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Juicio 'procés'

Guardias civiles del 1-O subrayan el "odio" que percibieron: "Nunca por hacer mi trabajo me habían escupido"

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Guardias civiles describen "muestras de odio y desprecio" inusitadas en sus intervenciones del 1-O

Los guardias civiles que están declarando como testigos en el juicio del 'procés' son llamados sin que se conozca su nombre. Son identificados solo por su número de identificación "TIP". Declaran sin que su rostro sea difundido por las cámaras que graban el juicio para su emisión en directo. Como testigos, se les pregunta por los hechos que percibieron en aquellos días de septiembre y octubre de 2017, pero este jueves los tres primeros guardias de los dispositivos que acudieron a los colegios del 1-O que declaran han ido más allá de describir la "violencia inusitada" que ya destacaron sus mandos.

Preguntados por la Fiscalía, han relatado cómo les afectó personalmente lo ocurrido. Agentes identificados solo con letras y números que formaban parte de la policía judicial que acudió a los centros para requisar las urnas acompañados de antidisturbios y que se han mostrado sorprendidos por el "odio" y el "desprecio" que dicen que percibieron. Uno de ellos ha revelado que decidió pedir destino para abandonar Cataluña.

"A mí nunca por hacer mi trabajo me habían escupido. Hasta el día de hoy no entiendo por qué aquellas personas, que eran personas del pueblo, se habían comportado como delincuentes", ha explicado un sargento primero que acudió a un colegio electoral en San Andrés de la Barca y que ha relatado cómo recibieron insultos como "asesinos" y "hijos de puta" aunque a él en ningún momento le agredieron físicamente.

Un guardia civil del 1-O: "Nunca me habían escupido por hacer mi trabajo, se comportaron como delincuentes"

En este sentido, ha sostenido que sufrió "un daño moral" y que no sabe si le insultaron porque fue a cumplir una orden judicial o porque era guardia civil. "Lo que me ha quedado es cómo me miraban, no sé si era por desprecio o por odio", ha declarado este testigo que ha explicado que cuando llegaron al colegio había un grupo de 15 o 20 personas obstruyendo la puerta que fueron retirados "uno a uno" por los antidisturbios del Instituto Armado, los GRS, después de informarles hasta "cuatro veces" de que tenían que entrar para cumplir el mandato judicial. La respuesta de los concentrados, según el testigo, fue que "no iban a cumplir ninguna orden judicial y que no hacían caso a la Guardia Civil".

Una vez dentro, ha proseguido, se encontraron con "muro infranqueable" de 200 o 300 personas. En ese centro, según su relato, un ciudadano "se tiró encima de un compañero" y le mordió. Todo esto ocurrió, ha añadido, sin que los ocho mossos que estaban al otro lado de la acera, a unos 40 metros, intervinieran para ayudarles.

"No había pacifismo por ningún lado"

El segundo en declarar ha sido un teniente que estuvo en el Instituto Quercus, de Sant Joan de Villatorrada, donde un agente antidisturbios fue derribado por una silla metálica tras romper la puerta para entrar en el centro en una de las imágenes que dejó el referéndum del 1-O junto a las cargas policiales. Este guardia civil, que ha sostenido que ese día fueron espiados por los Mossos, ha asegurado que allí "no había pacifismo por ningún lado" y que se "masticaba odio y rabia".

Preguntado por si sintió miedo en algún momento, este teniente ha explicado que por su trayectoria de más de 30 años en la Guardia Civil él había vivido "situaciones peligrosas y diversas", pero que los agentes que iban con él llegaron a decir "no vamos a salir de aquí". El testigo ha explicado que dos mossos se llegaron a oponer físicamente a que los guardias entraran y ha señalado que acudieron también bomberos uniformados, "que se pusieron en primer línea de resistencia".

Un agente del 1-O declara que tras lo ocurrido decidió pedir el traslado

Interrogado por las defensas sobre si vio cómo se lesionó a 14 ciudadanos por el uso "sorpresivo" de la fuerza por parte de los antidisturbios, ha respondido que él no pudo ver ninguna lesión ni a agentes "arrastrando" a ciudadanos por la escaleras. Ha negado que el uso de la fuerza, que ha calificado de "totalmente proporcionada", se empleara por sorpresa porque "los primeros que golpean" son los concentrados a los agentes, según su relato. El el juicio está previsto que se escuche también el testimonio de ciudadanos que resultaron heridos en las cargas.

El teniente ha explicado que "evidentemente" lo que ocurrió el 1-O le ha afectado en lo personal aunque por su experiencia estén "acostumbrados a todo" y ha revelado que él decidió pedir traslado para dejar Cataluña porque todo aquello acabó influyendo también en su familia. De hecho ha explicado que denunció al instituto de su hijo por hacer salir a los alumnos al patio para mostrar su "indignación" con el 1-O, aunque la Fiscalía luego no elevó su caso.

Una votación ficticia para "engañar" a la Guardia Civil

La última en declarar ha sido una agente que acudió al pueblo barcelonés de Sant Marti Sesgueioles y que ha descrito el ambiente "muy hostil" y "muy enrarecido" que había en la mañana del 1-O con ciudadanos que se burlaban y les insultaban. "El sentido de respeto a la autoridad se había evaporado en horas", ha resumido.

Esta guardia civil, que también cree que los Mossos les espiaron ese día, ha explicado que cuando llegaron al centro de votación se encontraron con la resistencia de la gente "cada vez más enervada" a pesar de que luego descubrieron que los concentrados habían organizado una votación ficticia dejándoles que se llevaran una "urna de cartón del 9N" y que la votación real la habían hecho en un "garaje de un particular". El objetivo, en su opinión, era hacerles "perder el tiempo" o "que se viera la violencia ejercida sobre ellos", informa Efe.

Estos tres agentes han cerrado las declaraciones de la decena de agentes que estaban citados este jueves ante el Tribunal Supremo. Uno de ellos ha desvelado que encontraron un correo electrónico en un pendrive que desvelaría que el Govern había pedido 11.000 millones de euros a China para financiar la república tras la declaración de independencia y otros por primera vez han asegurado que en algunos registros sí recibieron la ayuda de los Mossos.