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Juicio 'procés'

El mayor Trapero y el resto de mandos de Mossos el 1-O, testigos de cargo contra el Govern

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El mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero junto al expresidente Carles Puigdemont en la Diada de 2017
El mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero junto al expresidente Carles Puigdemont en la Diada de 2017

El mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero completó este jueves el relato de las advertencias que los mandos hicieron al Govern para intentar que desconvocara el referéndum ante el riesgo de que produjeran "conflictos graves de orden público y seguridad ciudadana" en dos reuniones en los días previos al 1-O, en su declaración como testigo en el juicio del 'procés'. Un cuadro de avisos en saco roto que en las últimas sesiones del juicio ya comenzaron a dibujar con pinceladas precisas otros dos exmandos de los Mossos: el entonces jefe de Información, Manuel Castellví, y el exjefe de Planificación, Emili Quevedo.

Josep Lluís Trapero, que está procesado en la Audiencia Nacional por presunta rebelión y se enfrenta a una petición de cárcel de 11 años por parte de la Fiscalía como "pieza clave" del procés, aprovechó las preguntas de su extensísimo interrogatorio para hacer una defensa cerrada de la actuación del cuerpo policial y distanciarse del Govern, al que llegó a acusar de "irresponsabilidad". Una declaración en la que sorprendió a la Sala asegurando que los Mossos habían planeado incluso la detención del Govern para ejecutarla si se lo ordenaba la justicia tras la declaración unilateral de independencia.

El mayor trazó así un cortafuegos con la vista puesta en su propia defensa que le convierte -junto a Castellví y Quevedo- en uno de los principales testigos de cargo para la Fiscalía. El Ministerio Público sostiene en su escrito de acusación que hubo rebelión porque, a pesar de las advertencias de los Mossos de que podía haber una "escalada de violencia", el Govern siguió adelante con el 1-O buscando el "enfrentamiento directo" entre los votantes y las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Estas son las claves de las declaraciones de Trapero, Castellví y Quevedo, que frente a las acusaciones de "inacción" y "pasividad" por parte del coordinador policial del 1-O, Diego Pérez de los Cobos, y de los responsables entonces de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Cataluña, Sebastián Trapote y Ángel Gozalo, defendieron la actuación de los Mossos:

1. Primera advertencia: día 26 de septiembre

Trapero explicó este jueves que mantuvo una primera reunión con el expresidente Carles Puigdemont y el exconseller Joaquim Forn, en la que estuvieron presentes los comisarios Ferran López y Juan Carlos Molinero el 26 de septiembre de 2017. En este encuentro los tres mandos, siempre según su declaración, instaron al Govern "al cumplimiento de la legalidad" y le trasladaron que los Mossos "evidentemente" tenían que cumplir las directrices de la Fiscalía para impedir el referéndum.

"No salimos especialmente satisfechos", aseguró Trapero, en la misma línea que ya habían comentado Castellví y Quevedo en sus declaraciones. El primero de ellos aseguró que, según les trasladó el mayor, "salieron igual que entraron". El segundo, que les comentó que "la cosa no ha ido bien".

2. Segunda advertencia: día 28 de septiembre

Trapero explicó este jueves que, al ver que el Govern continuaba con su intención de celebrar el referéndum, pidió una segunda reunión, que se celebró el 28 de septiembre de 2018 y en la que además de Puigdemont y Forn estuvo también el exvicepresidente Oriol Junqueras. En ese encuentro, también estuvieron Castellví y Quevedo porque el mayor quería trasladar la unidad de acción de los Mossos.

El mayor detalló que les trasladaron su "preocupación" por los "conflictos graves de orden público y seguridad ciudadana" que "necesariamente" se iban a ocasionar con la presencia de "muy probablemente 2 millones de personas en la calle y 15.000 policías actuando" para tratar de impedir el referéndum.

Trapero confirma que alertaron a Puigdemont del riesgo de "conflictos graves" de orden público y seguridad

"Les emplazamos a un cumplimiento de la legalidad, de las órdenes judiciales. Les dijimos que evidentemente nosotros las íbamos a cumplir, que no se equivocaran con nosotros (...) Les dijimos que el Cuerpo de los Mossos evidentemente no iba a quebrar nunca con la legalidad y la Constitución, que no acompañábamos al proyecto independentista", subrayó.

También les trasladaron su "malestar" por los comentarios de miembros del Govern llamando a la votación y les afearon que pusieran a los Mossos en una situación de "riesgos personales" porque ellos también habían sido advertidos por el Tribunal Constitucional.

Un mando de los Mossos declara que advirtieron al Govern sin éxito del riesgo de "escalada de violencia" el 1-O

Manuel Castellví, por su parte, explicó al tribunal que en esa reunión trasladaron al Govern su "grave preocupación" por el riesgo de que se produjera una "escalada de violencia" aunque el segundo día de su declaración matizó que la violencia que preveían los informes de inteligencia por la infiltración de grupos del "independentismo revolucionario" en algunos colegios no se produjo finalmente. En este sentido, Trapero también insistió en que estos choques que preveían no eran con "carácter generalizado".

Emili Quevedo, que a pesar de estar investigado por el procés en otra causa también declaró como Trapero, explicó al tribunal que en esa reunión intentaron "disuadir" al Govern por el riesgo de "choques" y "enfrentamientos".

3. La respuesta de Puigdemont: "Hagan el trabajo que tengan que hacer"

Más allá de constatar que el Govern hizo caso omiso a sus advertencias, los tres exmandos de los Mossos han negado que el Govern les diera órdenes para permitir que se celebrara la votación en ese encuentro, como sí sostiene la Fiscalía en su escrito de acusación. "Hagan el trabajo que tengan que hacer. Esa fue la respuesta del señor Puigdemont", señaló este jueves Trapero.

Por su parte, el exjefe de Planificación de los Mossos, Emili Quevedo, explicó que Puigdemont les dijo que entendía sus razones pero que "el Govern tenía un mandato que cumplir" y que seguirían adelante. Según su testimonio, Forn no intervino y Junqueras se mostró convencido de que "no habría ningún tipo de resistencia" y que "la gente iba a dejar que pacíficamente los cuerpos policiales actuaran".

El jefe de planificación de los Mossos el 1-O, Emili Quevedo, también declara que intentaron disuadir al Govern de que no siguiera adelante

Castellví, que reconoció salir "frustrado" de ese encuentro con el Govern, también declaró que el expresidente les había dicho que les entendía pero que no desconvocarían el referéndum del 1-O porque tenían un "mandato del pueblo".

4. La "incomodidad" de Trapero y la "irresponsabilidad" de Forn

El mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero aseguró en su declaración que tanto él como el exconseller de Interior Jordi Jané, que dimitió en julio de 2017 y que fue sustituido por Joaquim Forn, estaban "incómodos" por la "deriva política" del Govern respecto al referéndum, que calificó sin ambages de "ilegal".

Durante su interrogatorio, Trapero cargó también muy duramente contra Forn al que la acusó de "irresponsabilidad" por trasladar a la opinión pública que los Mossos facilitarían la celebración del referéndum. "Dio una imagen que alimentó algo que creo que estamos pagando", añadió para referirse a su procesamiento y al de otros mandos del cuerpo policial.

Emili Quevedo también explicó la "absoluta disconformidad" de los mandos con los mensajes de tranquilidad que estaban lanzando a la población cuando no era "acorde" con la realidad: "No podíamos actuar como cualquier otra jornada electoral normal porque era una actividad política que había sido prohibida".

5. Un dispositivo que "no tenía otra finalidad" que impedir el referéndum

El mayor defendió en su declaración que el dispositivo de Mossos para el referéndum del 1-O "no tenía otra finalidad" que impedir el referéndum y que "por supuesto" cumplieron con el mandato judicial para evitar la votación. Trapero se defendió así de las acusaciones del coordinador del dispositivo policial del 1-O, el teniente coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos, que tildó directamente de "estafa" el dispositivo de la Policía autonómica.

El exresponsable de los Mossos insistió en numerosas ocasiones en que ese día había un "único" dispositivo porque la orden de la jueza del TSJ de Cataluña obligaba a los tres cuerpos por igual y acusó a los responsables de Policía y Guardia Civil de "quebrar la coordinación" que se había fijado para ese día. "¿Nos hubiese encantado que hubiese más resultados? Sí. Hubo los que pudimos hacer entre todos", señaló.

El exjefe de Información de los Mossos, Manuel Castellví, insistió en la misma idea. Reconoció que el dispositivo del 1-O fue "insuficiente" a la vista de los resultados, pero por parte de los tres cuerpos policiales.