Enlaces accesibilidad

Colaboración ciudadana: recurso global contra las nevadas

  • La imagen de vecinos de Madrid colaborando en la limpieza suscita interés por el rol de la comunidad
  • Países como Alemania, Francia o Estados Unidos manejan protocolos de acción ciudadana frente a la nieve

Por
La gestión ciudadana en las nevadas de otros países

La borrasca Filomena sigue dejando imágenes inéditas en España. Tras las fuertes nevadas, las calles intentan recuperar la normalidad con improvisadas brigadas de limpieza ciudadana. La fotografía de vecinos abriendo camino con palas, picos o cualquier instrumento capaz de eliminar el rastro de la borrasca, se repite calle a calle en lugares como Madrid, donde la nieve y, sobre todo, el hielo amenazan la seguridad de vehículos y viandantes.

El incesante trabajo comunitario arroja, no obstante, dudas sobre cuál es el papel que debe adoptar cada individuo ante esta situación.

Brigadas de vecinos se organizan para retirar con pico y pala el hielo en Madrid

En la capital, actualmente, los madrileños no tienen obligación de limpiar las calles tras una nevada. Tal y como el ayuntamiento de Madrid ha confirmado a RTVE, en 2009 una ordenanza sí lo recogía, pero el artículo fue anulado por una sentencia del TSJM, y la decisión fue ratificada posteriormente por el Tribunal Supremo.

¿Y en el resto del Europa?

Países como Alemania, acostumbrados a recurrentes nevadas, prevén claramente la labor ciudadana en las tareas de limpieza. A través de los 'servicios de invierno', los vecinos colaboran de forma activa en el aclarado de aceras y pasillos de acceso a sus viviendas y negocios. “Es algo obligado, aunque si no lo fuera también saldríamos a echar una mano”, cuenta Marius, vecino de Düsseldorf, a RTVE.es.

La omisión de este deber en el horario establecido (de 7 a 20h) conlleva sanción, que puede ser muy dura en caso de accidente por resbalones o caídas. En ciudades como Berlín la penalización puede alcanzar los 10.000 euros.

Francia también recurre a la acción de la comunidad. En el país galo, rozado de forma más leve por Filomena, también corresponde a los vecinos la limpieza de sus aceras en caso de nevadas copiosas. Incluso, dependiendo de los casos, se pone al servicio del ciudadano sal en distintos puntos del municipio y se les explica cómo realizar su correcta aplicación.

Precisamente y en época de frío, la sal forma parte del mobiliario urbano de otros puntos como Suecia donde no es raro encontrar contenedores con este preciado 'antinieve' a disposición del ciudadano. También es usual toparse con estos depósitos en Escocia. Allí, la buena voluntad o goodwill marca la llamada a la acción, algo que en no pocas ocasiones se traduce en cierta indolencia vecinal. “No tengo claro si existen o no leyes sobre el apoyo ciudadano, pero la información previa de las instituciones es total cuando se avecina alguna inclemencia grave”, asegura Eva, española residente en Glasgow y que en 2018 vivió la fiereza de la denominada 'Bestia del Este'.

Al sureste de Europa, en Serbia, la nieve forma parte de la definición de estación fría. Allí la legislación también contempla sanciones en caso de que el propietario de viviendas o negocios esquive su deber. Los accesos a estos lugares deben estar correctamente habilitados para su uso normal. Lo sabe bien Miryana Herzog, pediatra en Čačak , un pequeño pueblo cerca de Belgrado. Su consulta tiene acceso directo a la vía pública, por ello la limpieza es importante, sobre todo, en los primeros momentos. “El mayor error es dejar pasar las primeras horas, aquí no importa quién seas o a qué te dediques, lo importante es evitar accidentes”.

Guerra al frío en Estados Unidos y Rusia

La lucha contra los grandes temporales supone un frente común para todos los países. En Estados Unidos resulta inconcebible que la nieve y el hielo se asiente en las fachadas de los edificios o provoque inconvenientes en las entradas a viviendas o negocios. Por lo general, el ciudadano sabe lo que hay que hacer. “Cuando estudiaba en Rhode Island nos tocó sacar la pala para limpiar. A nadie se le hubiera pasado por la cabeza dejarlo para que formara hielo”, destaca Álvaro, español residente en tierras norteamericanas, quien además añade que por encima de las sanciones, que sí que existen, se encontraba la necesidad de buscar una solución a un problema inmediato.

Al otro lado del mapa, en Rusia, la sociedad se ha amoldado a las bajas temperaturas. El motivo no es otro sino la recurrencia de la nieve en sus calles. Existen obligaciones, como la de que todos los vehículos estén equipados con los neumáticos de invierno en las épocas más frías, pero también cierta despreocupación. En muchos casos, la labor de las brigadas municipales es suficiente.

Japón: ¿una cuestión de armonía?

El país nipón se enfrenta en este inicio de año a nevadas históricas que han llegado a alcanzar los casi 90 cm de espesor en algunos puntos. Ahora los esfuerzos se centran en intentar que todo ese manto blanco no se convierta en hielo. Las máquinas quitanieves y el ejército trabajan a destajo antes de que sea demasiado tarde, también lo hacen los ciudadanos.

“Da igual si es nieve o lluvia, en Japón cada persona se hace cargo de la entrada de su edificio o tienda”, afirma David (Debitto) Lozano, español residente en Tokio desde hace 12 años.

Para Yasuhito Kato, vecino de Tenri (en el centro del país), se trata de algo cultural. “Nuestra sociedad no necesita necesariamente leyes, todos colaboramos. Lo más importante es la armonía de la comunidad”, asegura.

La carrera contrarreloj allí continúa, mientras el temporal sigue causando estragos entre la población. En las últimas horas Japón ha registrado, al menos, 8 muertos y 240 heridos. Muchos de ellos, por cierto, intentaban limpiar la nieve.