El Camino de Hierro: la antigua vía férrea que vuelve para impulsar el turismo en Los Arribes salmantinos

• En la Fregeneda recuperan una vía centenaria como ruta turística
• En sus 17 kilómetros se atraviesan 20 túneles y 10 viaductos
• La línea del Duero estuvo operativa entre 1887 y 1985

Uno de los diez viaductos del Camino de Hierro

En 1887, los habitantes de El Abadengo, subcomarca de Vitigudino, en Salamanca, ven pasar con asombro el primer tren que une Salamanca con Oporto por el oeste y con Valladolid y Francia por el este. Fotos y algunas breves filmaciones de época muestran la expectación que levantó aquel primer ferrocarril. Era ver cumplido un sueño que debería traer la prosperidad a aquellas tierras. 36 años después de su cierre a finales del siglo XX estas vías se vuelven a abrir a los paisajes de Los Arribes y al recuerdo.

A partir de su declaración como Bien de Interés Cultural de la Junta de Castilla y León, que la protege contra cualquier modificación, la vieja vía está dedicada hoy al turismo. Diecisiete de los 77 kilómetros de esta Línea del Duero forman el Camino de Hierro, para recorrer a pie el trazado entre la localidad de La Fregeneda y el puerto fluvial de Vega Terrón.

Desde la Fregeneda hasta Vega Terrón por Los Arribes

El camino se inicia en la antigua estación de La Fregeneda. "Esta era la estación de mayor importancia dentro de la vía, ya que era una estación internacional", explica Pablo González Barahona, guía turístico del Camino de Hierro. Y añade: "Aquí se encontraba, la aduana el puesto de la Guardia Civil y era una estación bastante transitada".

“Esta era la estación de mayor importancia dentro de la vía“

Un viejo vagón sirve hoy como punto de partida donde se facilita el material para el recorrido, un mapa un chaleco y una linterna, así como las instrucciones de seguridad.

El inicio del Camino de Hierro en la estación de La Fregeneda

"Si llevan bastones que tengan cuidado sobre todo al atravesar los puentes, porque se pueden quedar enganchados los bastones", recomienda Pablo. Y suma otra advertencia: "Les pedimos por favor que no apunten sobre todo en el túnel 3 especialmente para arriba con las linternas porque tenemos una de las colonias más importantes de Europa de murciélagos, que no hagan ruido y que no les apunten con la linterna".

Un tramo del camino por la via del ferrocarril

Un recorrido entre viaductos y túneles por la via

El recorrido es espectacular, aunque en ocasiones se hace sobre el balasto de la vía, por lo que hay que prestar especial atención al calzado. Durante el paso se atraviesan los puentes y túneles originales del trazado. Es lo que más llama la atención a los visitantes.

Fran y Maite durante el recorrido

"El vértigo de los viaductos se sigue produciendo, impacta ¿verdad? Depende de por dónde pases creo que lo hemos comentado", dice Fran al que encontramos durante el recorrido.

“El vértigo de los viaductos se sigue produciendo, impacta“

"De hecho pensábamos hacer el camino de vuelta y ya pasar los viaductos por el centro, o sea por la barandilla, no", añade Maite, su compañera.

Juan Carlos y Jaime cerca de Vega Terrón

Para otro visitante, Juan Carlos, el camino "es relativamente sencillo porque prácticamente todo descenso". Y para Jaime al que encontramos ya al final "es como dar un paseo y disfrutar de las vistas y de los paisajes".

La obra ferroviaria del siglo XIX, salva 400 metros de desnivel y está protegida toda ella como BIC. "Es un conjunto que hace posible mantener esta vía férrea en perfecto estado de revista. Hay diez puentes y veinte túneles", dice Javier Iglesias, presidente de la Diputación de Salamanca, que ha realizado la recuperación de la vía con una inversión de un 1.200.000 euros.

Uno de los veinte túneles del recorrido

Los túneles ocupan en 17 kilómetros y hay más de 4 kilómetros y kilómetro y medio de puentes. "Puentes, por cierto, espectaculares" dice Javier. "Es única en el mundo y además aquellos que les guste disfrutar de la ingeniería y de esta belleza visual, de estas obras creadas por el hombre en la naturaleza, lo puede realizar".

El paso por los viaductos es uno de los momentos más impresionantes del recorrido

Del Camino de Hierro al camino de agua por el Duero

Aunque la vía sigue en tierras portuguesas, el Camino de Hierro termina en la frontera. Pero en el muelle fluvial de Vega Terrón empieza otra ruta navegando por el Duero hasta Oporto. Manuel Alonso, alcalde de La Fregeneda, conoce bien sus paisajes.

Una buena opción, seguir el recorrido por los ríos Duero o Águeda

"Este paisaje es un paisaje que no cansa, o sea todo lo que son Las Arribes del Duero y luego también en Portugal. Es terreno agreste sin cultivar, hay terreno de viñas, terreno preparado. Luego tenemos cortados sobre todo también en la zona de Portugal... y lo más impresionante me parece de todo esto es las esclusas, sobre todo las esclusas que te entre el barco y a lo mejor bajas 30 o 40 metros. Luego los olivos, los naranjos... Es bonito en otoño sobre todo cuando las viñas están cambiando el color de la hoja, ese color rojo... espectacular todo".

“Es bonito en otoño sobre todo cuando las viñas están cambiando el color de la hoja, ese color rojo“

El Centro de Interpretación de la Casa de los Condes, en Lumbrales, ofrece información sobre el comercio fluvial con Portugal, la construcción del ferrocarril y otros aspectos culturales del Abadengo, como el Castro de Las Merchanas del pueblo celta de los vetones.

Entre los posibles destinos de El Abadengo, el castro vetón de Las Merchanas

Maribel Bartol, técnico de proyectos de la Diputación de Salamanca, lo describe así: "Las Merchanas tiene dos puertas, una puerta romana y una puerta vetona. La muralla en muchos puntos tiene hasta tres metros de altura y grosores de más de dos metros y medio... Los berracos que tenían fundamentalmente una vocación de protección y de marcar el territorio... Esos son los rasgos que definen la cultura propia de los pueblos vetones".

La Posada Real Quinta de la Concepción, descanso junto al Duero

Entre los lugares para descansar después de recorrido como el del Camino de Hierro, un emplazamiento privilegiado lo encontramos en la posada real Quinta de la Concepción.

La posada real Quinta de la Concepción en Hinojosa

"Lo que más diferencia a nuestro establecimiento de otros es la ubicación", cuenta a este equipo de Agrosfera, Manuel Martín, su propietario. Y añade: "Estamos en un sitio privilegiado, en la desembocadura del río Huebra con el río Duero. En el frente principal de la casa tenemos a nuestros vecinos portugueses y estamos dentro del Parque Natural de Las Arribes del Duero, recientemente declarado Reserva dela Biosfera".

“A los huéspedes les impresiona despertarse con el trinar de los pájaros“

En la posada, la presencia del río y los cantos de los pájaros son dos de sus notas permanentes para sus visitantes: "A los huéspedes les impresiona despertarse con el trinar de los pájaros y para nosotros es fundamental, que sepan valorar el medio en el que estamos y que así lo puedan respetar y disfrutar".

El paisaje desde la posada real con el Duero y Portugal al fondo

Los productos de la tierra: quesos, aceites y vinos de primera calidad

La gastronomía de La Fregeneda y El Abadengo se nutre de productos locales, con una agricultura rica en almendros, vinos, aceites o quesos. Un ejemplo lo encontramos en la quesería García Filloy que se encuentra en plena expansión ampliando sus instalaciones. "Hasta hace unos años hemos venido trabajando siempre el queso de oveja. Hemos empezado también con otros, con el tres leches, también con el queso de cabra...", explica Ángel García que elabora estos intensos quesos. "García Filloy" es la primera quesería que se instaló en La Fregeneda y otras le siguieron en la zona.

“Hay una flora especial y la vedad es que esto adquiere unos sabores muy personalizados“

Sus quesos artesanales han sido premiados en varias ocasiones con los Óscar de la alimentación. "Hay una flora especial y la verdad es que esto adquiere unos sabores muy personalizados. Aparte de eso claro también juega una función importante es quien lo fabrica... quien lo hace".

El Camino de Hierro sirve como impulsor del turismo no solo en La Fregeneda. En Ahigal de los Aceiteros da nombre también a un menú dedicado a sus visitantes. Aquí, los pequeños productores trabajan asociados para promocionar su gastronomía, vinos y aceites. Manuel Robles García, propietario de La Posada de los Aceiteros rescata una de sus ideas originales: "La idea es hacer un menú especial para todos los visitantes que se espera que vengan al Camino de Hierro, que quieran visitarnos y degustar nuestros productos de la zona".

“La idea es hacer un menú especial para todos los visitantes que se espera que vengan al Camino de Hierro“

"Nosotros tenemos un ejemplo que es la lasaña de ternera con queso gratinado, luego hay pastel de boletus y luego está la ensalada de melón, jamón y foie. Los segundos están compuestos de platos guisados, en este caso es cabrito y rabo de toro. Y de pescados tenemos la merluza en salsa con almejas y gambas, luego está el bacalao y la sepia a la plancha", explica García.

Menú Camino de Hierro en La Posada de los Aceiteros de Ahigal

Un menú acompañado siempre del vino y el aceite de la zona gracias a un acuerdo entre los productores ahigaleños. Elaborados a partir de variedades autóctonas, como la aceituna Zorzal de Arribes.

Olivos de la variedad Zorzal de Arribes

"Es un aceite distinto, diferente y por supuesto que en el mapa de las variedades del olivo en España y en el mundo es el único", nos dice Loli Sánchez de la SAT Aceiteros del Águeda.

"Además de fresco, huele a tomatera, a fruta muy verde, en boca es muy equilibrado y luego cuando pasa un poco te deja la boca prácticamente limpia, no te la deja pastosa"

“Un aceite distinto, diferente y por supuesto que en el mapa de las variedades del olivo en España y en el mundo es el único“

Cultivos ecológicos en plena reserva de la biosfera de Los Arribes

También en Ahigal, Enrique Robles elabora los vinos en su pequeña bodega, Quinta las Velas, a partir de Tempranillo y de una variedad local recuperada, la uva Bruñal: "Se embotella sin filtrar y clarificar para que el vino tenga esas características propias que tienen los vinos naturales sin alterar el equilibrio que ellos mismos tienen", detalla Robles.

"Es un terreno pizarreño, que drena mucho, entonces es muy apto para todo el cultivo mediterráneo, tanto olivo, como almendro, como viñedo. Da unos vinos muy aterciopelados, vino muy amables, muy redondos", añade.

La afición de Enrique por el vino nació cuando conoció a su mujer, Carmen Márquez, que de alguna manera es la inspiradora de la bodega Quinta las Velas. Nos dice cómo es este vino tan particular: "¿El vino Bruñal?, pues es un vino muy especial, es diferente, tiene muchos aromas frutales, es a la vez muy carnoso, muy fino, muy delicado...".

Enrique y Carmen en su viñedo de la variedad Bruñal

Vinos que nacieron de una historia de amor entre Carmen y Enrique y de una canción de Celtas Cortos que versa "una cosa es el vino y otra cosa es el amor. Pero si juntas las dos, nace el amor por el vino..." Podéis verlo en el video de Agrosfera.