de profundidad social tan contemporánea como difuminada, aquilatada en el sentimiento hacia “esa experiencia colectiva a la que no puedo acceder” como apunta la protagonista en un ángulo existencial.

“Hay una impotencia femenina en el tema de ser madre, sobre lo que se queda y lo que se va en la vida. Algo que plantea la película es qué momento crea una familia. Un lugar vacío en el que uno quisiera realizar algunas cosas”, relata Virginie Efira a la que directora puso rostro como Rachel desde el primer instante.

“La transmisión, el dejar huella en otros, es el tema principal. Esta transmisión se puede fabricar en otros lugares como por ejemplo en el caso de la profesora hacia sus alumnos. Creo que el sufrimiento viene de la idea de no transmitir y si no una queda amputada”, desarrolla la realizadora que remite al epílogo sorpresa de la cinta, que compite en sección oficial, para redondear el mensaje.

Mujeres como aliadas

Los hijos de otros es un drama agridulce con una mirada femenina muy trazada en la elegante actuación de Efira. En una primera parte fluye un romance erótico y gozoso hasta que la relación se tensiona lánguidamente.

Rachel genera empatía súbita en una sororidad sin sobresaltos hacia Alice, la exmujer, encarnada por Chiara Mastroianni en un pequeño papel. La profesora se mimetiza en apoyo pero con la consciencia melancólica de que nunca suplantará a la madre ni ella misma gestará. Sin fragilidad ni rencores y sin desvanecer su esencia.

“Lo que se valora es el conflicto pero la realidad es que las mujeres cuando tienen intereses comunes pueden ser aliadas y es algo que tampoco estaba reflejado”, ahonda Zlotowski en este viraje hacia lo íntimo en su filmografía.

Sus palabras afloran la definición más precisa: la película es una “carta de amor” y solidaridad que abraza a todas las mujeres que no tienen hijos.