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La represión de las fuerzas de seguridad birmanas mata a casi 100 civiles en dos días

  • La cifra el total las víctimas mortales desde el golpe de Estado asciende ya a 149, según la ONU
  • Este pasado fin de semana se han producido las represiones más sangrientas desde el golpe de Estado

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Las manifestaciones en contra del golpe de estado perpretado por parte del ejército se reproducen día tras día
Las manifestaciones en contra del golpe de estado perpretado por parte del ejército se reproducen día tras día

La junta militar de Birmania ha intensificado la represión contra los manifestantes que rechazan el golpe de Estado del 1 de febrero y las fuerzas de seguridad han matado al menos a 94 civiles en los dos últimos días.

La Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) en Birmania ha confirmado que en la jornada del lunes las autoridades volvieron a disparar munición real contra los manifestantes en varias ciudades del país, lo que ha dejado un balance de al menos 20 muertos y más de 50 heridos.

"La brutal represión de la junta que comenzó el 9 de febrero se ha intensificado día a día", señala la asociación que denuncia que las fuerzas de seguridad también han matado a "personas corrientes" que no estaban participando en las protestas.

La matanza de este lunes ha llegado después de que policías y soldados acabaran con la vida el domingo de al menos 74 personas, entre ellos una adolescente de 15 años y otros tres menores, durante el día más sangriento de la brutal actuación de las fuerzas de seguridad, según el registro actualizado la noche del lunes.

Ley marcial para controlar las protestas

Esta asociación cifra el total las víctimas mortales desde el golpe de Estado en 183 como consecuencia de la violencia de las autoridades y acusa a la policía y los militares de reprimir brutalmente a personas pacíficas, además de destrozar y saquear propiedades privadas.

La junta militar anunció la víspera la imposición de la ley marcial sobre cuatro distritos de Rangún, la antigua capital y ciudad más poblada, y que se suma a la medida de excepción anunciada el domingo sobre otros dos barrios de la urbe.

La ley marcial "libera (a los soldados) de cualquier apariencia de moderación en su brutalidad contra los manifestantes pacíficos", denuncia esta asociación birmana independiente que cifra en al menos 2.175 el número de detenidos desde la asonada.

Solamente el lunes se cree que unos 100 manifestantes, incluidos jóvenes y estudiantes, han sido detenidos, aunque solo se ha podido confirmar la identidad de 19 de ellos.

La ONU "horrorizada" ante lo ocurrido

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha declarado este lunes estar "horrorizado" por la represión violenta de las protestas que está llevando a cabo el Ejército birmano y ha urgido a la comunidad internacional a actuar para detenerla.

"Los asesinatos de manifestantes, los arrestos arbitrarios y las informaciones de tortura de prisioneros violan derechos humanos fundamentales y desafían claramente los llamamientos del Consejo de Seguridad a la moderación, el diálogo y el retorno a la vía democrática en Birmania", ha señalado Guterres a través de su portavoz, Stéphane Dujarric.

En una breve nota, Dujarric dijo que el secretario general de la ONU "urge a la comunidad internacional a trabajar colectiva y bilateralmente para ayudar a poner fin a la represión por parte de los militares".

Además, Guterres ha vuelto a pedir a la junta birmana que permita una visita de la enviada especial de la ONU, Christine Schraner, como una forma de calmar la situación y crear condiciones para el "diálogo y el retorno a la democracia".

Las protestas en Birmania rechazan el poder de la junta militar y exigen el regreso a la democracia, el respeto de los resultados de las elecciones de noviembre y la liberación de todos los detenidos por los militares, entre ellos la depuesta líder del gobierno, Aung San Suu Kyi.

Al menos 149 muertos, según la Naciones Unidas

La portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha señalado que el número de víctimas mortales desde la asonada militar es de al menos 149, aunque subraya que las cifras de la ONU son "conservadoras" y se circunscriben únicamente a las muertes que se han podido confirmar.

Shamdasani ha indicado su oficina ha recibido denuncias de más de 2.000 detenciones arbitrarias, uso de la tortura y desapariciones forzadas de cientos de personas. "Al menos cinco muertes bajo custodia han ocurrido en las últimas semanas y al menos dos de las víctimas presentaban signos de graves abusos que indicaban que fueron torturados", ha aseverado la portavoz, quien ha admitido que confirmar estas informaciones cada vez es más complicado debido a la imposición de la ley marcial.

En cuanto a la revocación de licencias de cinco importantes medios de comunicación birmanos, la portavoz ha afirmado que al menos 37 periodistas han sido detenidos. "Pedimos una vez más al Ejército que detenga los asesinatos y las detenciones de manifestantes", ha añadido, sugiriendo que "cualquier sanción debe ser limitada, por ejemplo la congelación de fondos en el extranjero de responsables de seguridad o prohibiciones para que éstos viajen".