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Un tribunal noruego rechaza la libertad del ultraderechista Breivik, autor de la masacre de Utoya

  • Recientemente, el terrorista había reclamado su libertad haciendo el saludo nazi ante el tribunal en la vista del juicio
  • Fue condenado a 21 años de prisión después de haber asesinado a 77 personas, en su mayoría jóvenes

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Un tribunal noruego rechaza la libertad del ultraderechista Breivik
Un tribunal noruego rechaza la libertad del ultraderechista Breivik

Un tribunal noruego del distrito de Telemark ha rechazado este martes poner en libertad condicional a Anders Breivik, el ultraderechista autor de la masacre de Utoya en la que murieron 77 personas, al considerar que sigue siendo peligroso.

El tribunal, ante el que Breivik solicitó la libertad condicional realizando el saludo nazi hace dos semanas tras haber cumplido diez años de condena, considera que existe un riesgo significativo de que el extremista pudiera reincidir en caso de ser liberado, según ha informado la agencia de noticias noruega NTB.

En la justificación del fallo, adoptado de forma unánime, el tribunal argumenta además que el acusado "parece carente de empatía y compasión" y que su ideología es la misma que cuando cometió la masacre, en 2011.

Cumple condena desde el año 2011

Según el auto, Breivik se "distanció en cierta medida" de sus acciones, pero la versión de los hechos que construyó es tan "vaga" que "no es posible creer que el propio acusado cree en ella," prosigue el veredicto, que puntualiza que, aunque Breivik "expresó verbalmente" dolor por sus víctimas, al mismo tiempo "defendió y, posiblemente, legitimó" sus acciones.

Por su parte, el abogado de Breivik, Oystein Storrvik, ya ha anunciado que su cliente recurrirá la sentencia ante el Tribunal de Apelación de Agder. Además, ha señalado que junto con Breivik está trabajando en una queja aparte relacionada con las condiciones de la prisión de Skien, donde el extremista, de 43 años, cumple condena.

Durante la vista para solicitar la libertad condicional, Breivik había condenado la violencia y había expresado que sufrió un "lavado de cerebro" por una red extremista, aunque ha asegurado que mantiene su fe en el nacionalsocialismo.

El 22 de julio de 2011, Breivik colocó una furgoneta bomba en el complejo gubernamental de Oslo, que mató a ocho personas, y después se desplazó a la isla de Utoya, donde las Juventudes Laboristas celebraban su campamento anual y donde ejecutó a tiros a decenas de jóvenes, algunos de tan solo 14 años.

Por esos hechos, el ultraderechista noruego fue condenado a 21 años de prisión después de haber asesinado a 77 personas, en su mayoría jóvenes, en lo que fue la mayor matanza en la historia del país nórdico tras la Segunda Guerra Mundial.