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Guerra en Ucrania

Las voces del éxodo ucraniano en España: "Nadie quiere abandonar su país"

  • 'Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso' ha realizado un programa especial desde el centro de refugiados de Pozuelo de Alarcón
  • En España se han concedido cerca de 15.700 resoluciones de protección internacional que les dan derecho al trabajo y la residencia
  • Guerra Rusia - Ucrania: sigue la última hora del conflicto en directo

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Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - El reto de la acogida: "Son mujeres solas con niños. Hay que pensar en su conciliación"

Decenas de familias ucranianas acuden cada día al centro de refugiados del Pozuelo de Alarcón (Madrid) para resolver los trámites de documentación y encontrar un alojamiento provisional. El espacio ha recibido ya a 3.000 personas y tiene alojadas de forma temporal a 340. Entre ellas se encuentran Svetlana y Yaroslav, que llegaron al centro por separado con su hija y su hijo respectivamente.

Allí encontraron el uno en el otro un apoyo frente a la incertidumbre mientras esperan a ser reubicados en alguna comunidad autónoma. “Estamos esperando a que nos digan si nos vamos a Soria o a otra población de España”, explica Yaroslav a RNE mientras desayunan en los comedores que albergan las instalaciones. Su prioridad, como la de muchos, es encontrar un trabajo con el que poder subsistir de manera autónoma. “Los ucranianos que podemos trabajar esperamos encontrar un trabajo para ganarnos nuestro pan”, subraya.

El Gobierno ya ha concedido 15.700 resoluciones de protección internacional que habilitan a los ucranianos a trabajar y residir en España. Algunos, como Natahsa, que ya residía en España y tuvo que volver a Ucrania a por sus hijos y su nieto cuando comenzó la guerra, ven en esta una oportunidad para comenzar una nueva vida. “Me gustaría residir en España, la gente es muy amable y nos están ayudando mucho”.

Pero la mayoría de los refugiados ucranianos asume su acogida como un proceso temporal. Además, todavía son muchos los que se resignan a abandonar el país a pesar de tener familiares en otras zonas de Europa. "Mi hijo quiere seguir yendo a su colegio de Ucrania", cuenta Alejandra, residente en España desde hace tres años. Su hija, de 21 años de edad, ha tenido que quedarse en Ucrania cuidando de sus abuelos porque están muy enfermos.

Un relato similar al de Ariadna Mischuk, profesora de español, intérprete y 'fixer' de la enviada especial de RNE a Ucrania, Aurora Moreno. Lleva años viviendo entre Cádiz y Kiev debido al doctorado que está desarrollando en la universidad andaluza y por ello tuvo la posibilidad de salir del país una vez terminó el trabajo que estaba realizando. Su familia no quiere abandonar Ucrania a pesar de que conocen y han residido previamente en España. “Nadie quiere salir de su casa”, dice Mischuk.

Familias de acogida

La solidaridad y el apoyo de la sociedad española están resultando indispensables para recibir a todas aquellas personas que sí deciden trasladarse. Hay un teléfono de asistencia para quienes quieran ser familia de acogida como Ana y Elías. Este matrimonio del barrio madrileño de Arganzuela acogió hace unos días a Lili y a su madre Hanna, a quienes conocieron gracias a la asociación ‘Cultura sin Fronteras’.

“Tenemos sitio suficiente y no encontramos mejor cosa que ofrecer que nuestra casa”, comenta Elías. Y añade que están “encantados de la vida y muy contentos” con la familia que han acogido. “Son parte de la familia”, señala Ana, que destaca la enorme ayuda que están recibiendo de los vecinos del barrio.

Ana, madre de acogida: "Son parte de la familia"

Ambos forman parte de una despensa solidaria en Arganzuela y desde allí todos se han volcado en la acogida de madre e hija. Hanna había sido recientemente operada de la columna vertebral, lo que le imposibilita moverse sin contar con una silla de ruedas, y a pesar de lo tortuoso del viaje de llegada a España, ahora está recibiendo en Madrid servicios farmacéuticos y fisioterapéuticos de forma gratuita gracias a la gente del barrio. El matrimonio explica que el proceso de tramitación no ha sido complicado. Lili llevaba 20 años trabajando en España, pero la guerra le cogió por sorpresa en Ucrania cuando visitaba a su madre durante las vacaciones, y Hanna fue atendida en el centro de acogida de Pozuelo, donde en cuatro horas le dejaron resuelta la documentación.

Los trámites a seguir

Debido a la excepcionalidad de este conflicto, los procesos de tramitación también se han visto agilizados. "Han tenido muy buena acogida política; a nivel europeo se ha activado el plan de Protección Temporal gracias a la cual en apenas 24 horas las familias reciben el permiso de residencia que tiene una validez de un año, ampliable a tres", explica Margarita de la Rasilla, referente de infancia refugiada de ACNUR. María Tejada, responsable de campañas y comunicación de ACCEM, considera que “se trata de una oportunidad para aprender a poner en marcha mecanismos que hasta ahora no parecían posibles". Ambas recuerdan la importancia de no olvidar “a los muchos refugiados que siguen llegando a España” procedentes de otros conflictos.

Miriam Benterrak, directora general de Programas de Protección y Atención Humanitaria: "Procuramos tener la máxima coordinación con las autoridades autonómicas y locales"

Los voluntarios de ambas asociaciones son los encargados de asistir y atender a quienes no dejan de llegar al centro de acogida de Pozuelo de Alarcón. Miriam Benterrak, directora general de Programas de Protección y Atención Humanitaria, resalta la dificultad añadida que supone esta situación debido a que las familias se enfrentan al reto de la escolarización de los menores y a lograr una autonomía que permita la conciliación por parte de las madres. "Estamos procurando tener la máxima coordinación y una comunicación muy estrecha con las autoridades autonómicas y locales en materia de información y necesidades de atención”, señala.

Gracias a eso se están logrando gestionar los miles de casos que han llegado en los últimos días. El Comisario de la Unidad Central de Fronteras, Fernando Alonso, explica cómo se realiza el trámite. En primer lugar y tras la previa identificación realizada por ACCEM y ACNUR, se procede a la toma de huellas y a comprobar los datos y las fotografías de cada uno.

Tras esto, la información se traslada a la Policía Nacional de Extranjería y Fronteras, quienes aceptan el trámite y se encargan de grabar la residencia temporal que se les asignará de forma inmediata una vez realizado el proceso, atendiendo a sus necesidades, peticiones y teniendo en cuenta las plazas asignadas por cada localidad. Y, finalmente, la Oficina de Asilo es la responsable de tramitar el documento con el que estas familias no solo podrán acceder a la que será su residencia hasta finalizar el conflicto, sino con el que podrán realizar todos los trámites necesarios para su integración en el país.