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Música

'Letras', de Paul McCartney: un autorretrato a través de sus canciones

  • Un libro recorre la trayectoria del compositor a través de la historia de más de 150 temas
  • "Yo no tengo diarios, lo que sí tengo son mis canciones, que abarcan toda mi vida", asegura McCartney

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'Letras', de Paul McCartney: un autorretrato a través de sus canciones

Acerca de The Beatles y de sus integrantes se han escrito miles de publicaciones y la historia de la banda se ha afrontado desde prácticamente todos los puntos de vista posibles. Sin embargo, aún existen huecos por llenar en la trayectoria de un grupo esencial para entender la historia de la música contemporánea.

Por ejemplo, la autobiografía de Paul McCartney, que el músico británico nunca se había decidido a emprender. A sus 79 años, con la publicación de Letras (The Lyrics), el músico, considerado uno de los mejores compositores de la historia, echa la vista atrás para ofrecer un autorretrato muy personal a través de los textos de sus canciones.

Letras (Libros Cúpula, 910 páginas, 80,75) se presenta en una edición de lujo, que incluye dos volúmenes en los que McCartney repasa un total de 154 canciones de todas sus etapas: desde 'I lost my girl', que escribió en 1956 tras la muerte de su madre, cuando apenas contaba con 14 años, hasta la actualidad, abarcado por supuesto las época de The Beatles, al frente de The Wings y en solitario.

'Letras', de Paul McCartney, se presenta en una lujosa edición de dos volúmenes.

'Letras', de Paul McCartney, se presenta en una lujosa edición de dos volúmenes. CÚPULA

"A algunas personas, cuando llegan a una determinada edad, les gusta consultar su diario para recordar acontecimientos cotidianos del pasado, pero yo no tengo diarios. Lo que sí tengo son mis canciones -cientos de ellas-, que me sirven más o menos para el mismo propósito. Y estos temas abarcan mi vida entera", asegura el músico en la introducción del libro.

La obra es fruto de la colaboración entre Paul McCartney y el poeta irlandés Paul Muldoon, quien se ha encargado de la edición, tras un trabajo que se prolongó durante cinco años de conversaciones a lo largo de 24 sesiones, las últimas por videollamada debido a la pandemia. Las letras aparecen ordenadas alfabéticamente y cada una de ellas cuenta con el texto definitivo de la canción, una reflexión acerca del proceso creativo de la composición y cientos de fotografías, muchas de ellas relacionadas con el momento del nacimiento o de la grabación del tema.

Paul McCartney y Stevie Wonder, durante la grabación en 1981 del tema 'Ebony and ivory' en la isla caribeña de Montserrat.

Paul McCartney y Stevie Wonder, durante la grabación en 1981 del tema 'Ebony and ivory' en la isla caribeña de Montserrat. Linda McCartney

La complicada relación con Lennon

McCartney revela cómo pasó de imitar en sus primeros años el estilo de ídolos como Buddy Holly o Little Richards a reflejar sus propias vivencias en sus letras, con influencias como Lewis Carroll, lo que supuso para él "una revelación asombrosa: podíamos ser poéticos sin perder el contacto con nuestros fans".

Poco a poco el universo se fue ensanchando y, con la perspectiva que dan más de seis décadas de composición, se puede apreciar el impacto que tuvieron en las letras del compositor circunstancias como la prematura muerte de su madre, la influencia de las mujeres -especialmente la que fuera su esposa, Linda Eastman, fallecida en 1998- o su relación con John Lennon que, asegura, era de admiración pero también de competencia.

"Siempre fue genial trabajar con John desde el inicio, desarrollamos una forma de trabajar confiando el uno en el otro que creció y creció", afirmaba días atrás McCartney acerca de su compañero en The Beatles, durante la presentación en Londres de Letras.

John Lennon y Paul McCartney en los estudios Abbey Road de Londres, en 1969.

John Lennon y Paul McCartney en los estudios Abbey Road de Londres, en 1969. Linda McCartney

Sin embargo, en la obra también encontramos "Too many people", publicada en 1971 a raíz de los "misiles" que, según McCartney, Lennon le estaba lanzando en aquella época de ruptura, "uno o dos de ellos bastante crueles". Aunque considera que su respuesta fue "bastante suave: realmente no se me ocurría ninguna salvajada (...). Si no conocías la historia, no sé si podrías percibir la ira que esconde esta composición".

El reverso de esta pieza es "Here today", una "canción de amor" a Lennon escrita por McCartney tras el asesinato de su excompañero, en diciembre de 1980. "Recordaba aspectos de nuestra relación y los millones de cosas que habíamos hecho juntos, desde simplemente estar en los salones o en las habitaciones de cada uno hasta pasear por la calle juntos o hacer autoestop", señala.

Inspiración onírica

"Let it be", compuesta en la convulsa etapa final de The Beatles, tiene detrás una historia muy espiritual. McCartney cuenta en el libro que la inspiración le vino tras soñar con su difunta madre: "Parecía darse cuenta de que yo estaba preocupado por lo que estaba sucediendo en mi vida y por lo que ocurriría, y me decía: 'Todo irá bien. Déjalo estar'".

También de un sueño nació "Yesterday", una melodía que Paul McCartney pensó inicialmente que pertenecía a otro autor y, para recordarla, la esbozó con una letra ficticia y tituló provisionalmente 'Scrambled eggs' ('Huevos revueltos'). Tras un viaje a Portugal, el tema tomó su forma definitiva.

Manuscrito de 'Band on the run' a cargo de Paul McCartney, en 1973.

Manuscrito de 'Band on the run' a cargo de Paul McCartney, en 1973. CÚPULA

"Espero que lo que he escrito descubra a la gente algo sobre mis canciones y mi vida que no hayan visto antes. He intentado decir algo sobre cómo se produce la música y lo que significa para mí y espero que ello pueda significar también algo para los demás", concluye Paul McCartney.

Coincidiendo con la publicación de la obra, ya disponible en España, la British Library de Londres está llevando a cabo una exposición con fotografías y letras manuscritas, muchas de las cuales, como revela el artista en la obra, se conservaron gracias a Linda Eastman ya que durante mucho tiempo aquellos pedazos de papel con los textos de algunas de las canciones más importantes de la historia de The Beatles terminaron en la papelera de los estudios Abbey Road.