Enlaces accesibilidad

Muere el diseñador Emanuel Ungaro, discípulo de Balenciaga

  • El creador francés de origen italiano, retirado desde 2004, ha fallecido en París a los 86 años
  • Hizo el vestido de novia de Eugenia Martínez de Irujo para su boda con Francisco Rivera

Por
Muere el diseñador Emanuel Ungaro

Emanuel Ungaro ha muerto en París a los 86 años de edad. Su familia lo ha anunciado este domingo a través de un comunicado en el que se señala que el fallecimiento tuvo lugar el día anterior. También que su muerte llega después de un largo periodo de dos años en el que "su salud se fue debilitando". Una noticia, triste, que ha conmocionado a toda la sociedad francesa porque se trata de uno de los grandes de la moda, un genio premiado

Al instante de conocerse a triste noticia, las redes sociales han llenado de frases de apoyo a sus familiares y amigos, tanto en Francia como en España. Y los recuerdos y despedidas se siguen sucediendo. Todos alaban su trabajo y ponen en valor su legado. Entre los mensajes más emotivos está el de la modelo española Laura Sánchez, subido a su cuenta de Instagram. Una red en la que vemos ahora también fotografáis de Elena Barquilla y Esther Cañadas desfilando para el modisto.

Emanuel Ungaro fue un genio de la costura, un maestro para distintas generaciones posteriores. "Permanecerá en nuestros recuerdos como el maestro de la sensualidad, el color y la extravagancia", dicen los empleados de su firma, todavía en activo.

Era francés pero su familia era originaria de Italia. Nació el 13 de febrero de 1933 en Aix-en-Provence, en el sur de Francia. En 1956 se instaló en la capital francesa. Allí se formó con el español Cristóbal Balenciaga, por el que sentía devoción. En París desarrolló su carrera en la moda, tanto en el prêt-à-porter como en la alta costura, y en la perfumería, donde cosechó también grandes éxitos, como el icónico Diva, creado en 1983.

Emanuel Ungaro en una imagen de 1980 en París. AFP

Con Balenciaga se impregnó del rigor del oficio y apenas dos años después de ser su aprendiz pasó a dirigir el taller del español en Madrid. A su vuelta a París, en 1961, trabajó en otra casa emblemática, André Courrèges.

En 1965 creó su propia firma y pronto tuvo clientas fieles, algunas tan influyentes como Liliane Bettencourt, heredera del imperio L'Oréal, Jackie Onassis y las actrices Lauren Bacall, Catherine Deneuve, Isabelle Adjani y Anouk Aimé. Con Marisa Berenson mantuvo, además, un estrecho vínculo profesional. A medida que avanzan sus colecciones, Ungaro encuentra su estilo a través de la mezcla de colores inesperados, combinaciones arriesgadas de patrones y texturas brillantes.

En 1967 abrió las puertas de su maison de mode. Fue en la avenida Montaigne, en el corazón del distrito de alta costura de París. Fue entonces cuando su talento adquirió renombre internacional gracias a la extrema feminidad de su ropa, la pureza de sus siluetas, sus patrones extravagantes y su don especial para los detalles y el uso del color. Contó con el reconocimiento de la profesión y en 1980 se le otorgó el Dedal de Oro de la costura francesa.

Rafael Muñoz entrevista a Emanuel Ungaro en París (2004)

Estaba casado y tenía una hija. Se llamaba Cósima, un homenaje que el modisto hizo a su padre, que se llamaba Cósimo. Nunca quiso que su heredera se dedicara a la moda por obligación. Quería que ella escogiese su propio camino. Y así ha sido. El apellido Ungaro sigue ligado a la costura pero no por lazos de sangre. Emanuel abandonó la alta costura en 2004. Alegó entonces que "las colecciones no responden a las expectativas de la mujer de hoy".

Ese mismo año aceptó colaborar con la casa española Pronovias para la que realizó una línea nupcial.  Siempre recordaba con cariño un encargo muy especial: hacer el vestido de novia que Eugenia Martínez de Irujo llevaría en su boda con Francisco Rivera. Ungaro conocía a la Duquesa de Montoro porque había vestido a su madre, la Duquesa de Alba, cuando este trabajó en Madrid con Cristóbal Balenciaga. En enlace fue en 1998 y un año después se le concedió en España el prestigioso premio 'La aguja de oro'.

Emanuel Ungaro en un desfile de alta costura en julio de 2002. AFP

Colgó las agujas definitivamente en 2005 y vendió su compañía. Después su firma ha tenido distintos sucesores: Giambattista Valli, que hizo el vestido de novia de Nieves Álvarez, Peter Dundas, Vicent Darré, Esteban Cortázar y, actualmente, el italiano Marco Colagrossi. Pero ninguno ha logrado rozar su estela de elegancia y oficio.

La casa Enmanuel Ungaro es miembro de la Federación de la alta costura y la moda y presenta sus colecciones para hombre y mujer en la Semana de la moda de París. Tiene varias licencias y bajo su nombre se ha lanzado también muebles, cojines y espejos, productos de belleza y fragancias para el hogar. Su emporio pasó a estar bajo el control del grupo italiano Ferragamo en 1966 pero desde 2005 pertenece al inversor estadounidense de origen paquistaní Asim Abdulá.