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Premios Max 2019

La obra teatral 'La ternura' y la danza a la maternidad de Rocío Molina triunfan en los Max

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'La ternura' triunfa en los premios Max 2019

La producción La ternura, de Teatro La Ciudad y Teatro la Abadía, ha sido una de las triunfadoras de los premios Max de las Artes Escénicas junto al espectáculo de danza Grito pelao de la compañía Rocío Molina. La colorida gala, que ha abrazado el leitmotiv de la libertad como emblema a flor de piel, se ha celebrado en el Teatro Calderón de Valladolid por primera vez en su historia.

La ternura, dirigida y escrita por Alfredo Sanzol, se ha alzado con el galardón a mejor obra teatral aunque no era candidata en ninguna otra categoría. Una comedia romántica y muy shakesperiana que reflexiona sobre los mecanismos del humor. Y continúa llenando salas con su ingenio: "Un premio al trabajo en equipo, la lealtad y el tesón", ha agradecido su eufórico elenco entre cánticos sobre el escenario.

La 22 edición de la fiesta del teatro ha repartido premios salomónicamente: Temps Salvatges del Teatre Nacional de Catalunya, y favorita en todas las quinielas, ha ganado dos estatuillas: autoría y dirección de escena (Xavier Alberti). A.K.A (Also Known As) también ha empatado a galardones: mejor autoría revelación y actor protagonista para Albert Salazar.

Somos afortunados porque existimos

Grito pelao, el desgarrado baile a la maternidad en solitario de Rocío Molina, se ha coronado con dos "manzanas" al montaje de danza y a la composición musical, que ha recogido la cantante Silvia Pérez Cruz. La artista ha trabajado codo con codo con la "danzaora" malagueña (que suma seis max en su larga carrera) y que no ha asistido a la ceremonia pero ha dedicado el premio "a todas las madres".

El reconocimiento a la intérprete femenina de danza ha recalado en una fija de los premios: la bailaora Eva Yerbabuena que triunfa con Cuentos de azúcar. Un montaje inspirado en Japón y en su reverencia por el flamenco.

Y entre los discursos más sentidos, el de María Hervás, mejor actriz protagonista por Iphigenia en Vallecas, una obra que también ha obtenido el Max a espectáculo revelación. "Si sigo siendo actriz es porque en el escenario existo. Somos afortunados porque existimos", ha apuntado Hervás reivindicativa.

Concha Velasco: "Me ha costado muchos años que me dieseis este premio"

Para Concha Velasco ha sido el Max de Honor. Un premio que la pucelana, profeta en su tierra, ha recibido a su larga trayectoria de más de siete décadas en cine, teatro y televisión.

"Me ha costado muchos años que me dieseis este premio, no sé por qué, seguramente porque no me lo merecía", ha bromeado arropada por una larga ovación del público en pie. "Ay, qué me va a dar algo. Este premio para mí es especial", ha arrancado la actriz que ha concluido con los versos de Santa Teresa de Jesús en honor "a las mujeres y la poesía".

Concha Velasco con su Max de Honor

Mito, fuera y dentro de las tablas, con más de 30 obras en cartera como Hello Dolly (premio Max 2002) o Inés desabrochada, la intérprete, que en noviembre cumplirá 80 años, es pionera del teatro musical en el que debutó con tal solo diez años. Un trabajo que le ha consolidado como uno de los rostros más queridos entre el público.

La gala, conducida por el actor Fernando Cayo,  que se ha atrevido con el piano en directo y a cantar a capela, ha condensado en sus más de dos horas de duración algunas de las promesas que anticipaba: experimento teatral, color, campo, mucho campo, y sabor clásico.

Los versos de Lorca, Calderón, Cervantes y Luis Rosales han sobrevolado un escenario cuajado de paisajes, amapolas y tractores: homenaje explícito al fólclore castellanoleonés con las rondallas, las jotas y los títeres de Segovia en primer plano.

El cantautor Amancio Prada, el Nuevo Mester de Juglaría y Silvia Pérez Cruz que ha entonado una emotiva actuación con poesía de Miguel Hernández, han sido algunos de los protagonistas musicales en una ciudad que late al ritmo de las tablas. Valladolid suma el mayor ratio de teatros por población de España -6 por 300.000 habitantes-.

Pilar Jurado: "Nos merecemos una SGAE limpia y transparente"

La libertad de expresión, en el arte y el humor, ha sido hilo conductor casi omnipresente en los discursos, en los que la danza ha centrado el foco por su "situación de precareidad". Un mensaje remachado desde la Sociedad General de Autores (SGAE) que concede los galardones.

Su presidenta, Pilar Jurado, ha defendido la gestión de su equipo al frente de una entidad "de la que nos sentimos orgullosos: nos merecemos una SGAE limpia y transparente", ha subrayado en referencia a la delicada situación de la institución que estuvo bajo intervención judicial

Jurado ha afirmado que esta "nueva SGAE" ha emprendido una etapa después de "haber solucionado sus problemas", de la cual "puede sentirse orgullosa la sociedad española, los autores y los editores", capaz ahora de "caminar con la cabeza bien alta". "La situación ha cambiado. Hemos hecho los deberes", ha concluido.