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El Chicle asegura que forcejeó con la joven de Boiro para robarle el móvil y que no intentó raptarla

  • Comienza en A Coruña el juicio contra José Enrique Abuín, el Chicle, por el intento de rapto de una joven en Boiro en 2017
  • El autor de la muerte de Diana Quer afirma que solo quería robarla. La víctima cuenta cómo escapó del maletero del coche

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El Chicle asegura que no intentó raptar a la joven de Boiro y que solo quería robarle el móvil

José Enrique Abuín Gey, el Chicle, ha negado este miércoles que hubiese intentando raptar a una joven en Boiro (A Coruña) la noche del 25 de diciembre de 2017 y ha contado que únicamente intentó robarle el teléfono móvil.

Una versión contraria a la de su víctima, que ha declarado detrás de un biombo para preservar su identidad. Ha contado que Abuín Gey la amenazó con un cuchillo y le dijo "no chilles o te rajo", y después intentó introducirla a la fuerza en el coche, a lo que ella se resistió. "Me dije: intenta salir de aquí, porque como cierre el maletero, no sales más", ha contado ante el tribunal. Después consiguió escapar con la ayuda de dos hombres que escucharon sus gritos, y que han corroborado su versión.

14 horas - "El Chicle" niega que intentara raptar a una joven en 2017 - Escuchar ahora

"Me ha cambiado la vida, apenas salgo de casa" ha reconocido la joven en la sala. El juicio contra el autor material de la muerte de Diana Quer ha comenzado en la Audiencia Provincial de A Coruña. Está acusado de un delito de detención ilegal o, alternativamente, uno consumado de coacciones, así como de un intento de agresión sexual, robo con violencia e intimidación en grado de tentativa, un delito de amenazas y otro de lesiones.

Este intento frustrado de secuestro propició la identificación y detención del Chicle. La Fiscalía solicita una condena de 15 años y diez meses de cárcel y al abono de una indemnización de 15.750 euros, o alternativamente, doce años y diez meses.

Juan Carlos Quer, padre Diana, asesinada en 2016 por el Chicle, ha estado presente en el juicio, acompañando a la familia de la víctima.

Juan Carlos Quer acompaña a Eli, la madre de la víctima del Chicle, en la primera sesión del juicio contra el autor confeso de la muerte de su hija Diana

Juan Carlos Quer acompaña a Eli, la madre de la víctima del Chicle, en la primera sesión del juicio contra el autor confeso de la muerte de su hija Diana EFE / LAVANDEIRA JR

El Chicle niega el intento de rapto

El Ministerio Público sostiene que esperó a la mujer en un lugar con iluminación escasa y sin viandantes, con el motor del vehículo encendido y abierta la puerta del conductor, con la "clarísima intención" de abordarla, privarla de libertad de comunicación y movimientos, y conseguir introducirla en el vehículo para, posteriormente, asaltarla sexualmente.

A preguntas del Ministerio Fiscal, Abuín Gey ha rechazado que intentase meter a la víctima en su coche, puesto que, según su versión, aquel día 25 de diciembre en el que salió de casa para robar gasóleo -al igual que la jornada en la que supuestamente asesinó a la joven Diana Quer- ni siquiera llegó a abrir el maletero del vehículo ya que el acusado "estaba a cinco metros del coche, igual más".

"Cuando me dirigí al coche andando, me encontré con esta chica de frente y como necesitaba dinero le pedí el móvil, solo eso; no me quiso dar el móvil, forcejeamos y no recuerdo nada más", ha señalado en la primera sesión del juicio por este caso, que se celebra en Santiago de Compostela, y que ha comenzado con una hora de retraso sobre la hora prevista.

Asimismo, el Chicle ha sostenido que no pudo intentar introducirla en el maletero puesto que casi no podía levantar el brazo derecho por encima del hombro, dado que está operado desde hace años y tiene la movilidad reducida. Lo único que ha dicho recordar es que intentó quitarle el móvil "con la mano izquierda".

En todo caso, ha negado, a preguntas de la Fiscalía, que ejerce la acusación, que esperase a la joven a propósito, que la empujase o que intentase meter a la fuerza a la mujer en el vehículo. "Yo la dejé ir", ha apostillado.

José Enrique Abuín Gey, el Chicle, tapa su rostro en la primera sesión del juicio por el intento de agresión a una joven de Boiro

José Enrique Abuín Gey, el Chicle, tapa su rostro en la primera sesión del juicio por el intento de agresión a una joven de Boiro EFE / LAVANDEIRA JR

La víctima, detrás de un biombo

La joven de Boiro ha reconocido al Chicle como el autor de la agresión y ha declarado tras un biombo para preservar su identidad. Ha narrado que El Chicle la interceptó en una calle "poco iluminada" de Boiro mientras ella mantenía una conversación por Whatsapp, por lo que se dio "de bruces" con él, que se encontraba apoyado sobre su coche con la puerta abierta.

El Chicle, ha contado, le pidió entonces que le entregase el móvil, pero ella se negó y le ofreció a cambio dinero, algo que él no aceptó. "El móvil era mi única forma de salvarme si en algún momento cerraba la puerta, para llamar a la Policía", ha dicho.

La joven ha contado también que Abuín Gey la amenazó con un cuchillo u objeto metálico similar y le dijo "No chilles o te rajo", por lo que, ha admitido, temió por su vida. Tras asegurarle que todo era "una broma", 'El Chicle', ha contado, terminó por "empujarla" hacia el maletero, donde llegó a entrar a excepción de las piernas y pudo observar que en el fondo había colocado "algo blanco, una sábana o una toalla".

Tras eso, ha continuado, trató de "incorporarse" en "estado de shock" para salir del maletero: "Me dije 'intenta salir de aquí, porque como cierre el maletero, no sales más", ha contado la víctima, que recibió posteriormente la asistencia de dos testigos que oyeron el forcejeo.

"Me ha cambiado la vida"

"Me cambió la vida totalmente, yo era una persona súper sociable y ahora apenas salgo de casa, apenas hablo con mis amigos", ha desvelado la joven, que reconoce que incluso tiene dificultades para salir de su propia vivienda, aunque lo intenta, siguiendo la recomendación de sus psicólogos.

"Al principio tenía que salir siempre con gente", ha añadido, pero ahora intenta salir sola porque "me mandan los psicólogos intentar rehacer mi vida, como tema de terapia. Voy a dos psicólogos, a uno privado y uno público", ha afirmado, y continúa medicada.

Visiblemente afectada, la joven ha escuchado también la reproducción de un audio de Whatsapp que grabó accidentalmente durante la agresión y en el que puede escucharse al Chicle pidiéndole reiteradamente que le entregue el móvil y a la víctima suplicándole que la deje ir. Un agente de la Policía Judicial que investigaba también la desaparición de Diana Quer identificó la voz del Chicle en ese audio, permitiendo establecer el vínculo entre los dos casos.

Los testigos corroboran la versión de la víctima

También han declarado los dos testigos que oyeron gritar a la joven y evitaron su secuestro. Según su relato, la noche del 25 de diciembre de 2017, mientras caminaban por el centro de Boiro, oyeron "unos gritos de mujer" que "se alejaban de un tono normal".

Tras acudir a la fuente de los "gritos", ha explicado, vieron "un claro forcejeo" al lado del "maletero" de un vehículo, que se encontraba "abierto" y a un hombre "intentando meterla -a la mujer- en el maletero".

Tras su llegada, el hombre, ha explicado, "soltó" a la joven, que se acercó a los testigos y les dijo que la habían "intentado secuestrar" y que el hombre "llevaba un cuchillo", aunque ninguno de los dos llegó a verlo.

En ese momento, han narrado ambos, el hombre, que no llegaron a ver totalmente porque llevaba la cabeza cubierta con una capucha, se quedo "unos segundos" mirándolos "con el maletero abierto". También han explicado que dentro del maletero no vieron ninguna garrafa para gasoil. Posteriormente, el hombre abandonó el lugar "de forma brusca" en su vehículo y ambos acompañaron a la joven a un bar cercano para llamar a la Policía.

El padre de Diana Quer, presente en la sala

"Lo que queremos ahora mismo es justicia, es lo único que puedo decir", ha dicho la madre de la joven víctima del Chicle.

Acompañándola en el juicio está Juan Carlos Quer, padre de Diana Quer, que ha destacado que el acusado tiene "causas penales abiertas, todas en la misma dirección: intentos de agresiones sexuales". "A individuos como este hay que ponerlos al margen de la sociedad; estamos ante una persona capaz de hacer lo que hizo con mi niña y, mientras ella estaba depositada en un pozo, estaba intentando agredir sexualmente y volver a depositar en un pozo a una segunda víctima", ha manifestado el padre de la joven madrileña.

Y ha continuado: "Afortunadamente, esta chica no ha tenido el mismo destino que Diana gracias a que dos ciudadanos ejemplares la sacaron del maletero", por lo que ahora "solo cabe respetar la decisión de la justicia".

En este sentido, espera que en los tres días que se prevé que dure el juicio "quede acreditado el 'modus operandi' de este individuo, quien, igual que un depredador, acechaba a su víctima de un modo frío, esperando su oportunidad para atacar". Por último, ha reclamado que el legado de su hija Diana "sirva para evitar más víctimas".