'Bajocero', los límites de la violencia en el trepidante asalto al convoy de los presos

• RTVE participa en un thriller que mezcla terror, acción y western crepuscular
• Javier Gutiérrez, Karra Elejalde protagonizan una película de Lluís Quílez

'Bajo cero', un trepidante thriller con Karra Elejalde y Javier Gutiérrez al frente

El thriller español es ya una denominación de origen con numerosas muestras de su excelencia durante la última década y con especial tendencia a mostrar la corrupción policial o política (No habrá paz para los malvados, La isla mínima, El reino). La buena salud del género continúa con Bajocero, un thriller de Lluís Quílez -que se aleja de realidades concretas y bebe más del cine de acción americano de los años 80- protagonizado por Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Luis Callejo y Patrick Criado.

Martín (Javier Gutiérrez) interpreta a un policía encargado del traslado nocturno de un grupo de presos. Cuando el convoy transita por una carretera apartada es atacado violentamente por un desconocido. Como conductor del furgón, Martín queda atrapado entre un el exterior hostil y el interior blindado en el que los presos también vislumbran una oportunidad para la libertad.

Suena a película de John Carpenter y ese es exactamente el molde. Bajocero comienza como una atmósfera de terror, vira hacia la acción pura y termina con una reflexión sobre la violencia, la venganza y la justicia, que recuerda al discurso del cine los años 70 y 80.

RTVE.es estrena el tráiler de 'Bajocero'

“A raíz del cierre de la cárcel modelo de Barcelona tuvieron que trasladar un montón de presos en un período muy corto y pensé en un argumento. Quería hacer una película claustrofóbica de encierro y acción, que pasara casi a tiempo real y donde el entorno de nieve y clima invernal tuvieran impacto en la trama”, explica Quílez, realizador multipremiado como cortometrajista al que le sobra destreza visual.  Bajocero es su primera película en español: debutó hace siete años con Out of the dark,  una producción internacional de terror.

“Tiene mucho de género carcelario, terror, suspense y un final muy bueno. Creo que a tres minutos del final los espectadores aplaudirán y luego pensarán: ¿He hecho bien aplaudiendo? ¿Quién es bueno? ¿Quién es malo? ¿Hasta qué punto le compete a un profesional de la policía hacer eso?”, se pregunta Karra Elejalde.

Javier Gutiérrez interpreta al policía metódico y recto cuyos principios son sacudidos por las circunstancias. “Cuando vi la película me di cuenta de tiene mucho de Perros de Paja, de Sam Peckinpah, o El diablo sobre ruedas, de Steven Spielberg, pero habla una vez más del buen cine en general, y thriller en concreto, que se hace en este país”, opina Gutiérrez. “Tenemos grandísimos directores como Alberto Rodríguez, Rodrigo Sorogoyen o Enrique Urbizu, que cada tres años estrenan películas que llaman la atención. Y Bajocero es una de ellas”.

El director habla de escenas de acción “nunca rodadas en España” y los dos actores dibujan un rodaje especialmente exigente. “Tenía una carrera en plano secuencia en la que me disparaba y después de 29 tomas quería morirme”, recuerda entre risas Gutiérrez.

“Hay cine muy estúpido, que apela a la idiotez del espectador”

Elejalde y Gutiérrez se consideran privilegiados en un sector zarandeado por la pandemia. “No somos significativos. Como a muchos sectores, la pandemia les está jodiendo la vida. Las plataformas han contribuido a dar más trabajo, pero la pandemia ha tumbado muchos proyectos. Hay compañeros de grandísima capacidad, actores, técnicos, que no pueden trabajar”, lamenta Elejalde.

“La sociedad lo está pasando mal: la hostelería, el comercio en general, y la cultura no es ajena”, coincide Gutiérrez. “Los cines se cierran y no va a haber espectadores. La irrupción de las plataformas nos ha salvado el culo, sino no sé qué pasaría con el audiovisual en este país”.

El ganador del Goya por La isla mínima defiende que Bajocero trasciende el entretenimiento. “En la ristra de estrenos que viene esta temporada hay cine muy estúpido, que apela a la idiotez del espectador.  Me asombra la cantidad cine tonto a la que se le da ínfulas de película del año”. Elejalde se suma y reivindica sacar pecho: “En el cine español tenemos a veces poca autoestima”.