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¿Qué es el Estado Islámico del Jorasán, el grupo que reivindica el atentado en Kabul?

  • La filial del Estado Islámico en Afganistán es enemiga jurada de los talibanes

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Los yihadistas de Jorasán, la rama afgana de Estado Islámico

La amenaza del momento en Afganistán, al margen de los talibanes que se han hecho con el poder, es en estos días la filial del autodenominado Estado Islámico. El presidente estadounidense, Joe Biden, ya dio la voz de alarma el pasado fin de semana, advirtiendo de la posibilidad de un atentado contra el aeropuerto de Kabul.

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Estados Unidos, Reino Unido y Australia señalaron que existía un riesgo real de que el enemigo jurado de los talibanes, el autodenominado Estado Islámico Provincia Jorasán (ISKP), podría aprovechar el caos y la multitud congregada a las puertas del aeropuerto para llevar a cabo un atentado suicida.

Este jueves se han registrado dos explosiones en las afueras del aeropuerto, que dejan al menos a 60 muertos y 140 heridos, y expertos señalan como posibles autores del ataque al autodenominado ISKP. El grupo se fundó en 2015, en plena expansión del ‘califato’ que entonces lideraba Abu Bakr al Baghdadi, y supo aprovechar los numerosos grupos armados en la región para atraer reclutas y forjar alianzas operativas, además de perpetrar ataques. Así, sus filas las engrosaron principalmente de talibanes desencantados, tanto afganos como paquistaníes.

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En su momento álgido, en 2016, se estima que llegó a tener entre 2.500 y 8.500 combatientes, pero las continuadas operaciones antiterroristas por parte del Ejército afgano con apoyo aéreo y de las fuerzas especiales estadounidenses mermó esta cifra. A finales de 2019 los miembros descendieron hasta entre 2.000 y 4.000, con su presencia reducida esencialmente a las provincias de Nangarhar, donde surgió, y Kunar.

Entre 2015 y 2021, ISKP ha perdido a seis de sus líderes, los cuatro primeros en bombardeos y los dos últimos porque han sido detenidos. Hasta el momento, cinco de los seis líderes del grupo eran paquistaníes --tres antiguos miembros de Tehrik-e-Talibán Pakistán (TTP, los talibanes paquistaníes)-- y un desertor talibán.

Su actual líder ha sido identificado como Shabab al Muhajir, presuntamente un árabe experto en la guerrilla urbana y que sería el cerebro de algunas de las operaciones más sofisticadas perpetradas por el grupo. Algunas fuentes apuntan a que anteriormente estuvo vinculado con Al Qaeda.

Células durmientes en varias provincias

En el último informe de la ONU, el comité encargado de dar seguimiento a las sanciones contra Al Qaeda y el autodenominado Estado Islámico, subraya que “a pesar de las pérdidas territoriales, de liderazgo, de personal y financieras sufridas durante 2020 en las provincias de Kunar y Nangarhar", ISKP ha conseguido desplazarse a otras provincias. Entre ellas se encuentran Nuristán, Badghis, Sari Pul, Baghlan, Badajsán, Kunduz y Kabul, “donde los combatientes han formado células durmientes”.

En cuanto al número de combatientes, los sitúa entre 500 y 1.500, según ha informado un Estado miembro. Además, añade el informe, “el grupo ha reforzado sus posiciones en Kabul y sus alrededores, donde comete la mayoría de sus atentados”. Uno de los más recientes fue el perpetrado el pasado 8 de junio contra un equipo de desminadores que trabajaban para la ONG HALO Trust en la provincia de Baghlan y que se saldó con diez muertos y 16 heridos.

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El blanco de sus ataques en estos años han sido principalmente las autoridades del país y las fuerzas de seguridad, pero también minorías como los hazara, chiíes, a los que ha atacado en repetidas ocasiones provocando verdaderas masacres.

En el último año, a raíz del acuerdo firmado entre Estados Unidos y los talibanes y el inicio de conversaciones entre el Gobierno afgano y estos últimos, ISKP centró todos sus esfuerzos en intentar torpedear la posibilidad de un acuerdo de paz tras décadas de conflicto en el país.

El autodenominado Estado Islámico no escatimó críticas al acuerdo sellado entre Washington y los talibanes, que se saldó con el compromiso de una retirada de las tropas estadounidenses del país. A cambio de la marcha del ejército estadounidense, que se está haciendo efectiva, los talibanes prometieron que Afganistán no será usado como retaguardia para lanzar ataques terroristas contra Occidente.

El portavoz del grupo, Abú Hamza al Qurashi, denunció que el acuerdo era una tapadera de la “actual alianza entre los apóstatas talibanes y los cruzados para combatir a Estado Islámico”, y buscaba “establecer un gobierno nacional” que reúna a este grupo con otros a los que igualmente tacha de apóstatas.

“Falsa victoria” talibán

Tras la victoria talibán el pasado 15 de agosto, el autodenominado Estado Islámico ha vuelto a menospreciar el logro del grupo fundado en su día por el mulá Omar. En un editorial en su revista 'Al Naba', el grupo terrorista considera que se trata de una “falsa victoria”. “Estados Unidos ha restaurado el Gobierno de los talibán y le concedió Kabul sin disparar un solo tiro”, incide. Asimismo, pone en tela de juicio su voluntad de aplicar verdaderamente la 'sharia' en el país.

En los últimos años, subrayan Carlos Igualada y Javier Yagüe en un artículo publicado por el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET), los principales atentados terroristas de ISKP se han producido en Kabul y con la población civil como objetivo destacado.

Carlos Igualada y Javier Yagüe no descartaban “la posibilidad de que miembros de la organización traten de volatilizar todavía más la inestable y difícil situación en el aeropuerto de Kabul con alguna acción terrorista que desate el caos por completo”.

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“Lo mismo puede ocurrir en los meses venideros, ya que tratarán de sabotear cualquier intento de los talibanes por imponer su gobierno”, insisten. Además recuerdan que la implantación del autodenominado Estado Islámico en Afganistán “nunca ha sido fácil” puesto que buena parte de la población ve en sus combatientes a “un enemigo invasor más”.

Sospechas de Estados Unidos

Estados Unidos sospecha que el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI) es el responsable del doble atentado fuera del aeropuerto de Kabul, según han confirmado funcionarios estadounidenses a las cadenas de televisión CNN y NBC.

El Gobierno de EE.UU. aún no ha confirmado esa información oficialmente y, por el momento, ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad de las dos explosiones fuera del aeropuerto. El Pentágono ha confirmado que hay soldados de EE.UU. fallecidos, además de heridos.

Otra fuente dijo a la CNN que la confirmación oficial podría llevar horas. Por el momento se cree que una de las explosiones podría tratarse de un ataque suicida de un individuo que detonó un chaleco con explosivos.

El Gobierno estadounidense no ha precisado si estos ataques alterarán sus planes de evacuación y retirada de tropas. Hasta el miércoles EE.UU. había asegurado que iba a seguir con las evacuaciones hasta la fecha límite marcada el presidente, Joe Biden, el 31 de agosto, y que priorizaría la salida de las tropas en el último par de días.

De acuerdo a los datos proporcionados por el Pentágono esta semana, en Afganistán quedan unos 5.400 soldados de Estados Unidos, cuya misión principal es la protección del aeropuerto de Kabul.