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El caso de Djokovic pone el foco involuntariamente en el drama que viven muchos migrantes en Australia

  • Mehdi es un iraní árabe que huyó por motivos étnicos y lleva años detenido en el mismo hotel donde está el tenista
  • "La mayoría sufrimos de enfermedades mentales, insomnio, estrés postraumático, frustración y pensamientos suicidas"

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El caso de Djokovic saca a la luz la dura política migratoria de Australia

El tenista Novak Djokovic sigue esperando en un Hotel de Melbourne que la justicia australiana resuelva la suspensión de su visado. El caso del tenista ha revelado indirectamente en la dureza de la ley migratoria australiana. El mismo hotel donde espera el tenista es uno de los centros que utilizan las autoridades para detener a migrantes y refugiados. "Ahora mismo estoy en el hotel Park de detención en Melbourne, donde mantienen retenido a Djokovic", asegura a RTVE Mehdi. Es un iraní árabe que huyó de su país por motivos étnicos, razón por la que Australia debería concederle el asilo.

"Esas personas que hay ahí son serbios que han venido para apoyar a Djokovic, son manifestantes. Esta es la calle y no puedo abrir esta ventana. ¿Ves ese árbol? Ahí está la libertad, aquí la cárcel", explica desde su habitación del hotel. "Estoy en el piso segundo. No puedo bajar al lobby, ni al primer piso abajo, donde está Djokovic", reitera.

Entró en país de forma irregular en julio de 2013: "Tenía 15 años cuando llegué en una patera y desde entonces, estoy detenido en centros de procesamiento dentro del país y fuera". Casualmente, hoy Mehdi cumple 24 años y lleva nueve privado de su libertad. "Intento dormir todo lo que puedo para matar el tiempo", responde a la pregunta sobre como mata las horas del día.

El Gobierno de Australia ha endurecido su política migratoria y ya ha dejado de acoger incluso a las personas refugiadas que llegan a su territorio. "La ley da al ministro toda la autoridad para mantenernos aquí todo el tiempo que decida", denuncia el joven iraní.

"La mayoría de la gente aquí sufrimos de enfermedades mentales, insomnio, estrés postraumático, tristeza, frustración, pensamientos suicidas.  Si no estuviera Djokovic, a nadie le importaría, nadie nos escucha", nos confiesa Mehdi.

Sus palabras se clavan como un dardo y como Mehdi, hay al menos decenas de migrantes y refugiados que llevan años privados de libertad sin juicio y sin saber hasta cuándo.

Si no estuviera Djokovic, a nadie le importaría, nadie nos escucha

Mientras tanto, el lunes un juez decidirá la suerte del tenista Djokovic.  Pero, es imprevisible saber cuando las autoridades decidirán que futuro le espera a Mehdi y a los que como él llevan años encerrados sin juicio ni señales sobre su destino.