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El desastre económico y social tras la crisis medioambiental del Mar Menor: "Hay pueblos fantasma"

  • Los vecinos se han organizado en múltiples plataformas sociales bajo el grito unánime de "SOS Mar Menor"
  • La albufera lleva en peligro desde hace décadas por culpa, especialmente, de actividad agraria y agropecuaria

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Se han recogido casi cinco toneladas de peces muertos en los últimos nueve días
Se han recogido casi cinco toneladas de peces muertos en los últimos nueve días

El Mar Menor continúa muriendo, mientras los vecinos y empresarios de la zona advierten que el desastre no es solo medioambiental, sino también social y económico: chiringuitos sin clientes, carteles oxidados de 'Se vende' en los balcones de los apartamentos, y pueblos con cada vez menos residentes. La laguna agoniza, y con ella lo hacen también sus habitantes.

La crisis de la última semana supera con creces lo vivido en 2019, cuando se recogieron tres toneladas de peces muertos, frente a los casi cinco que se han contado hasta el momento. “No nos ha pillado de sorpresa” -ha señalado la portavoz de la plataforma Por un Mar Menor vivo, Caroline Riviére, a RTVE.es- “hace un mes estábamos haciendo apuestas sobre cuándo iba a empezar”.

Mientras los gobiernos regional y central se culpan mutuamente y el colegio de biólogos de Murcia advierte de la reducción de los vertidos como única solución.

La albufera lleva en peligro desde hace décadas por culpa de la actividad humana y, especialmente, de la agraria y agropecuaria. Desde la catástrofe de 2016, cuando la laguna fue bautizada como "sopa verde" por el exceso de nutrientes que disparó la producción de fitoplancton, las plataformas de vecinos preocupados por el Mar Menor empezaron a movilizarse. En 2019, tras la gota fría de la DANA, se hicieron más presentes. Isabel Rubio, portavoz de la plataforma Pacto por el Mar Menor, se mostraba preocupada este martes ante los micrófonos de RNE: “Cada vez está peor, estamos avisando ya desde hace varios años de que no se ponen las medidas para evitar la degradación de este espacio maravilloso”, pero “no parece que interese salvar este ecosistema”. "Si en 2016 había un enfado y si en 2019 la gente ya se movilizó, esta vez no se va a parar", ha anunciado.

Los vecinos no aguantan más

El Mar Menor ha tocado fondo y sus vecinos lo saben. Ahora sí. Riviére, que reside en el área de La Manga, ha podido observar el cambio en la actitud de muchos de estos vecinos, que han pasado de “nunca preocuparse realmente” a salir a la puerta de su casa para protestar durante la vuelta ciclista. Un evento que los murcianos aprovecharon para reivindicar la toma de medidas a través de pintadas en las carreteras, aunque fueron borradas por las autoridades.

El Mar Menor era un paraíso. Ya no lo es. Ni huele igual ni se ve igual

Según Ada, vecina de La Manga y miembro de la plataforma SOS Mar Menor, “la gente ya ha empezado a concienciarse, a no creerse el discurso que nos han vendido tantos años. El Mar Menor era un paraíso. Ya no lo es. Ni huele igual ni se ve igual”, Javier, presidente de la asociación de vecinos La Manga, resume así la tristeza de los que conocieron el pasado de la laguna: "Ahora es un cementerio de peces, de plantas y de ilusiones de mucha gente”.

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La indignación de los residentes es tal que la voz de alarma de este nuevo ecocidio la lanzó SOS Mar Menor a través de su cuenta en la red social Twitter y junto con el apoyo de vídeos, imágenes y testimonios de muchos vecinos de la zona. Desde entonces el hashtag #SOSMarMenor ha servido a los murcianos y al resto de España para denunciar la situación de la albufera. “Recibimos mensajes de apoyo de España entera, no solamente del resto de la región”, ha contado Caroline Riviére a RTVE.es.

"Si no hay turismo, no hay apartamentos, ni hoteles, ni restauración"

Las consecuencias de los vertidos que provocan los episodios de anoxia en el Mar Menor no son únicamente medioambientales. La economía de La Manga también sufre. Según Riviére, desde 2016 la zona del Mar Menor está padeciendo una crisis económica "tremenda". "Vamos todos de la mano", ha insistido Jose, dueño del chiringuito Bongo Beach. "Si no hay turismo, no hay apartamentos, ni hoteles, ni restauración", explica.

Paula, encargada del chiringuito, ha notado la bajada en la afluencia de clientes debido al desastre medioambiental: "Enfrente del chiringuito está todo lleno de pescados muertos". Este establecimiento se encuentra en la Playa de Cavanna, uno de los parajes donde más peces muertos se han recogido y donde el baño continúa prohibido. "Durante el día la playa está totalmente vacía. Nosotros en las comidas no tenemos a nadie", lamenta.

Menos de un kilómetro es lo que separan a Bongo Beach y el restaurante ZM Isla del ciervo, una distancia suficiente para que este último establecimiento hostelero no esté sufriendo por el momento las consecuencias en su aforo. "Nosotros no somos zona de baño y no lo estamos notando mucho", pero "los fines de semana se nota algo que la gente viene menos, porque han cerrado muchas playas", ha explicado Gema, la encargada, a RTVE.es. No obstante, la hostelera sí está observando cómo los chiringuitos cercanos permanecen vacíos: "Si la gente no viene a bañarse y se van al Mediterráneo esos chiringuitos se quedan sin nada".

Si tienes dorada del Mar Menor en carta ya la gente no la compra

El Mar Menor se caracteriza por tener unas características únicas, con altos niveles de salinidad que contrastan con los del Mediterráneo, y una fauna acuática adaptada a ellas. "El pescado del Mar Menor está buenísimo por las sales concentradas", ha afirmado la encargada de ZM, pero es un valor gastronómico que comenzó a perderse desde 2016: "Si tienes dorada del Mar Menor en carta ya la gente no la compra, tiene que ser del Mediterráneo".

Pueblos abandonados y desempleo

De acuerdo con la plataforma SOS Mar menor, el turismo es sumamente importante en Murcia, "no solo la agricultura". Aquellos que tienen un negocio hostelero no son los únicos preocupados por la incertidumbre económica del desastre medioambiental, sino que muchos vecinos dependen también de la salud de la albufera.

Más peces muertos en el Mar Menor por octavo día

Los precios de las casas han bajado, se han perdido empleos y pueblos como Los Nietos y Los Urrutias se encuentran bajo la amenaza del abandono tanto por la ausencia de turismo como por la de sus residentes habituales, que se marcharon tras no conseguir empleo. "La gente que vivía todo el año ahí se ha ido" -ha apuntado la portavoz de Por un Mar Menor Vivo- "son ya mitad pueblo fantasma".

Trabajamos en el campo por sueldos de miseria

Según Caroline Riviére, la mayoría de los trabajos ahora son precarios y enfocados al mundo rural. "Todo el mundo trabajamos en el campo por sueldos de miseria, sin estar declarados... Es lo que hay actualmente", ha afirmado a RTVE.es. Una situación de deterioro que para Ada, de SOS Mar Menor, podría haberse evitado si se hubiese cuidado de la albufera y de su potencial: "Estamos echando a perder un ecosistema natural, una joya que podríamos haber explotado con más sentido común".

Asimismo y como apunta el dueño del chiringuito Bongo Beach, el emprendimiento en el sector del turismo también se ve duramente resentido por los ecocidios. "Hay hosteleros que llevamos aquí casi 40 años, pero hay mucha gente que viene de inquilino", entonces "se dan cuenta de que esto al final no es rentable" tanto por la corta estacionalidad como por la situación del Mar Menor.

Piden medidas urgentes

Los vecinos piden a las autoridades medidas urgentes. "Se pasan la pelota de unos a otros y al final el Mar Menor sigue siendo un desastre", dice Paula, que lleva viviendo 12 años en La Manga y veraneando allí desde que era una niña. "Yo me he bañado con ocho años en ese mar y estaba cristalino, podías ver los peces desde arriba. No tiene nada que ver con lo que es ahora", se ha lamentado.

parece que es mucho mejor conservar los campos de cultivo ilegales que conservar el Mar Menor

Caroline Riviére, portavoz de la plataforma vecinal Por un Mar Menor Vivo, ha asegurado que la solución está en el origen, es decir, en el sector agrario y agropecuario: "Que se empiece por cambiar la agricultura, que se forme a los agricultores y que deje de haber negocio de agua". Paula apunta también a un cambio en la agricultura y hace hincapié en que "esto viene no de hace un año ni dos ni cinco ni diez, de mucho más", pero "parece que es mucho mejor conservar los campos de cultivo ilegales que conservar el Mar Menor".

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Según ha señalado Isabel Rubio en Las mañanas de RNE, la solución principal es reducir los cultivos. "Hay cerca de 10.000 héctareas que están utilizando agua de manera ilegal”, de las cuales hasta el momento no se ha producido el cierre de ninguna, de acuerdo con la portavoz de Pacto Por el Mar Menor. Ada, de SOS Mar Menor, también ha advertido a RTVE.es de la inacción del gobierno regional, que "pasa de puntillas o hace caso omiso de las hectáreas de regadío ilegal".

Mientras los bañistas y los turistas brillan por su ausencia en varios puntos de La Manga, a Jose, del chiringuito Bongo Club, esta situación le recuerda a vivencias pasadas: "Salen los políticos con buenas palabras, pero mañana se habrán olvidado y estaremos con lo mismo". Por su parte, Rubio ha insistido en que las medidas, además de las correctas, deben ser rápidas. Según ha alertado, la situación "tiene que resolverse ya" porque "no podemos dejar morir el ecosistema más famoso que tenemos en el Mediterráneo".