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Coronavirus

La COVID pone a examen a la Universidad: "Es el momento de decidir entre salud o mantener un sistema presencial"

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Alumnos se examinan en un aula universitaria
Alumnos se examinan en un aula universitaria

La planificación ha fallado y los protocolos no están siendo claros”, asegura el portavoz del Consejo de Estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), David Martínez-Algora. En plenos exámenes de enero, su Universidad se ha convertido en protagonista de imágenes y vídeos que circulan por redes sociales y que muestran aglomeraciones de alumnos en pasillos de acceso a las aulas. Una escena que, a simple vista, parece contravenir las normas mínimas de seguridad para la prevención de la COVID-19 y que pone en el disparadero la idoneidad en estos momentos de realizar pruebas presenciales en centros universitarios de toda España.

Desde la UAM muestran su preocupación, aunque subrayan que las concentraciones vividas en el interior de una de sus facultades son producto de "un fallo en la aplicación del protocolo de la UAM en un caso concreto y específico. Algo que nada tiene que ver con las líneas de actuación de la Universidad previstas para evitar el riesgo de contagios", asegura para RTVE.es su vicerrector para Proyectos Estratégicos, Huberto Marraud.

Para esta institución, el actual modelo de enseñanza semipresencial con obligada asistencia física al centro para la realización de exámenes, no pone en riesgo el "equilibrio que debe existir entre seguridad, calidad educativa e igualdad en los criterios de evaluación", afirma Marraud. "Esta es la fórmula por la que se optó en este año de pandemia y que ha recibido el visto bueno de la Administración. De hecho, volvimos a preguntar a las autoridades sanitarias por la celebración física de exámenes este mes y la respuesta sigue siendo afirmativa", destaca.

Las palabras del vicerrector de la UAM, cuentan con el aval de compañeros de otras universidades que, en estos momentos, hacen frente a la preocupación creciente del estudiantado que dice encontrarse en una cierta situación de desamparo.

Aumentan las protestas de los universitarios por los exámenes presenciales

Exámenes presenciales: ¿actividad de riesgo?

Lo cierto es que la comunidad educativa, de forma mayoritaria, sí considera que la universidad es, a día de hoy donde el riesgo cero no existe, un lugar 'seguro' que registra un bajo índice de contagios por coronavirus. "Tenemos datos muy por debajo de los registrados en las comunidades autónomas y esto es así porque tenemos directrices muy estrictas. Hay un control riguroso de aforo a las universidades, a los espacios comunes dentro de los propios centros y esto nos permite reducir al máximo los posibles peligros", afirma la vicerrectora de Estudiantes de la UCM, Rosa María Fernández.

Existen alternativas y todas las universidades tienen un 'plan B' para ajustarse a la normativa

No obstante, tanto ella como Marraud subrayan que cualquier orden para cambiar el actual modelo contará con el respaldo de las instituciones, "porque existen alternativas y todas las universidades tienen un 'plan B' para ajustarse a la normativa", recalca la vicerrectora. De momento, el Ministerio de Universidades deja en manos de los centros la vía que consideren más oportuna, pero reclama "que den prioridad a la salud de toda la comunidad, procediendo a enseñanza y exámenes online siempre que no haya garantías sanitarias".

La nota del ministerio ha sorprendido y provocado malestar en los rectores que, a las reivindicaciones de los alumnos, también suman las del personal docente. "Lo que estamos pidiendo es que las universidades se adapten a lo que se acordó con el Ministerio y los rectores: un modelo híbrido que se pudiera adaptar cuando las circunstancias lo exigieran", reclama el vicepresidente de sector nacional de CSIF, Ramón Caballero. Desde el sindicato aseguran que "es el momento de decidir entre seguridad y salud o mantener un sistema presencial". Tanto para ellos como para los alumnos, las universidades aseguran tener un plan.

"Tenemos protocolos especiales para profesores y estudiantes vulnerables, por supuesto, dentro de las medidas para el colectivo estudiamos pormenorizadamente caso a caso para adaptarnos a las distintas realidades", declara Rosa María Fernández.

La ciencia toma el pulso a las medidas

El aparente orden de la vida académica en las universidades durante este mes de enero arroja, en cambio, algunas dudas para la ciencia. "Es verdad que en sí misma la universidad sigue siendo un foco bajo de contagio, pero los clásicos corrillos antes o después de exámenes o los encuentros entre compañeros de clase, sí nos preocupan", subraya el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, y portavoz de SESPAS, José Jonay Ojeda, cuyo organismo ya publicó un manifiesto reclamando medidas drásticas para luchar contra la COVID-19.

Estamos creando una falsa sensación de seguridad que puede llevar a descuidos serios

En la misma línea, el matemático y profesor universitario Santiago Cremades considera que la ola en la que nos encontramos es la más alta desde el final del confinamiento y debemos restringir las relaciones de forma clara. "Que no se hayan cancelado los exámenes presenciales es una imprudencia y estamos creando una falsa sensación de seguridad que puede llevar a descuidos serios. Las medidas restrictivas han funcionado siempre y en estos momentos una mayor severidad ayuda".

Para estos expertos, la clave no está solo en garantizar la seguridad en las aulas, también se trata de apelar a la responsabilidad individual y a una correcta cooperación entre administraciones para tratar de frenar los malos datos que arroja el virus y la aparición de la nueva cepa británica. "Una variante de la que todavía no conocemos con exactitud su comportamiento", indica Cremades.

La logística como principal problema a resolver

Hablar de interacciones no es solo hacerlo de conversaciones de pasillo o improvisadas reuniones entre compañeros, los desplazamientos entre territorios y la utilización del transporte público, también arrojan serias dudas en los estudiantes.

"Llevamos pidiendo meses opciones telemáticas para evitar esos desplazamientos y no contribuir al desarrollo de posibles focos de contagio", afirma la presidenta de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP), Andrea Aparicio.

Los estudiantes, en palabras de Aparicio, reclaman atención alejada de la "guerra de competencias" que, asegura, se está dando entre las administraciones. Un punto especialmente sensible para CREUP, que aboga porque se impulsen modelos evaluación continua presentes ya en otras universidades del mundo. "De hecho creíamos que esta crisis sanitaria iba a suponer una oportunidad para que la Institución se aproximara más a sus homólogos europeos y pudieran acercarse a un tipo de docencia acorde al siglo XXI", afirma Aparicio.

En el otro lado de la moneda, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) considera que apostar por estas vías no es tan sencillo como parece. "La puesta en marcha de pruebas online conlleva la implementación de medidas extraordinarias y con complejas derivadas legales y técnicas", según cuenta a RTVE.es su presidente, José Carlos Gómez Villamandos. Además, el también rector de la Universidad de Córdoba advierte de uno de los principales problemas existentes: "aprovechando las lagunas normativas que existen, en las redes hay personas que se ofrecen a hacer exámenes por dinero. Un fraude que es un gravísimo agravio para quienes afrontan su formación con honestidad y responsabilidad", insiste.

Con enero tocando a su fin, las universidades buscan ya hacer los deberes para que la repercusión de la pandemia no incida en el calendario académico, trastocando la 'nueva normalidad' de las aulas.