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Cómic

La sorprendente historia de Alice Clement, la primera inspectora de policía de Chicago

  • Marc Tinent y Pablo M. Collar reivindican a esta pionera en la lucha contra el crimen en La señora de Chicago
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Detalle de una ilustración de 'La señora de Chicago'
Detalle de una ilustración de 'La señora de Chicago'

Antes de que Al Capone gobernase Chicago, la reina de la ciudad era Alice Clement (1878-1926), a la que se conocía como ‘la Sherlock Holmes femenina’. Una policía que se enfrentaba a los gánsteres impecablemente vestida y con sus collares de perlas, pero que también era una experta en jiu-jitsu. En La señora de Chicago (Panini) Marc Tinent (Viejos descubridores) y Pablo M. Collar (Wicca. Las hijas del bosque) reivindican a esta pionera que se hizo tan famosa que llegó a protagonizar su propia película.

Alice Clement fue la primera inspectora de policía de Chicago -nos comenta Marc-, un personaje real que fue tan famoso en su momento que tenía hasta columnas semanales en los periódicos siguiendo sus casos. Y que, para variar, el patriarcado se dedicó a borrar de la historia”.

“La descubrí hablando con amigos sobre si Capone era el primer mafioso o no –añade el guionista-. Me puse a leer sobre la época, vi que en algunas fuentes aparecían referencias a una tal Alice Clement, y a la que indagué más descubrí un personaje fascinante. Pensé que había que reivindicarlo, y aunque también funcionaría en novela, creí que para alguien tan obsesionado por las apariencias como ella tendría más sentido contar su historia de manera visual”.

En La señora de Chicago, Marc y Pablo nos cuentan uno de sus casos, ambientado en 1917, cuando la ciudad parece haber caído en manos de un montón de estafadores que obedecen a una misteriosa líder. Solo Alice será capaz de averiguar su identidad.

“La Sherlock Holmes femenina”

Alice Clement fue tan popular en su momento que los periódicos seguían sus casos a diario. “A Alice la llamaban ‘la Sherlock Holmes femenina’ –nos comenta Marc-, porque era ese tipo de personas que entraba en una habitación y sabía cuántas baldosas había y qué habías cenado la noche anterior. Era tremendamente lista… y vanidosa, las cosas como son”.

También fue una de las pioneras en pedir el divorcio en Estados unidos. “Cuando descubrió que su marido la engañaba -asegura el guionista-, pidió el divorcio. ¡En los años 10! Para poder demostrar que era autosuficiente y lo merecía, se apuntó a un curso de la policía, que intentaba abrir sus puertas a mujeres, junto a una docena más. Consiguió divorciarse, y demostró ser tan buena resolviendo casos que la ascendieron rápidamente”.

Y enseguida descubrió cómo explotar su fama. “Era plenamente consciente de que como mujer policía llamaba la atención de la prensa -añade Marc-, así que decidió ir vestida siempre como si fuese a la ópera. 'La inspectora del collar de perlas, la llamaban también”.

Página de 'La señora de Chicago'

Destacar que esa elegante policía tenía el físico de una señora normal y corriente, no el de una 'femme fatale', pero eso no le impedía ser la protagonista allá donde fuera. “Alice es una diva fabulosa y un terremoto -nos comenta Pablo M. Collar. Su aspecto desde luego no se ajustaba a los cánones físicos impuestos, pero desde luego eso no impedía que fuera la protagonista allá donde iba”.

“Visualmente, creemos que era importante mantener esa idea visual porque es esencial que el público tenga modelos diferentes con los que pueda sentirse identificados. Más aún, si históricamente era el caso” –concluye el dibujante-.

Página de 'La señora de Chicago'

Llegó a protagonizar su propia película

Una prueba de lo famosa que fue Alice Clement es que llegó a escribir, producir y protagonizar su propia película. “¡Pues sí! –nos confirma Marc-, Aprovechando su fama, un inversor le sugirió hacer una peli sobre su vida, Los desechos de la ciudad (Dregs of the city) (1919), una historia en cine mudo sobre cómo Alice buscaba a una chica perdida en el mundo de los cabarets, siempre armada con su revólver y lista para hacer llaves de jiu-jitsu, abrir puertas a patadas o arrestar a traficantes de drogas”.

Le propusieron que Mary Pickford, la actriz más famosa del momento, hiciese de ella –añade Marc-. La respuesta de Alice fue “es tan atractiva como yo, cierto, pero yo soy mucho más lista. No es la adecuada para el papel”. Rechazó a tantas actrices porque les faltaba belleza o inteligencia o garra, que al final en el estudio le pidieron a la propia Alice que hiciese de ella misma. Y así quedó la cosa: Los desechos de la ciudad, la película sobre Alice Clement protagonizada por Alice Clement”.

“Lamentablemente, como pasó con muchos filmes de la época, no se conserva ninguna copia, ¡así que no podemos ver a Alice en acción! Solo quedan cuatro fotogramas” –concluye el guionista”.

El éxito mediático de Clement no gustaba a sus jefes y a mediados de 1926 fue degradado de la oficina de detectives a la estación de policía de West Chicago. Ese mismo año tuvo que tomarse una licencia médica por complicaciones con la diabetes, una enfermedad que había ocultado hábilmente durante toda su carrera. Murió el día después de la Navidad de 1926, a la edad de 49 años

Los cuatro fotogramas que se conservan de 'Los desechos de la ciudad'

Un cómic inspirado en la realidad

Preguntamos Marc hasta qué punto el cómic se basa en la realidad. “La señora de Chicago es un cómic de género negro basado en hechos reales, pero no es un cómic histórico. Vamos, que hemos cogido un 90% de lo que sucedió y un 10% lo hemos moldeado para que nos funcione narrativamente. Todos los personajes principales existieron de verdad, tanto los policías como mafiosos de la talla de Big Jim Colosimo o el mismísimo Al Capone”.

En cuanto a la excelente documentación, el guionista nos comenta: “Nos hemos documentado leyendo muchos periódicos. Una cantidad absurda de periódicos de Chicago entre 1916 y 1928, que así veíamos distintos enfoques sobre Alice y sus casos. Realmente, la prensa era tan amarillista en aquel momento que cuesta saber hasta qué punto era real lo que contaban o no. También hemos contactado con varias personas de Chicago, con contactos en grupos feministas y hasta en la policía, para ver qué información se da de Alice en la ciudad”.

“En todas las obras hay una parte previa de investigación –añade Pablo-. Obviamente en una con tintes históricos esta parte es más exhaustiva y lleva más tiempo. Le dedicamos mucho esfuerzo y seguro que algo se nos ha colado pero bueno. Estas cosas son así”.

Página de 'La señora de Chicago'

Dibujando el Chicago de los años 30

Destacar la excelente reconstrucción del Chicago de los años 30 que realiza el dibujante, Pablo M. Collar. “Como toda obra de ficción, hay una parte de realidad y otra parte de cosecha propia de los autores. Tuvimos un largo periodo de investigación previo (y también durante el desarrollo, porque siempre surgen dudas) sobre la ciudad, la tecnología del momento y muchos otros detalles”.

“También sobre los personajes que aparecen, la mayoría reales –añade-. Aunque en este caso si me he tomado pequeñas licencias porque ayudan visualmente a la historia. Por ejemplo, Capone es ligeramente más joven y estilizado en su aspecto que el que tenía exactamente en esa época, pero eso me ayudaba, por un lado, para hacerlo evolucionar en el caso de nuevas entregas y porque crea contraste con el personaje de Alice cuando están en las mismas escenas”.

Página de 'La señora de Chicago'

Preguntamos a Pablo sobre sus influencias para construir este Chicago: “A la hora de investigar, obviamente la televisión y el cine son una gran fuente de ayuda a la hora de reconstruir estas épocas pasadas. Obras como Boardwalk empire o Peaky Blinders han servido de referencia para ambientes”.

En cuanto a su estilo de dibujo, Pablo nos comenta: “No sé muy bien como describirlo. La gente dice que mi estilo es manga, pero no creo que tenga esos tintes. Más bien es una amalgama (como el de todos los artistas) de grandes autores que me gustan y entre los que hay de todo: Sean Murphy, Bachalo, Kubo, Redondo, Mignola… son algunos de los que me han marcado”.

Destacar el estupendo uso del color en el cómic. “El color es algo fundamental y la obra cambia mucho si está pensada para blanco y negro o para ser coloreado -nos cuenta-. En mi caso trato de ajustar mucho el color al tono y ambiente de la obra, que aporte información y personalidad extra. Aunque he de reconocer que ahora mismo dejo este trabajo en manos de otras personas porque es una paliza enorme hacer ambas cosas”.

Página de 'La señora de Chicago'

¿Podría haber más aventuras de Alice?

Tras el descubrimiento del fascinante universo de Alice Clement, preguntamos a Marc si podremos leer nuevas aventuras en el futuro. “¡Esperamos que sí! Al final, la historia de Alice es una de auge y caída, de ser la poli más famosa del momento a que haya quedado olvidada por todo el mundo. Y como tal, hay muchos casos suyos que nos gustaría adaptar. En especial dos: uno que resolvió junto a su hija mayor, y otro relacionado con el rodaje de su peli, que nos parece un contexto genial para una historia con ella. ¡Habrá que ver si las ventas acompañan y a la editorial le interesa!”

En cuanto a sus proyectos, Marc nos avanza: “Estoy preparando dos tebeos que se alejan un poco del género negro. Por un lado, una comedia romántica en un internado británico, con bastante locura y un poco metatextual. Y por otro, la historia real de Roy Sullivan, el hombre con el récord Guinness de 'persona a quien le han caído más rayos'”.

En cuanto a Pablo: “Actualmente, estoy terminando un segundo número para Valiant, un proyecto para DC y otro para Scout: Trance, poco a poco iré mostrando novedades en mis redes”.

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