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La 'revolución francesa' del coronavirus: centenares de trabajadores se acogen a su derecho a no trabajar

  • La legislación laboral francesa recoge el derecho de los empleados a parar su actividad laboral en caso de peligro grave
  • Macron pretende concertar reuniones con los sanitarios en huelga para evitar "una situación a la italiana"

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Decenas de trabajadores en Francia reclaman su derecho a no trabajar por el coronavirus

"Dejamos de trabajar porque nos sentimos en situación de riesgo". Eso es lo que han decidido los más de 300 trabajadores del Louvre, el museo más visitado del mundo. Cada día pasan por sus salas más de 20.000 personas de decenas de países.

Los empleados se reunieron el pasado domingo con la dirección del Museo y votaron a favor de acogerse al "derecho al desistimiento", es decir, a suspender su actividad laboral mientras consideren que están en peligro. El Museo sigue cerrado y mañana los empleados decidirán si siguen acogidos a ese derecho.

[Mapa mundial del coronavirus]

La legislación francesa recoge la interrupción de la actividad laboral en caso de peligro grave

¿Derecho al desistimiento? ¿De qué estamos hablando? Hablamos de la legislación laboral francesa. Según la ley, si los empleados tienen motivos razonables para creer que ciertas situaciones presentan un peligro grave o inminente pueden invocar ese derecho e interrumpir su actividad laboral.

Además, no se les pueden imponer multas ni ninguna otra penalización. La única condición es que se lo comuniquen a sus empleadores, los cuales deberán ocuparse de implementar las medidas que garanticen la seguridad de los trabajadores.

¿Pueden acogerse a ese derecho más sectores? Sí, y además, está ocurriendo. En las últimas horas, conductores de autobús, por ejemplo, han dejado de trabajar porque consideran que su actividad presenta un alto riesgo, lo que ha causado perturbaciones en algunas líneas de transporte.

Los sindicatos advierten que otros muchos sectores pueden verse afectados también y que podrían sumarse a ese derecho otros muchos profesionales.

Macron negocia con personal sanitario para evitar "una situación a la italiana"

Francia es un país con gran cultura de los derechos adquiridos y que se enfrenta ahora a una grave crisis sanitaria, por el coronavirus y por la falta de medios y personal en los hospitales públicos, que llevan meses con paros y protestas.

Macron parece decidido a lidiar con el problema porque no quiere "una situación a la italiana" como algunos sanitarios han advertido que puede producirse. El Presidente ha anunciado que el Estado va a requisar todas las mascarillas del país para repartirlas entre los profesionales de la sanidad y las afectados, para evitar que sigan subiendo los precios y que acaben por escasear.

También se han anulado todos los eventos colectivos que reúnan a más de cinco mil personas, lo que ha supuesto la cancelación de ferias, congresos, conciertos y giras de artistas.

Respecto a los partidos de fútbol, se estudiarán caso por caso y podrían empezar a celebrarse sin público.

Los trabajadores del Louvre deciden cerrar el museo por el coronavirus

El 61 % de los franceses reconoce tener miedo al coronavirus

Ya se ha superado la barrera de los 200 casos de coronavirus, entre los que ha habido cuatro fallecimientos. El país sabe que se enfrenta a una situación nueva llena de riegos e incertidumbres y el 61% de la población reconoce -según las encuestas- que tienen miedo al coronavirus.

Solo una pequeña noticia relacionada con esta epidemia ha hecho hoy sonreír ligeramente a los franceses. Y es el hecho de que las ventas de "La Peste", la legendaria obra de Camus, ha incrementado espectacularmente sus ventas. La actualidad nos hace, irremediablemente, volver a los clásicos. La buena literatura nos reconforta en tiempo de crisis.