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El supuesto acoso a Corinna, la última causa pendiente del emérito con la Justicia

  • Juan Carlos I no tiene ya ninguna causa pendiente con la justicia en España tras el archivo de las tres investigaciones
  • El Tribunal Supremo de Londres, en cambio, abre la puerta a que pueda ser juzgado por acoso y le ha denegado la inmunidad

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El rey emérito y Corinna Larsen en una imagen de archivo
El rey emérito y Corinna Larsen en una imagen de archivo.

Juan Carlos I no tiene ya ninguna causa pendiente con la justicia en España tras el archivo de las tres investigaciones que se cernían sobre él y con esa tranquilidad ha decidido volver a España este jueves, tras casi dos años residiendo en Abu Dabi, en una visita que finalizará el lunes con un encuentro con Felipe VI en la Zarzuela. Pero el rey emérito todavía sigue en el foco de un juez británico que ha rechazado su inmunidad y ha abierto la puerta a juzgarle por un presunto acoso a Corinna Larsen, que también pidió al Tribunal Supremo de Londres una orden de alejamiento y una indemnización.

Los hechos se habrían producido a raíz de que saliera a la luz su relación con Juan Carlos I tras un viaje que realizaron juntos en Botswana en 2012. Un “hostigamiento” por parte del monarca y los servicios secretos españoles (con supuesta implicación del CNI) que se habría dado mediante amenazas, difamación y espionaje encubierto, siempre según la versión de Larsen, y que duró hasta 2020.

Los fines, según ella, eran varios: que no revelase secretos de Estado que podía tener en su poder, retomar la relación amorosa y que la empresaria devolviese al monarca una serie de regalos, entre ellos 65 millones de euros supuestamente procedentes de las comisiones de Juan Carlos I por las obras del AVE a La Meca.

La denuncia recoge varios episodios de “vigilancia exhaustiva”, allanamiento de morada de sus residencias en Mónaco y Londres e interceptación ilegal de teléfonos móviles y cuentas de correo electrónico que Larsen atribuye a agentes del CNI o “mercenarios” controlados por los servicios de Inteligencia españoles bajo la dirección entonces de Félix Sanz Roldán y su sustituta, Paz Esteban (recientemente destituida por el escándalo del espionaje por Pegasus). Estos hechos fueron denunciados hasta en cinco ocasiones a la Policía británica y por carta ante los servicios de seguridad internos y de inteligencia, conocidos como MI5 y MI6.

En una entrevista a la cadena británica BBC, Larsen aseguró que Roldán la visitó en su domicilio de Londres en 2012 y le advirtió de que no hablara con la prensa sobre el rey Juan Carlos porque, si no seguía estas instrucciones, “no podría garantizar” su seguridad y la de sus hijos. Y es que a lo largo de los últimos años la empresaria ha hecho diversas declaraciones y acusaciones sobre fortunas ocultas por el rey Juan Carlos, por las que el monarca también fue investigado por la Fiscalía Suiza (que archivó el caso). Larsen también aseguró que la siguieron durante un viaje de negocios a Brasil y que recibió una amenaza anónima de muerte en la que le decían que hay muchos túneles entre Mónaco y Niza, una alusión al choque en el que murió la princesa Diana de Gales en París.

El juez deniega la inmunidad al monarca y dice que “no es soberano”

El principal argumento de la defensa del monarca en este caso fue alegar su inmunidad y que las cortes británicas no tenían jurisdicción sobre la demanda, pero el juez Matthew Nickin del Tribunal Supremo lo ha rechazado porque, tras su abdicación en 2014, “no es soberano ni jefe del Estado de España” y, por tanto, “no tiene derecho a inmunidad personal” propio a ese rango.

De lo contrario, dijo, tendría inmunidad “personal y vitalicia”, y añade: "En su forma más cruda, significaría que si mañana, el demandado entrase en una joyería en Hatton Garden y robase un anillo de diamantes, no podría enfrentar ningún proceso civil o penal en esta jurisdicción (a menos que el Estado español renuncie a su inmunidad)". "Nada en los principios de el derecho internacional o el respeto a la dignidad y soberanía del Estado español obliga tal conclusión", determina el tribunal.

El juez, además, dictó pocos días después que la defensa del emérito no podía recurrir el fallo en el que le deniega la inmunidad, con lo que tan solo le quedan a los abogados del monarca acudir directamente ante la Corte de Apelación británica.

Cuatro investigaciones archivadas en España y Suiza

En marzo de este año, la Fiscalía del Tribunal Supremo archivó definitivamente las tres investigaciones que mantuvo abiertas sobre las presuntas comisiones ilegales de 85 millones de euros por la adjudicación del AVE a La Meca, la del supuesto uso de tarjetas 'black' sufragadas por un empresario mexicano, y la relativa a la fortuna que habría ocultado en la isla de Jersey. El Ministerio Público también dio por buenas las dos regularizaciones fiscales que realizó Don Juan Carlos sobre sus finanzas, por las que pagó casi cinco millones de euros por dinero no declarado al fisco. Más de cuatro fueron por los pagos en especie de unos ocho millones de euros procedentes de la fundación Zagatka, de su primo Álvaro de Orleans.

Eso sí, la Fiscalía confirmó que se habían producido diversas irregularidades en los negocios del rey emérito e incluso indicio de algunos delitos como cohecho, si bien el monarca estaba amparado cuando se produjeron por la inmunidad o los delitos ya habían prescrito.

También la Fiscalía suiza archivó la causa por los 85 millones de euros que Juan Carlos I recibió por parte del rey de Arabia Saudí en 2012, cuando todavía era jefe de Estado, ligados a las obras del AVE a La Meca. Las donaciones se investigaban en Suiza desde el año 2018 por el primer fiscal de Ginebra, Yves Bertossa, ante la sospecha de que se tratase de operaciones de blanqueo de dinero.

La investigación se archivó al no poder establecerse un vínculo “suficiente” entre la cantidad recibida de Arabia Saudí y la celebración de los contratos para la construcción del tren de alta velocidad.

Ya sin cuentas pendientes en España, Don Juan Carlos estará en el país hasta el próximo lunes. Ese día viajará a La Zarzuela para reunirse con Felipe VI y la reina Sofía tras un fin de semana en el que participará en las regatas de Sanxenxo. Su intención, tras volver a Abu Dabi, es regresar periódicamente a España para visitar a la familia y los amigos.