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Valia, la mujer que se niega a abandonar su casa ante el separatismo prorruso en Georgia

  • Los referendos de adhesión impulsados por Moscú en suelo ucraniano han despertado muchos fantasmas en países vecinos
  • Rusia invadió Osetia del sur en 2008

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Valia, la mujer que se niega a abandonar su casa ante el separatismo prorruso en Georgia

Los referendos de adhesión impulsados por Moscú en suelo ucraniano han despertado muchos fantasmas en países vecinos como Georgia.

Allí, en las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del sur, se organizaron procesos similares de independencia. Muchos georgianos se negaron a abandonar su tierra.

Ciudadanos rusos huyen de una posible llamada a filas por Georgia

La policía de la zona ha conducido a un equipo de TVE hasta Osetia del Sur, ocupada por Rusia en la guerra de 2008.

Allí, al otro lado del alambre de espino, entre los arbustos, aparece la anciana Valia que, a sus 93 años, es un símbolo nacional georgiano porque se ha negado a abandonar su casa.

"Me encuentro con los soldados rusos a diario y cuando me dicen que me marche me niego y les respondo que estas son mis tierras y que esta casa la construyó mi marido y que él antes de morir me pidió que no me fuera porque esto es tierra georgiana".

Rusia invadió Osetia del sur y convocó un referéndum de independencia

Este es un conflicto que aún sigue abierto y que comenzó cuando Georgia intentó recuperar el territorio dominado por los separatistas prorrusos. Rusia invadió Osetia del sur y luego convocó un referéndum de independencia.

Los georgianos que viven al otro lado de la frontera construida con una valla de alambre de espino han abandonado sus casas. Están convencidos de que tarde o temprano Rusia intentara hacerse con este territorio igual que hizo con Abjasia o el Dombás.

Valia no tiene agua corriente y sobrevive gracias a lo que le pasan los georgianos por encima del alambre o a lo que le trae su nieto.

"No queda nadie aquí, tengo dos hijas y una de ellas vive en la parte ocupada", indica la anciana, que teme que recluten a su yerno para ir a la guerra de Ucrania.

Valia señala con el bastón a la casamata desde la que vigilan los rusos y tras ser preguntada por si volverán a atacar, ella responde que "no les hace falta porque mueven la verja cada poco tiempo".