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La primera ministra neozelandesa se disculpa por los "fallos" que impidieron prevenir el atentado de Christchurch

  • Ardern ha hecho esta declaración tras la publicación de un informe de una comisión independiente sobre este ataque
  • Ha determinado que las agencias de seguridad estaban centradas "casi exclusivamente" en la lucha contra el terrorismo islámico

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Jacinda Ardern hace un gesto a los familiares de las víctimas de los ataques a las mezquitas
Jacinda Ardern hace un gesto a los familiares de las víctimas de los ataques a las mezquitas

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, se ha disculpado este martes por los "fallos" cometidos por las autoridades del país para evitar el ataque supremacista contra dos mezquitas de la ciudad de Christchurch el 15 de marzo de 2019, donde 51 musulmanes fueron asesinados.

Ardern ha hecho esta declaración tras la publicación de un informe de una comisión independiente sobre este ataque, que ha determinado que las agencias de seguridad e inteligencia estaban centradas "casi exclusivamente" en la lucha contra la amenaza del terrorismo islámico.

"La Comisión Real no ha encontrado fallos en ningún organismo gubernamental que hubiera permitido detectar la planificación y la preparación por parte del autor del ataque", el supremacista blanco Brenton Tarrant, ha dicho Ardern, al recalcar en el Parlamento que pese a ello "hubo fallos de todas maneras y por eso me disculpo".

Ardern ha recordado que la comunidad musulmana había expresado sus preocupaciones por la "vigilancia desproporcionada" por parte de las agencias de seguridad a sus miembros y líderes, lo que confirma "la concentración inapropiada de recursos" en la lucha contra el terrorismo islámico.

El informe ofrece recomendaciones de seguridad y cohesión social

El informe de casi 800 páginas también ha puesto de relieve el sistema de licencias de armas, que el Gobierno de Ardern endureció tras el ataque, aunque considera que de una u otra manera Tarrant -quien poseía una licencia legal de arma- habría obtenido los fusiles para perpetrar el ataque, que retransmitió en directo a través de las redes sociales.

El dosier ha dado 44 recomendaciones, todas ellas aceptadas sin reservas por el Gobierno de Ardern, que incluyen una nueva estrategia de seguridad e inteligencia, nuevas leyes de lucha contra el terrorismo y la implementación de medidas de cohesión social.

"Nada en este informe o que haya pasado en los tribunales, ni lo que hayamos hecho o haremos en el Parlamento devolverá lo que se quitó ese día, pero espero que cada uno de esos pasos nos acerque más cerca a la justicia y el cambio", ha recalcado Ardern, al pronunciar en árabe "la paz esté contigo".

El exhaustivo informe de la Comisión contiene miles de documentos y entrevistas con cientos de personas, incluidas representantes de agencias gubernamentales, líderes de la comunidad musulmana y expertos de seguridad, entre otros, sobre este ataque que tomó por sorpresa a las autoridades.

La masacre que acabó con la vida de 51 personas

La investigación se ordenó después de que Tarrant asaltase el 15 de marzo de 2019 con armas de fuego de gran calibre dos mezquitas en la apacible ciudad de Christchurch, en el sur neozelandés, donde asesinó a 51 personas e hirió a otras 40.

El supremacista fue condenado a finales de agosto por el Tribunal Superior de Nueva Zelanda a cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional, por terrorismo, asesinato e intento de asesinato, entre otros cargos.

La primera ministra neozelandesa llama a dejar sin nombre al autor de la matanza de Christchurch

El ataque, cuya respuesta por parte de Ardern fue elogiada mundialmente por su empatía con las víctimas, motivó una campaña mundial contra la publicación de contenidos extremistas en las redes sociales.

También en el país se endurecieron las leyes para la tenencia de armas semiautomáticas y de rifles de asalto, además de promover una amnistía mediante la cual miles de armas fueron entregadas a las autoridades, así como los requisitos para obtener una licencia de armas, al tiempo que se creará un registro de su posesión