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Elecciones en Francia

La abstención se sitúa en el 27,6% y es la más alta en los últimos 50 años en Francia

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Francia vota entre Macron y Le Pen en un duelo directo y con pronóstico ajustado

La participación en la segunda vuelta de las presidenciales francesas se ha situado en el 71,8% y es la más baja en los últimos 50 años. Hay que remontarse a la segunda vuelta de 1969, que enfrentó al "gaullista" Georges Pompidou con el democristiano Alain Poher, para encontrar una tasa de abstención tan alta. Este domingo ha sido del 27,6%.

Ligera subida a mediodía

La tasa de participación en Francia había registrado una ligera subida al mediodía, cuando el 26,41% del censo había ejercido ya su derecho al voto, un punto más que en la primera.

Según las estimaciones del instituto Ipsos, la abstención alcanzó el 28,2%, 2,5 puntos más que en las elecciones de 2017, cuando se situó en el 25,44%

Con estos datos, según las estimaciones de los institutos de sondeo, la abstención ha alcanzado el 27,6%, 2,5 puntos más que en las elecciones de 2017, cuando se situó en el 25,44%, lo que supone la más alta en la historia en una segunda vuelta en unas elecciones francesas.

Hasta 2017 siempre votaban más franceses en la vuelta definitiva que en la primera. Por lo tanto, la abstención ronda el récord absoluto en unas presidenciales, que lo marcó la primera vuelta de 2002, con el 28,4 %.

Jornada sin incidentes

Los colegios electorales han abierto a las 8:00 horas en la Francia continental para el duelo entre el candidato a la reelección, Emmanuel Macron, y la aspirante Marine Le Pen. Como sucediera en 2017, ambos se enfrentan, pero con más incertidumbre que años cinco atrás, cuando el actual presidente logró una cómoda victoria que podría repetirse este domingo, aunque con un margen más estrecho, según las encuestas.

Si entonces Macron dobló en votos a su rival (66,1% frente al 33,90%), las últimas encuestas publicadas el viernes lo daban ganador con una horquilla de entre el 53,5 y el 57,5% de los votos, aunque el número de indecisos es elevado.

Casi 49 millones de franceses han estado llamados a designar quien será el inquilino del Elíseo en una jornada que ha culminado a las 20:00 horas, cuando han cerrado los últimos colegios, los de las grandes ciudades, una hora después de que lo hagan el resto.

Elecciones en Francia: Macron y Le Pen votan en las eleccionres presidenciales francesas - Ver ahora

Votan los candidatos

Marine Le Pen ha votado poco después de las 11.10 de la mañana (9.10 GMT) en su feudo electoral de Hénin Beaumont, una pequeña ciudad próxima a la frontera belga, al norte del país.

La líder ultraderechista fue al colegio electoral acompañada del alcalde de Hénin Beaumont, Steeve Briois, que es de su partido, la Agrupación Nacional (RN). Durante los minutos que precedieron su llegada al colegio electoral, estuvo saludando al público que se encontró por la calle.

Por su parte, Emmanuel Macron y su esposa Brigitte Macron han votado pasadas las 13:00 en Le Touquet (Pas-de-Calais), donde votan habitualmente.

Mayor implicación en la segunda vuelta

A diferencia de lo que hizo al principio de la campaña, Macron para esta segunda vuelta se ha implicado de lleno y ha conseguido ampliar el colchón con respecto a Le Pen, de acuerdo con los sondeos.

El presidente, que aspiraba a ser el primero en revalidar su mandato sin haber tenido una cohabitación (un gobierno de un color político diferente al suyo), ha estado advirtiendo en los últimos días del riesgo que suponía el exceso de confianza, que podía desembocar en una sorpresa que él ha comparado con la del referéndum del Brexit en 2015 en el Reino Unido o con la elección de Donald Trump en Estados Unidos al año siguiente.

En los últimos 15 días, se ha esforzado en subrayar los riesgos que comportaría la elección de Le Pen, que a su juicio fracturaría la sociedad francesa con sus ataques a los inmigrantes o con su proyecto de prohibir el velo islámico en las calles, y que supondría la salida de Francia de la Unión Europea, porque haría primar el derecho nacional sobre el comunitario y recortaría la contribución gala al presupuesto.

La candidata ultraderechista también ha jugado al ataque, con duras acusaciones al plan de Macron de retrasar hasta los 65 años la edad de jubilación y con críticas a su actitud "arrogante" y "altanera".

Ella misma se ha presentado como la portavoz del pueblo, ha defendido sus rebajas de impuestos a los carburantes y a un centenar de productos básicos para contrarrestar la inflación y ha prometido proteger a los franceses frente a la globalización, al contrario que su rival, a quien acusa de ser "el candidato de las élites".

Una estrategia que le ha situado más cerca que nunca de la victoria, pero a tenor de los sondeos todavía por debajo del 50% de los votos.