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Economía

Familias que sobreviven con las pensiones de los abuelos: "Sin ayuda tendría problemas para comer decentemente"

  • Con la pandemia, los mayores se han convertido en una palanca económica de familias que no llegan a fin de mes
  • Los expertos piden poner el foco en las familias vulnerables que sobreviven con pensiones inferiores a 400 euros

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Una pareja está sentada en un banco de Sevilla con un carro de la compra
Con sus pensiones, los mayores se han convertido en el pilar económico de las familias

Este martes, el Consejo de Ministros actualizó el sistema de pensiones para “dignificar” la vida de los mayores. Unos jubilados que, tal y como hicieron en la crisis de 2008, han demostrado durante la pandemia que son un pilar fundamental para sus familias, que consiguen salir adelante gracias a su ayuda.

Pilar tiene 72 años y cobra 770 euros de pensión. Junto a la de su marido, ingresan 1.700 euros cada mes en una casa que ya está pagada. Uno de sus hijos no gana lo suficiente para pagar un alquiler de 500 euros y mantener a sus dos hijos. Por ello, ella le da dinero cada mes "para que pueda vivir" a pesar de que tiene trabajo. Además, asegura que sin su ayuda "tendría problemas para aguantar y comer decentemente cada mes", y aunque su hijo nunca les ha pedido dinero, saben que su marido y ella deben hacerlo: "Tenemos que estar ahí".

Según la última Encuesta de Población Activa (EPA) del INE, a finales de 2021 había más de un millón de hogares en España con todos sus miembros desempleados y, además, se contabilizaron 563.000 que no tenían ningún tipo de ingresos. Yolanda Carmona, coordinadora de programas de Save The Children, asegura a RTVE.es que el coronavirus ha sido un potenciador de desigualdades y ha acentuado el retorno a los hogares de los mayores, sobre todo en familias monomarentales.

De esta manera, muchos padres y madres que han perdido sus empleos han recurrido a los abuelos, que ahora "no solo van a buscarlos al colegio, sino que se hacen cargo de ellos a nivel económico” y asumen sus gastos escolares. En este escenario, cada vez más colectivos reclaman prestaciones más dignas. Pilar es miembro de Yay@flautas de Madrid, un colectivo que se manifiesta para preservar los derechos de los jubilados. Ve la actualización de las pensiones como algo favorable, pero cree que hace falta una subida más equitativa y centrada en las más bajas porque, según explica, "las personas que ganan 400 o 500 euros apenas lo van a notar".

Abuelos que pagan las facturas y la comida de sus hijos y nietos

La pandemia, como otras crisis económicas, ha empeorado la situación de las familias vulnerables. Alexander Elu, de Save The Children, explica a RTVE.es que ha aumentado la pobreza monetaria en hogares sostenidos económicamente por una persona mayor, alcanzando el 18% de los domicilios en situación vulnerable, como es el caso de Antonia.

Antonia tiene 68 años y vive en una casa en Sevilla con dos de sus hijas y sus dos nietas. “Mi pensión es de 360 euros, pero con esto no tenemos para vivir”, explica a RTVE.es. Su hija mayor también recibe otra ayuda de 360 euros por enfermedad, de manera que las cinco personas que conforman su núcleo familiar sobreviven con 720 euros todos los meses.

Después de recibir una notificación de desahucio, la Junta de Andalucía le ha ofrecido un alquiler "más barato", pero no tiene medios: “Si pago 80 euros y 15 de comunidad, ¿cómo doy de comer a mis hijos?”. Sin dinero para hacer la compra a diario, pide ayuda a Save The Children y las Hermanas de la Cruz. Para Antonia, lo más difícil es afrontar los gastos energéticos: “Tengo la luz pinchada y facturas del agua atrasadas”. Además, arrastra una enfermedad y cuenta que lo único que no paga son las medicinas, aunque admite que no puede comprar mascarillas a diario para protegerse del coronavirus, es una vecina quien se las regala.

Siete personas, tres generaciones y menos de 900 euros

Con menos dinero aún cuenta Luz Divina. Tiene de 71 años y espera junto a un carro lleno de comida frente a la Fundación Madrina. Cobra una pensión de 577 euros y cada dos semanas acude para recoger alimentos y llevarlos a su casa en la Cañada Real, donde viven en total siete personas, entre ellos tres de sus nietos. “Seguimos sin luz y muchas veces no tenemos agua”, explica a RTVE.es, de modo que esta mañana de enero no solo viene a por comida, también a por mantas para poder combatir el frío.

A pesar de haber criado sola a seis hijos, asegura que su situación actual es “muy mala”. “Sobrevivimos con mi pensión y los 300 euros que gana mi hija limpiando portales”, lo que se traduce en menos de 900 euros mensuales para mantener a su familia. Ha solicitado el Ingreso Mínimo Vital (IMV), pero cuenta que “todo va muy despacio” y aún espera la resolución. El Gobierno puso en marcha esta ayuda en mayo de 2020 para proteger a las familias más vulnerables ante la aparición del coronavirus. Sin embargo, desde Save The Children denuncian que en 2021 llegó a 362.000 hogares, una cifra lejana a las 850.000 que el Gobierno marcó como objetivo.

Como Luz Divina, decenas de familias acuden a la Fundación Madrina todos los días en busca de alimentos y productos básicos. Conrado Giménez, su fundador, asegura a RTVE.es que esta situación ha empeorado en épocas como la crisis económica de 2008 y la aparición del coronavirus. En la primera etapa de la pandemia llegamos a dar 4.000 menús diarios”, explica, una cifra que ahora se ha reducido a la mitad.

La organización atiende a madres jóvenes que necesitan comida o pañales, pero también destaca que han aumentado los casos de personas mayores que piden ayuda porque no pueden mantener a sus familias con pensiones de 400 y 500 euros, hogares donde en ocasiones “se juntan tres generaciones: ellos, sus hijos y sus nietos”. En este escenario, Giménez alerta que hay mucho camino por recorrer, ya que "hay familias enteras que están volviendo a la precariedad" y se ven obligados a pedir alimentos cuando sus mayores no pueden ayudarles.