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Turismo rural. Deba, Guipuzkoa

El gran libro de piedra: la historia que esconden las rocas del Geoparque de la Costa Vasca

  • La localidad guipuzcoana de Deba alberga buena parte del geoparque Costa Vasca, patrimonio de la UNESCO
  • En sus playas las características formaciones del flysch, estratos verticales, son su mayor atractivo
  • Tierra adentro, en la zona kárstica, numerosas cuevas ofrecen al visitante sus magníficas cuevas pintadas como Ekainberri

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Playa de Sakoneta en Deba, Guipuzkoa
Playa de Sakoneta en Deba, Guipuzkoa

El municipio guipuzcoano de Deba alberga un tesoro natural. Es Geoparkea, el geoparque Costa Vasca, patrimonio de la UNESCO, que se extiende a lo largo de 13 kilómetros de litoral entre las localidades de Zumaia, al este, y, Mutriku, al oeste. El geoparque tiene dos partes bien diferenciadas. La de costa ocupada por el flysch y la de interior, de terrenos kársticos. Los hemos visitado en el programa Agrosfera

El flysch: una formación particular

A simple vista el flysch parece un terreno rocoso por el que hubiera pasado un enorme tractor, dejando grandes surcos de piedra. Se trata de sedimentos rocosos que emergieron del mar como consecuencia del choque de las placas tectónicas ibérica y euroasiática hace alrededor de 70 millones de años. Una de sus consecuencias fue la formación de los Pirineos. También fue dejando a la vista en posición vertical capas de sedimentos alternados de rocas blandas y duras que hoy conocemos como flysch. El término procede del alemán y significa fluir, deslizarse, terreno que resbala.

Vista de la costa vasca que forma parte de Geoparkea

Vista de la costa vasca que forma parte de Geoparkea

Sakoneta: un buen ejemplo de flysch

Uno de los mejores ejemplos de flysch lo encontramos en la playa de Sakoneta. La visitamos con Asier Hilario, coordinador científico del geoparque: “El flysch -nos dice- es el gran libro de piedra que nos enseña la historia de la tierra en los últimos 70 millones de años”.

Asier Hilario, asesor científico de Geoparkea

Asier Hilario, asesor científico de Geoparkea

“Lo primero que llama la atención es lo grueso que es este libro. Es una enciclopedia que tiene muchas páginas. Y lo segundo que llama la atención es que todas estas páginas están colocadas cada una en su sitio, una detrás de la otraPodemos entender muy bien cómo hace 66 millones de años se extinguieron los dinosaurios o cómo hace 55 millones de años, por ejemplo, la tierra sufrió uno de los mayores calentamientos climáticos de su historia”, destaca Hilario.

El flysch es el gran libro de piedra que nos enseña la historia de la tierra en los últimos sesenta millones de años

Detalles que podemos observar en la rasa mareal, la zona de playa que queda descubierta cuando se retira la marea. “El hecho de que estas capas estén en posición vertical como las vemos aquí para los geólogos es un chollo", nos dice Asier. Y añade: "Es una fantasía poder, si queréis, caminar por la base de los acantilados e ir recorriendo capa a capa,  leyendo capa a capa la historia de la tierra a lo largo de 60 millones de años”.

Los fósiles: historia muerta

Sakoneta deja a la vista numerosos testimonios de la vida primitiva.  Muchas de las rocas de la playa contienen las huellas fósiles de los gusanos que poblaban los fondos marinos de lo que fue un mar tropical hace decenas de millones de años. Y entre ellos destaca uno con el aspecto de un panal de abejas: el paleolitium. Asier nos lo muestra con sorpresa: “Es un ejemplar muy muy raro y donde podéis ver una especie de conjunto de celdas hexagonales, perfectamente organizadas, quizá pueda ser un sistema de galerías donde crecen bacterias para que algún organismo se pudiera después alimentar, una especie de trampa digamos, ¿no?".

Formaciones de flysch en la playa de Sakoneta, Deba

Formaciones de flysch en la playa de Sakoneta, Deba

El paisaje

Sakoneta es un viaje en el tiempo, pero también un viaje en el espacioNos traslada a un lugar de novela fantástica. Su playa de estratos rocosos es un espectáculo inolvidable tanto como sus acantilados de flysch vertical, como arañados por una bestia mítica. Por eso, los productores de "Juego de Tronos" decidieron ubicar parte del paisaje de Roca Dragón en la playa de Itzurun en Zumaia, en pleno Geoparkea.

Terrenos kársticos en las inmediaciones de Deba, en el Geoparque

Terrenos kársticos en las inmediaciones de Deba, en el Geoparque

El karst: en el interior

Si espectacular es el litoral de Deba, no lo es menos su interior. Leire Barriuso, gerente de Geoparkea, nos lo describe: “En el caso del geoparque y de Deba, es el flysch lo más conocido y lo más estudiado hasta el momento. Pero no hay que olvidar la zona interior que es la zona kárstica, que nos ayuda también a explicar las principales características que tienen los valles kársticos como las dolinas, como las cuevas, como las simas”.

Leire Barriuso, gerente de Geoparkea

Leire Barriuso, gerente de Geoparkea

Y añade: “Son muy importantes las cuevas que se han formado en esos sistemas kársticos por la disolución de la roca caliza y en este caso concretamente la gran concentración de yacimiento arqueológico que hay en esas cuevas a lo largo de todo el río Deba”.

Son muy importantes las cuevas que se han formado en esos sistemas kársticos por la disolución de la roca caliza

Hasta medio centenar de yacimientos arqueológicos prehistóricos se acumulan en la zona interior del geoparque. Especial importancia tienen Ermitia, Urteaga, Astigarraga, Arbil. Aixa, Praileaitz o Ekain.

De Praileaitz a Ekainberri

En Praileaitz se encontraron testimonios del paso del hombre desde el paleolítico Superior, hace 15.500 años. De allí proceden importantes hallazgos como los cinco collares y sus 29 piezas de piedra negra, que están entre los más significativos de Europa. Se trataba posiblemente de un centro ritual como también pudiera serlo Ekainberri, la cueva de los caballos. En este caso es uno de los centros más importantes del arte rupestre franco-cantábrico. Sus paneles de caballos son únicos en Europa.  Ahora solo se pueden observar visitando la magnífica reproducción de la cueva en Zestoa.

El gran panel de los caballos de Ekainberri

El gran panel de los caballos de Ekainberri

Los caballos de Ekainberri

El museo está concebido como un paseo por la propia cueva, pero accesible a todos los públicos. Se ha cuidado especialmente la luz, tenue, para ambientar mejor el espacio. Por sus pasillos nos guía Aitziber Gorrotxategi.

Aitziber Gorrotxategi, en el museo de la cueva de Ekain en Zestoa

Aitziber Gorrotxategi, en el museo de la cueva de Ekain en Zestoa

“Las pinturas se calcula que se hicieron hace 13.000 o 14.000 mil años, al final del Paleolítico Superior. Nuestra característica especial es que aquí pintaron un montón de caballos de una forma magistral. Lo han calificado como el mejor conjunto de caballos de todo el arte cuaternario”, detalla Gorrotxategi.

Hay quien llama a Altamira la Capilla Sixtina del arte rupestre, Lascaux se considera una catedral gótica y hay quien dice que Ekain es la ermita románica

La parte más destacada de la cueva es el gran panel de los caballos del periodo Magdaleniense: 16 figuras algunas de ellas policromadas que ocupan toda una pared de la cueva. De ahí su importancia, según Aitziber: “Hay quien llama a Altamira la Capilla Sixtina del arte rupestre, Lascaux se considera una catedral gótica y hay quien dice que Ekain es la ermita románica”. Y junto a los caballos osos, bisontes o cabras de este centro posiblemente ceremonial…

El río Deba con su puerto ha sido la principal fuente de riqueza de la localidad

El río Deba con su puerto ha sido la principal fuente de riqueza de la localidad

Más allá de la historia

Por su situación junto al mar, a menos de cuarenta minutos de San Sebastián,  Deba tiene una gran tradición turística. La cercanía de balnearios llevó hasta allí a la realeza y parte de su corte desde finales del siglo XIX. Álex Turrillas, un intelectual, seminarista, marino, viajero incansable, magnífico conversador, y por si fuera poco, un experto en historia nos acerca a la de esta población. “El real de Deba se funda en 1343. Su historia, no puede entenderse sin su puerto", explica.

Álex Turiilas, escritor, en el claustro de Santa María de Deba

Álex Turiilas, escritor, en el claustro de Santa María de Deba

La ciudad está en la desembocadura del río del mismo nombre que forma una cuenca muy industrial, muy importante. La economía de esta cuenca y del propio reino de Castilla estuvieron vinculadas a cuatro sectores. En primer lugar, el hierro,  con la fabricación en los pueblos que se situaban a lo largo del río de herramientas, utensilios, armas blancas y de fuego que se exportaban a través del puerto. La lana castellana,  un tercio de la cual pasaba por aquí para ir a Flandes, Francia o Gran Bretaña, y que dejaba importantes ingresos.

Cuando los armadores del pueblo no tenían fletes o el país estaba en guerra, solicitaban al rey una carta de represalia o patente de corso para poder atacar a buques enemigos y a veces amigos

También el corso: cuando los armadores del pueblo no tenían fletes o el país estaba en guerra solicitaban al rey, una carta de represalia o patente de corso para poder atacar a buques enemigos y a veces amigos… Las mercancías obtenidas de esa manera, se vendían en Deba. Y por último la actividad ballenera, muy importante aquí desde principios del siglo XVI con los barcos que iban a Terranova. Regresaban con el saín, la grasa de la ballena que alcanzaba altos precios. La carne se vendía a Francia y otras partes muy apreciadas como la lengua iban para la iglesia.

La iglesia de Santa María se construyó con aportaciones de los vecinos de Deba

La iglesia de Santa María se construyó con aportaciones de los vecinos de Deba

La iglesia de Santa María

Toda esa actividad económica permitió la construcción, con contribuciones de los vecinos, del mayor monumento de la localidad: la iglesia marinera de Santa María del siglo XV y ejemplo del panorama gótico vasco. “Su claustro se empezó a construir en el 1500 y se prolongó durante 50 años. Es el más antiguo de Guipúzcoa. La iglesia en sus inicios daba a la plaza Zarra, la plaza vieja en vasco, y solo tenía una espadaña. A finales del siglo XVI, se añadió la torra actual. En el interior se observan varios estilos. Las capillas son góticas, construidas entre 1450 y 1480 y pertenecen a familias nobles, muchas de ellas miembros del Consejo Real de Castilla”, dice Turrillas. A lo largo de los años se añadieron otros, del Rococó al renacentista. “Llaman la atención –añade Álex- las bóvedas que se levantaron en 1629 que son de crucería estrellada, muy interesantes, obra de Juan de Ortiz Olaeta. Los retablos son diseñados por Bernabé Cordero y realizados por Pedro Ayokiz. La sacristía es barroca y es la joya de la carpintería rococó guipuzcoana obra de Francisco de Ideo”.

Ver, comer, dormir

Un paseo por la playa de Deba o por la desembocadura del río, por su pequeño mercado del siglo XIX, las calles de su casco histórico o acercarse a caseríos como Perlakua Saka completan nuestra visita. Aquí encontramos la ganadería con hierro más antigua del País Vasco, la del Marqués de Saka. Hoy se dedica a criar ganado bravo para las fiestas populares. En su restaurante se puede degustar la exquisita carne de las reses de la ganadería. Además, cuenta con una casa de agroturismo y otra rural para quienes quieran quedarse a disfrutar de los campos que rodean Deba.