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Sáhara

El tratado de amistad y cooperación entre Argelia y España: ¿Qué es y qué consecuencias tiene su ruptura?

  • El tratado de amistad ha estado vigente los últimos 20 años y contempla la no injerencia en asuntos internos del otro
  • El país argelino considera "injustificable" la posición española sobre el Sáhara Occidental y el plan de autonomía marroquí

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Fotomontaje con las banderas de España y Argelia
Fotomontaje con las banderas de España y Argelia.

El reconocimiento por parte de España del plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental sigue tensando las relaciones con Argelia hasta llegar este miércoles a un "punto muerto". En un primer momento, Argelia llamó a consultas a su embajador en Madrid para posteriormente deplorar el giro histórico en política internacional dado por el Gobierno de Sánchez. Ahora, Argelia ha dado un paso más y ha suspendido el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, veinte años después de su firma el 8 de octubre de 2002.

Este tratado, que hasta ahora ha regido el desarrollo de las relaciones entre los dos países, contempla entre sus principios generales que ambos estados respeten la legalidad internacional, la soberanía mutua y no intervengan en asuntos internos del otro, o acuerdos económicos para favorecer la inversión energética o de pesca que ahora se ven en suspenso. De hecho, Argelia es el primer proveedor de gas de nuestro país.

Acuerdo firmado entre Aznar y Bouteflika

El texto consta de ocho principios generales, entre los que se encuentran el respeto a la legalidad internacional, la igualdad soberana, la no intervención en asuntos internos, la abstención de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza, el arreglo pacífico de controversias, la cooperación al desarrollo, el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de las personas o el diálogo y comprensión entre culturas y civilizaciones.

En el acuerdo, firmado entre José María Aznar y el ya fallecido presidente argelino Abdelaziz Bouteflika, ambos países se comprometen a abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza, de acuerdo con la Carta de Naciones Unidas, contra la integridad territorial o la independencia política de la otra Parte, o de cualquier otro acto incompatible con los fines y objetivos de las Naciones Unidas.

"En consecuencia, no podrá invocarse ninguna consideración que justifique el recurso a la amenaza de la fuerza o al uso directo o indirecto de la misma", señala el Tratado en el que las partes también se comprometen al arreglo pacífico de controversias que puedan surgir entre ellas "de manera que no se pongan en peligro la paz y la seguridad internacionales".

Ambos países se comprometen a cumplir de "buena fe" las obligaciones que hayan contraído de acuerdo con los principios y normas del Derecho Internacional con los Tratados u otros acuerdos, conformes al Derecho Internacional, en los que son parte.

Y en este contexto, recuerdan que el necesario respeto, en toda circunstancia, de la legalidad internacional, constituye un "factor esencial del mantenimiento de la paz y la seguridad en el mundo y de la promoción de las relaciones de confianza y de cooperación entre los Estados".

Reuniones anuales de alto nivel

Precisamente, para Argelia estos puntos habrían sido quebrantados por España al apoyar a Marruecos y echar por tierra cualquier posibilidad de independencia del Sáhara Occidental. Argelia es un socio y aliado del Frente Polisario, que reclama la autodeterminación del Sáhara, tal y como establece la ONU en la resolución 690 del 29 de abril 1991.

Los dos países también acordaron respetar los derechos humanos y las libertades y a desarrollar un diálogo y comprensión entre culturas y civilizaciones, inspirándose en sus tradiciones, vínculos históricos y humanos y en su pertenencia a una misma cultura mediterránea.

Para lograr los objetivos, el acuerdo establece una reunión de alto nivel entre los Jefes de Gobierno de ambos países una vez año, un encuentro ministerial anual de los Ministros de Exteriores, consultas regulares entre los Secretarios de Estado, Secretarios generales y Directores generales de los Departamentos de Asuntos Exteriores y consultas, si son necesarias, entre otros departamentos ministeriales e instituciones del estado de ambos países "con el fin de promover la concertación y la cooperación en todos los campos de actividad".

Gas, migración y economía

Gracias al acuerdo se logró una cooperación económica mediante el impulso de inversiones recíprocas. Entre los ámbitos de cooperación económica se precisó con especial atención el de los proyectos de infraestructura, particularmente en los campos de la energía, obras públicas y viviendas, transportes y comunicaciones, pesca marítima, protección del medio ambiente y gestión de recursos naturales.

"La parte española facilitará su asistencia a la argelina en materia de modernización industrial, institucional y normativa, tanto en el plano bilateral como en el marco más global del Acuerdo de Asociación entre Argelia y la Unión Europea", precisa el acuerdo.

El país argelino mantiene malas relaciones diplomáticas con su vecino marroquí, país con el que considera que España se ha alineado desde el mes de marzo. Desde que España reconoció la propuesta de Mohamed VI para el Sáhara, Argelia ha amenazado con revisar al alza el precio del gas que suministra a nuestro país o incluso cortarlo, aunque desde el Gobierno han afirmado este miércoles que tiene garantías al "máximo nivel" de que el suministro está garantizado.

Otro de los aspectos pactado fue la profundización, la cooperación en materia de control de los flujos migratorios y de lucha contra el tráfico de seres humanos, así como la cooperación en la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y el tráfico de estupefacientes.

Y en materia de Defensa, el Tratado contempla promover la cooperación entre sus Fuerzas Armadas, prestando especial atención a los intercambios de delegaciones, a la realización de cursos de formación y perfeccionamiento y a la organización de ejercicios conjuntos.