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Salud

Medicamentos y sol: ¿qué hay que tener en cuenta?

  • Existen más de 300 medicamentos que pueden provocar reacciones
  • Es importante consultar con el médico antes de la exposición al sol

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Los medicamentos que no debes de tomar si tomas el sol

Durante el verano, no solo tenemos que tener cuidado con las picaduras de mosquitos y garrapatas. También hay que ser precavido a la hora de tomar el sol. Según la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria, existen más de 300 medicamentos que pueden producir reacciones en la piel mediadas por la exposición solar. En La Hora de la 1, y de la mano de Boticaria García, os explicamos con qué fármacos hay que tener cuidado si vas a tomar el sol.

Problemas fototóxicos y fotoalérgicos

Las consecuencias fototóxicas son las que se generan con fármacos tomados de manera oral, explica Boticaria García. Según la experta se generan "en apenas unos minutos u horas" y se manifiestan en forma de ampollas o vesículas. ¿Qué clase de medicamentos pueden causar estas reacciones? Los antiulcerosos (protectores del estómago como el omeprazol), medicamentos para la hipertensión, los antihistamínicos, antinflamatorios (como el ibuprofeno), psicofármacos (diazepam). En esta lista también se incluirían los anticonceptivos orales. Además, y según recuerdan desde el Centro de Información de Medicamentos de Cataluña, las "lesiones pueden revertir en 2-7 días después de suspender el fármaco".

La otra reacción que podemos encontrar es la fotoalérgica, que consistiría en que el sol se convierte en un alérgeno para la piel cuando se combina con alguno de estos fármacos. En este caso suelen relacionarse con los medicamentos tópicos (cremas). Esta reacción tarda más en aparecer, "sería en cuestión de días", afirma Boticaria. Además, "puede aparecer en otras partes del cuerpo", no solamente en la zona donde se ha aplicado la crema.

Boticaria nos recuerda que la mejor manera de protegerse del sol es la fotoevitación, es decir, evitar los rayos ultravioletas con sombreros, sombrillas y "ropa con factor de protección", la denominada UPF. "Una camiseta de algodón puede tener hasta un factor de protección 12 UPF", afirma la divulgadora científica. Además, si ésta se moja, amplificaría su factor de protección. Esta clase de protección sería muy importante para pacientes que estén recibiendo quimioterapia, según Boticaria. García también ha recordado la importancia de consultar con el médico o farmacéutico sobre la toma de medicamentos en verano, puesto que hay muchos que se recetan de manera prolongada y es importante mantener vigilados los posibles efectos que tengan respecto a la exposición solar.

La importancia de protegerse del sol

Durante el verano, aumentan las horas de exposición al sol y, debido a las temperaturas, es más peligroso que durante el resto del año. Por eso, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ha publicado un decálogo que busca promover una exposición solar segura y fomentar el buen uso de los cosméticos:

  1. La exposición excesiva al sol es un peligro importante para la salud. Ningún protector solar ofrece protección total frente a los riesgos derivados de la radiación solar. Aunque use un factor de protección alto, no debe permanecer mucho rato al sol.
  2. Evite la exposición solar entre las 12 y las 16 horas. Procure no dormirse al sol y extreme las medidas protectoras en las actividades al aire libre.
  3. No exponga al sol a niños menores de tres años. Protéjales con ropa, sombreros, gafas y protectores solares de Factor de Protección Solar (FPS o SPF, por sus siglas en inglés) alto, que sean especiales para niños y resistentes al agua. Hágales beber agua con frecuencia. Tenga en cuenta que durante los recreos, los niños pueden estar expuestos al sol, por lo que debe introducir la protección solar en la rutina de cuidado diario de la piel del menor.
  4. Utilice un protector solar que proteja al menos frente a la radiación UVB (frecuentemente indicada como FPS), causante de las quemaduras solares; y UVA (frecuentemente indicada con las siglas UVA enmarcadas en un círculo), principal responsable del envejecimiento prematuro de la piel. Estos dos tipos de radiación afectan también al sistema inmunológico y contribuyen al riesgo de cáncer cutáneo.
  5. Elija un protector solar adecuado para cada tipo de piel o zona del cuerpo (crema, espray, leche o gel), teniendo en cuenta el fototipo de su piel (cuanto más clara, mayor es el FPS necesario para garantizar una adecuada protección solar), la edad y las circunstancias de la exposición solar. Emplee un FPS más alto en las primeras exposiciones.
  6. Lea atentamente las instrucciones del producto y aplíquelo siguiendo el modo de empleo indicado, siendo especialmente relevante en el caso de productos en bruma y espray. Aplique el producto en cantidad generosa y uniforme sobre la piel seca, media hora antes de la exposición al sol, y repita cada dos horas y después de transpirar, bañarse o secarse. No utilice protectores solares que estén abiertos desde el año anterior.
  7. Extreme las precauciones en las partes del cuerpo más sensibles al sol: la cara, el cuello, la calva, los hombros, el escote, las orejas, las manos y los empeines. La protección de los labios debe hacerse con lápices o barras fotoprotectoras y la del cabello con productos específicos.
  8. Utilice el protector solar incluso en días nublados. Las radiaciones UV se reflejan en el agua, la arena, la hierba y la nieve, también en días nublados.
  9. Proteja además la piel con ropa (camisetas y pantalones), la cabeza con sombreros y los ojos con gafas de sol, de la radiación solar. Hidrátese bebiendo agua con frecuencia y aplíquese crema hidratante tras la exposición al sol.
  10. Ante cualquier cambio de color, la forma o el tamaño de manchas o lunares, consulte con un especialista.