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Coronavirus

Italia se acerca a los 200.000 casos totales y casi 27.000 muertos cuando ya cae la curva de contagios

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Coronavirus en Italia: Mensajes en la estatua de Dante en Nápoles puestos por madres en protesta por la duración del confinamiento en Italia
Mensajes en la estatua de Dante en Nápoles puestos por madres en protesta por la duración del confinamiento en Italia.

Italia registra este lunes 199.414 casos totales de coronavirus, con un aumento de 1.739 en las últimas 24 horas, una de las cifras más bajas desde que se empezó el confinamiento hace ya 49 días, y que constata que en el país mediterráneo cae la curva de contagios a una semana de que emprenda su plan de reapertura de actividades, una estrategia anunciada el domingo por la noche criticada desde distintos ámbitos políticos y sociales.

El número de muertos alcanza ya los 26.977, al registrarse 333 más el último día, una cifra superior a los 260 del domingo pero sigue siendo la segunda cifra más baja desde hace casi mes y medio, según los datos ofrecidos este lunes por el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli.

Los casos positivos actuales son 105.813, manteniendo la tendencia de descenso (son 290 menos que el día anterior), y hasta la fecha se han curado ya 66.624 personas (1.696 nuevas altas en las últimas 24 horas, la cifra más baja desde el pasado 15 de abril), mientras siguen bajando los hospitalizados y los pacientes ingresados en cuidados intensivos. Entre el domingo y el lunes han salido del hospital 1.019 personas con Covid-19, y ya solo hay 20.353 hospitalizados, 1.956 de ellos en UCI (53 menos que en las últimas horas).

El presidente del Instituto Superior de Salud (ISS), Silvio Brusaferro, ha puesto en valor que se mantiene el descenso en el número de muertos y en el de contagios, si bien "sigue habiendo circulación del virus" en el país. Estos datos, ha resumido, demuestran "el éxito de las medidas adoptadas" pero también invitan a una "cauta apertura" en la que se siga con atención el número de casos.

Las autoridades sanitarias esperan que esta tendencia a frenar de la epidemia confirmada de nuevo en esta jornada no se altere con la reapertura a partir del próximo lunes, 4 de mayo. Los responsables sanitarios consideran que es una apertura prematura y arriesgada, pero comprenden que la economía del país no puede prolongar por más tiempo el bloqueo, como afirmó el propio primer ministro, Giuseppe Conte.

Italia es el país europeo con más muertes por Covid-19 y fue el primero también en decidir el confinamiento y la restricción de la movilidad y la actividad económica, el 9 de marzo. Pero también es un hecho que la economía italiana, la tercera de la zona euro, sufre su cuarto año de recesión en una década, con un previsto 8% de contracción este 2020.

Dudas y debate por los planes de desconfinamiento

Italia empezará a reactivar su economía desde el 4 de mayo y para junio ya tendrá abiertos sus museos, bibliotecas, bares, peluquerías o restaurantes. Otras actividades tendrán que esperar más, y los italianos ya saben que entre las últimas cosas que podrán volver a hacer estará ir al cine -pese a que el sector propone reabrir el cine al aire libre o los autocines, pensando en el verano-.

La misma situación afecta al teatro, si bien para que estos sectores salgan de un cierre que podría conducirles a la quiebra antes el Gobierno deberá poner fin al confinamiento de la población, que por el momento solo puede salir por razones médicas o de trabajo, y desde el 4 de mayo solo para hacer deporte o visitar a parientes.

Entretanto, son muchos los aspectos que están siendo criticados sobre los planes del Gobierno para la llamada "fase 2", incluso desde de las filas de los socios de coalición.

En general, uno de los aspectos que más debate ha suscitado es a quién se engloba como "parientes" a los que se autoriza a visitar, siempre que se eviten las reuniones, se use la mascarilla y se respete la distancia, ya que el decreto no establece hasta qué nivel de parentesco están permitidos dichos desplazamientos o si se podría extrapolar también a la pareja, en caso de aquellos que no convivan o no estén casados.

Otro punto que genera dudas es si es posible trasladarse a la segunda residencia si esta se encuentra dentro de la misma región en la que se vive, puesto que en el texto presentado por el Gobierno no se habla de esta prohibición, hasta ahora en vigor.

El presidente de Véneto, Luca Zaia, ha anunciado este lunes que los ciudadanos podrán desplazarse a su segunda residencia dentro de la región para actividades de mantenimiento, y ha autorizado a que se pueda salir de casa para pasear y realizar actividades físicas dentro de la localidad en que se reside. "Esto quiere decir que se sale de casa", ha subrayado, precisando que la medida entra en vigor esta misma tarde.

Uso de mascarillas

Por otra parte, tampoco parece estar claro dónde y cuándo será necesario el uso de mascarillas, ya que el texto habla de "lugares cerrados accesibles al público, incluidos los medios de transporte y en todas las ocasiones en las que no sea posible garantizar de forma continua el mantenimiento de la distancia de seguridad".

Respecto a las mascarillas, el comisario para la emergencia del coronavirus, Domenico Arcuri, ha anunciado un acuerdo con las farmacias para que las mascarillas se vendan a un precio máximo de 0,50 euros como ha fijado el Gobierno. A aquellos establecimientos que las hayan adquirido a un precio más elevado se les restituirá la diferencia, ha precisado. Además, ha indicado que el Ejecutivo también trabaja "para acelerar la producción nacional de mascarillas".

Entre quienes han criticado algunos de los aspectos de las medidas anunciadas por Conte figura el presidente de Lombardía, Attilio Fontana, de la opositora al Gobierno Liga Norte. "Aún no se han abordado algunos problemas que para mí son fundamentales como la obligatoriedad o no del uso de mascarilla o cómo harán los padres para mantener en casa a los hijos, si trabajan ambos, si están cerradas las guarderías y las escuelas y puede que también los centros veraniegos", ha planteado.

Conte anunció el domingo que los centros educativos no reabrirán en lo que queda de curso escolar y los alumnos ya volverán a las aulas después del verano. "Estamos desilusionados sobre el tema de la escuela y cómo se organizarán las familias", ha dicho Fontana.

También se ha mostrado crítico al respecto el presidente de Emilia Romaña, Stefano Bonaccini (del Partido Democrático, en el Gobierno), también presidente de la Conferencia de Regiones, que ha preguntado "cuáles serán los instrumentos para apoyar a las familias" dado que los colegios seguirán cerrados. "Necesitamos directrices y recursos para reabrir los centros de verano", ha añadido.

Las religiones quieren abrir sus templos

A las críticas al Gobierno se han sumado en esta ocasión los obispos italianos después de que no se haya autorizado la celebración de misas. En un comunicado, han advertido de que "no pueden aceptar ver comprometido el ejercicio de la libertad de culto". El gobierno de Lombardía, el más castigado por la pandemia, ha informado de que está trabajando con la Prefectura, los ayuntamientos y la archidiócesis de Milán sobre la "posibilidad de reabrir las iglesias para las celebraciones religiosas" con la máxima seguridad.

La decisión de mantener cerradas las iglesias ha suscitado cierta división en el Ejecutivo, y las dos ministras del partido creado por Matteo Renzi, Italia Viva, la de Igualdad de oportunidades y Familia, Elena Bonetti, y la de Agricultura, Teresa Bellanova, lo ven "incomprensible".

La comunidad islámica se puso del lado de los católicos, por considerar la medida "una insensibilidad hacia los creyentes", en palabras del presidente de la Comunidad Religiosa Islámica Italiana, el imam Yahya Pallavicini, a la agencia Ansa.