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Inmigración

Hallan un segundo cadáver en la playa de El Tarajal de Ceuta en una jornada sin nuevas entradas

  • Unas 6.000 personas de las que entraron en la ciudad autónoma esta semana han retornado ya a su país
  • Las autoridades tienen acogidos a 800 menores y su atención centra la actividad de la Policía Nacional

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Tranquilidad en la frontera de Ceuta: sin nuevas entradas por mar mientras algunos migrantes deciden volver a Marruecos

La Guardia Civil ha localizado este jueves por la tarde el cuerpo sin vida de una persona flotando en las inmediaciones de la playa de El Tarajal. El cadáver, que podría tratarse de un menor, ha sido recuperado muy cerca de la orilla, a donde habría sido arrastrado por las corrientes de la zona. Miembros de la Cruz Roja le han practicado ejercicios de reanimación, aunque han sido infructuosos.

El cuerpo será trasladado al tanatorio municipal para que se le practique la autopsia que determinará las causas del fallecimiento. Se trata de la segunda víctima mortal de esta crisis migratoria. El pasado lunes unidades del Servicio Marítimo también localizaron en el mar en la misma zona el cuerpo de un varón marroquí adulto.

Segunda víctima mortal de la crisis migratoria en Ceuta

Mientras tanto, después de una noche en la que no se registraron nuevas entradas por vía marítima, algunos migrantes que llegaron a Ceuta entre el lunes y el martes se dirigen este jueves a la frontera de El Tarajal con la intención de regresar a Marruecos, ante la falta de medios para subsistir en la ciudad autónoma.

En las últimas horas se ha registrado más de una decena de estos retornos voluntarios que se están produciendo por la situación que viven los migrantes, muchos de ellos durmiendo desde hace tres días en jardines o parques de la ciudad y sin recursos, según han detallado a Efe fuentes policiales, por lo que optan por volver a su país.

Es lo que ha decidido hacer Mohamed Bouchraf, quien ha explicado que llegó a Ceuta "engañado" a primeras horas del lunes, porque otros compañeros le dijeron que iban a salir hacia la península.

Mohamed, obrero de la construcción, natural de la localidad de Rincón de M'diq (a unos 25 kilómetros de la frontera ceutí) ha relatado que llegó hasta el paso fronterizo andando junto con otros cuatro migrantes, y que se separaron ante el tumulto formado en la frontera. Los últimos días los ha pasado en la ciudad durmiendo en un jardín situado junto a una cadena de comida rápida y ahora vuelve a su país. "Aquí en Ceuta no hay trabajo ni nada y al menos en Marruecos duermo bajo techo", ha dicho.

Muchas de estas personas también se han desplazado hasta la zona del puerto de la ciudad, a la espera de poder entrar ilegalmente en alguno de los barcos de pasajeros que conectan Ceuta con el puerto de Algeciras (Cádiz).

Por esta razón, la Policía portuaria y agentes de la Guardia Civil han incrementado la vigilancia en la zona para evitar que puedan introducirse como polizones tanto en los barcos de pasajeros como en cualquier otro buque que zarpe de la ciudad.

Marruecos fleta autobuses para que los migrantes regresen

Las autoridades marroquíes están fletando autobuses para que los migrantes devueltos desde Ceuta o aquellos que no pudieron acceder en los pasados días puedan ahora regresar a sus domicilios, según ha podido saber Efe de fuentes en el terreno.

Este movimiento de retorno comenzó en realidad este miércoles, y tiene dos modalidades: viajes en autobuses urbanos para quienes van a las poblaciones vecinas de la región (Tánger, Tetuán o Rincón) y viajes en autocares mejor equipados para quienes cubran distancias más largas, como Fez o Casablanca, distantes a varias horas.

Al parecer, tienen prioridad aquellos que declaran no tener dinero ni siquiera para pagar ese viaje de vuelta, precisaron las fuentes.

El mensaje está siendo comunicado a los grupos de jóvenes desocupados que deambulan por Castillejos con la esperanza de poder intentar una nueva entrada a Ceuta, algo improbable dado que en las últimas horas puede observarse una voluntad muy clara de sellar la frontera.

En paralelo, las autoridades locales de las grandes ciudades tienen instrucciones para impedir los movimientos cuando se sospecha que el objetivo de esas personas es viajar hasta Castillejos para intentar el paso a Ceuta.

Tranquilidad en la frontera de El Tarajal

Después de lo vivido en los días previos y de que unas 8.000 personas entraran en Ceuta de manera irregular, la frontera de El Tarajal que separa la ciudad autónoma de Marruecos ha amanecido este jueves inusualmente tranquila tras una noche en la que no se han registrado nuevas entradas por la vía marítima, según el dato facilitado a Efe por la Delegación del Gobierno. Fuentes del Ministerio del Interior confirman a RTVE.es que 6.000 migrantes de los que lograron entrar en la ciudad española han retornado ya a su país.

Estas circunstancias ha permitido que se rebaje no solo la presencia de efectivos de la Guardia Civil sino también del Ejército así como de los voluntarios de la Cruz Roja Española, que en estos últimos días han tenido un intenso trabajo, sobre todo por los leves síntomas de hipotermia que presentaban muchos de los que entraban a nado.

La carretera que conduce hacia la aduana de El Tarajal y al espigón fronterizo permanece como un día habitual con poco tránsito de vehículos. Asimismo, los montes marroquíes próximos a la frontera no registran la afluencia de los días anteriores, ya que únicamente se advierten pequeños grupos de entre dos y cinco personas.

La mayor presencia de unidades marroquíes en el entorno fronterizo también ha provocado que la frontera ceutí haya amanecido inusualmente tranquila.

La atención a 800 menores centra la crisis migratoria

Las autoridades de Ceuta tienen acogidos a 800 menores que entraron esta semana desde Marruecos y su atención centra actualmente la actividad de la Policía Nacional, con pruebas de coronavirus y en el algunos casos para determinar si tienen menos de 18 años. Según ha podido confirmar RTVE.es, a estos 800 menores se suman los que ya permanecían tutelados previamente, que son unos 260.

Los menores están repartidos entre el albergue provisional de Piniers, donde hay 200, y en una nave del polígono industrial del Tarajal adyacente a la frontera que separa España de Marruecos, que acoge a 650, han informado fuentes de la Delegación del Gobierno a Efe.

Está previsto, con el fin de aliviar la situación de la nave del Tarajal, enviar a otras ciudades españolas a 200 menores que están en el centro La Esperanza, que tiene mejores condiciones y además se trata de chavales que están integrados y llevan residiendo en Ceuta varios meses, ha añadido la misma fuente.

La Policía establece dos procedimientos para la atención de los menores: El primero de ellos de reagrupación familiar, que está destinado a los progenitores que reclaman a sus hijos, para lo que la Ciudad Autónoma de Ceuta ha facilitado este jueves un teléfono (956512413).

El segundo procedimiento se refiere a los menores que no reclaman nadie y que, por tanto, están en situación de desamparo, por lo que su cuidado corresponde a la ciudad de Ceuta. Para determinar la edad en los casos en que haya dudas de que se trate de menores se les hace una prueba de los huesos de la muñeca y una radiografía bucal.

A la nave industrial del Tarajal siguen llegando este jueves menores, algunos de manera voluntaria tras varios días durmiendo en la calle y comiendo de la caridad y otros esposados por agentes de la Policía Local.

Algunos de los que llegaron a Ceuta esta semana lo hicieron engañados porque les dijeron que en la ciudad española podrían ver a los futbolistas Messi y Ronaldo, ha afirmado una voluntaria que reparte comida en la frontera, Bárbara Chellarám.

Calma en Castillejos tras disturbios nocturnos

Por otro lado, la situación en la ciudad marroquí de Castillejos, fronteriza con Ceuta, también es de tranquilidad este jueves tras unos disturbios nocturnos y reyertas entre las fuerzas antidisturbios marroquíes y los emigrantes a algunos kilómetros del paso fronterizo de Tarajal.

El movimiento en la ciudad ha vuelto a la normalidad por la mañana, con una presencia policial más visible con furgonetas y coches de ese cuerpo recorriendo de vez en cuando las calles de Castillejos. Solo se percibe el movimiento humano habitual de personas que se dirigen a sus trabajos o que abren sus tiendas.

Las personas con intención de emigrar, que un día antes llenaban las calles de la ciudad pese a que la frontera ya se cerró, son ya escasas, ya se trate de marroquíes o subsaharianos. Tampoco se ve desde las carreteras colindantes gente llegando de otros puntos con intención de pasar, como ocurrió el miércoles durante varias horas.

La zona fronteriza recupera así la calma después de tres días tumultuosos con un repunte migratorio nunca visto en la zona que causó la entrada de más de 8.000 personas en menos de 48 horas, de los cuales 5.600 fueron devueltos a Marruecos, según fuentes españolas.