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Las marroquíes rompen el silencio en las redes sociales

  • En Marruecos, una de cada dos mujeres sufre algún tipo de violencia conyugal física o psicológica
  • El colectivo #MASAKTACH ha lanzado una campaña en Facebook para que las víctimas cuenten su testimonio de forma anónima

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El movimiento #MASAKTACH ("Yo no me callo") ha lanzado una campaña en Facebook y en Twitter para que las mujeres se atrevan a contar su historia bajo el anonimato.
El movimiento #MASAKTACH ("Yo no me callo") ha lanzado una campaña en Facebook y en Twitter para que las mujeres se atrevan a contar su historia bajo el anonimato.

"Me llamo K y me han violado dos veces en mi vida. La primera vez a los seis años y la segunda a los 33. El primero violó mi inocencia, el segundo mi confianza en el ser humano. Los dos tienen en común haber herido mi cuerpo, mi alma y perturbado mi mente".

"Las iniciales de mi violador son A.S. Su familia posee uno de los mayores grupos inmobiliarios de Marruecos. Yo tenía 15 años y nunca había besado a un chico. Él me robó todas mis primeras veces, además de destruirme por dentro. No he vuelto a salir con ningún hombre. Tengo 25 años y sufro muchos trastornos. Nunca se lo conté a nadie, solo lloré en mi casa y he hecho todo lo posible para olvidar esa noche. Espero tener el valor, algún día, para poder contarlo a cara descubierta".

En Marruecos, más de la mitad de las mujeres (54,4%) sufre algún tipo de violencia o acoso, según la segunda encuesta nacional realizada por el Ministerio de Solidaridad, Igualdad y de la Familia en 2019. Las jóvenes de entre 25 y 29 años son las más vulnerables. El 15% de las marroquíes sufre malos tratos y solo un 6% se atreve a denunciarlo. "El silencio es uno de los factores que agrava aún más la tragedia de las mujeres maltratadas", ha afirmado la entonces Ministra de Solidaridad, Igualdad y de la familia Bassima Hakkaoui.

En el caso de las violadas es peor porque además de la vergüenza sienten miedo al rechazo y a ser criminalizadas, por eso prefieren callar y no denunciar. Hasta hace unos años, un artículo del desfasado Código Penal marroquí permitía al violador casarse con la víctima y evitar así el juicio y la cárcel. Algunas jóvenes que denunciaron y fueron obligadas a contraer matrimonio con su verdugo, se suicidaron.

Masaktach o 'Yo no me callo'

Para que no se sientan solas, un colectivo llamado #MASAKTACH ("Yo no me callo" en árabe marroquí) ha lanzado una campaña en Facebook y en Twitter para que las mujeres se atrevan a contar su historia bajo el anonimato. "Porque la palabra de las supervivientes debe ser liberada y porque el miedo debe cambiar de campamento, porque a veces demostrar una violación o agresión sexual es difícil, ponemos nuestra plataforma a disposición de sus testimonios" han escrito en su página de Facebook.

La palabra de las supervivientes debe ser liberada

Este colectivo se formó en 2018 por activistas y abogados, a raíz de dos casos muy graves como el de la joven Khadija, secuestrada, torturada y violada durante días por un grupo de hombres, y el acoso a una joven discapacitada por parte de cuatro chicos en un autobús de Casablanca. Así MASAKTACH nació para denunciar la violencia y abuso contra las mujeres y la legitimación de la cultura de la violación en Marruecos.

Hace dos años repartieron 30.000 silbatos por las calles dentro de la campaña "Si te acosan, silba" para que las mujeres denunciaran alto y fuerte a los acosadores. En la noche del 9 de febrero decidieron publicar en su Facebook este texto en el que animan a las víctimas a "denunciar a esos depredadores que actúan impunemente, fortalecidos por tu silencio. Los testimonios de unas podrán ayudar a otras. No estás sola". La página recuerda que en Marruecos las violaciones prescriben después de 20 años y las agresiones sexuales a los cinco.

En su post fijado, MASAKTACH explica que solo publicarán las iniciales de los agresores y en el caso de que varias mujeres denuncien al mismo hombre, la web las pondrá en contacto si dan su consentimiento. Desde que comenzó la campaña, más de una treintena de duros testimonios, en árabe o en francés, han sido publicados. Los miembros de MASAKTACH no han querido hacer declaraciones a RTVE.es porque prefieren que el protagonismo se lo lleven las historias de violaciones contadas por ellas.

"El silencio fue peor que las violaciones"

"Soy una joven, con éxito profesional, divorciada y madre. Durante mi adolescencia, un miembro de mi familia me violó durante años. Fui su juguete sexual. Mi madre lo descubrió años más tarde pero nunca tuvo el valor de denunciarle y me prohibió hablar de ello. Este silencio fue peor incluso que las violaciones. Mi agresor está casado y es padre de familia y el simple hecho de saber que es libre y feliz me enferma de angustia y de culpa. Pido a los padres que no se callen y que denuncien si sus hijos son víctimas de abusos", escribe una de ellas.

Un miembro de mi familia me violó durante años. Fui su juguete sexual

"Yo tenía 12 años y mi primo 18, nuestros padres salieron a cenar y nos quedamos viendo la tele. Él robó mis primeras veces y destrozó mi vida. No dije nada, convencida de que yo había sido la responsable. No he tenido el valor de ir a un tribunal y responder a preguntas acusadoras contra mí que soy la víctima. A veces pienso que hubiera sido mejor tener un accidente de coche que me hubiera dejado parapléjica, habría sido mejor tratada y mi dolor legítimo. Mi pena es invisible. Somos demasiadas hermanas de dolor".

'La vida de una marroquí', en Instagram

Hace unos meses, la joven de 25 años Ghita alias "Baddunes" abrió una cuenta en Instagram con este título Laviedeunemarocaine (La vida de una marroquí) que cuenta ya con 50.000 seguidores. Aquí también, las chicas se animan a denunciar de manera anónima el acoso que sienten en las calles, la violencia e incluso agresiones sexuales. En el muro, comparten vídeos y fotografías de comportamientos sexistas. A las 24 horas de abrir la página ya había recibido más de 300 testimonios.

No hay censura previa en Laviedeunemarocaine porque Ghita publica todo lo que recibe desde las frases inapropiadas que algunas niñas deben escuchar camino de la escuela a historias de abusos sexuales e incluso de incesto.

"Decidí crear esta página para permitir que las mujeres marroquíes expresen su situación a través de testimonios, siempre anónimos. También es una plataforma donde las víctimas de violación, agresiones físicas se sienten escuchadas y apoyadas por nuestra comunidad", cuenta, por correo electrónico, a RTVE.es.

Estamos en la primera etapa: rompiendo el silencio

Ghita nos explica que en su cuenta personal ya hablaba de temas tabúes en Marruecos con otras chicas y que recibía muchos testimonios, por eso decidió abrir la cuenta en Instagram. Para esta bloguera solo hay una fórmula para acabar con el acoso a las mujeres. "Creo que todavía estamos lejos de poder cambiar a toda la población pero hoy podemos decir que estamos en la primera etapa: rompiendo el silencio. Será necesario corregir y revisar la educación de nuestra sociedad".

Ante el silencio y, en ocasiones, la inacción de la justicia, las redes sociales marroquíes se han convertido en un altavoz donde las mujeres se expresan libremente. Bajo el anonimato, son capaces de contar lo que nunca pudieron decir en alto. Entre los post de Facebook o Instagram, también han encontrado un poco de comprensión en una sociedad tradicional y conservadora que, a veces, culpa más a la víctima que a su agresor.