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Juicio 'procés'

Los jefes de Policía y Guardia Civil en Cataluña el 1-O describen una resistencia "violenta" organizada

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Los jefes de Policía y Guardia Civil en Cataluña el 1-O dicen que hubo resistencia violenta en los colegios

Los jefes de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Cataluña durante el referéndum del 1-O, Sebastián Trapote y Ángel Gozalo, han afirmado en su declaración como testigos en el juicio del 'procés' que en en los colegios electorales se encontraron con una resistencia "brutal" y "violenta" por parte de grupos "organizados" de ciudadanos que agredieron a los agentes, con empujones, patadas y lanzamiento de objetos como piedras y vallas, según su relato, para evitar que entraran en los centros para cumplir con el mandato judicial que ordenaba impedir la consulta. Los dos exresponsables han cifrado en 65 policias y 55 guardias los agentes lesionados en las actuaciones.

En el juicio del "procés" en el Tribunal Supremo se han escuchado hoy las primeras testificales de mandos policiales, con el interrogatorio al jefe de la Policía Nacional en Cataluña el 1-O, Sebastián Trapote, y su homólogo en la Guardia Civil, Ángel Gozalo, que han reconocido que era una "utopía" esperar que los Mossos impidieran el referéndum y que ellos llegaran a todos los centros.

Ambos han coincidido también en subrayar la "inacción" y la "pasividad" de los Mossos d'Esquadra que detectaron en la mañana del 1 de octubre de 2017 y han explicado que ante esta situación se abandonó el plan A de apoyo a la Policía autonómica y se activó el plan B para asumir ellos la acción directa para cumplir con las órdenes de la Fiscalía y el TSJ de Cataluña, en la misma línea que ya relató el coordinador del dispositivo policial del 1-O, Diego Pérez de los Cobos, en su declaración.

El máximo responsable de la Policía Nacional en Cataluña el 1-O, Sebastián Trapote, que ha descrito una resistencia "brutal" por parte de "una serie de individuos cuyo comportamiento y agresividad hacia las fuerzas y cuerpos de seguridad el Estado era de una alta virulencia" y ha insistido en varias ocasiones en que "estaba todo perfectamente organizado".

Trapote asegura que el 1-O hubo grupos perfectamente organizados de ciudadanos que actuaron con una "alta virulencia"

Trapote ha explicado que cuando llegaban a las inmediaciones de los colegios e intentaban entrar para retirar el material electoral las personas congregadas empezaban a presentar "una actitud violenta intentando por todos los medios impedir el acceso". Estas personas, que están sentadas y con los brazos entrelazados en un principio, ha explicado, "les agreden, les golpean, les pegan patadas y les tiran vallas".

En esta misma línea, el responsable de la Guardia Civil en Cataluña el 1-O, Ángel Gozalo, ha explicado también que, si bien al principio esta resitencia era de obstrucción con gente sentada en el suelo, cuando llegaban los agentes "mutaba en un grado mayor de virulencia con empujones y lanzamiento de objetos". Ambos han coincidido en subrayar que la salida de los centros era aún más complicada que la entrada porque, en palabras de Trapote, si se había requisado material "los ciudadanos estaban mucho más cabreados y enrabietados".

El jefe de la Guardia Civil en Cataluña el 1-O describe una resitencia aparentemente pasiva que "mutaba en virulenta"

El exresponsable de la Guardia Civil ha llegado a decir que "se tenía cierto grado de ganas" al Instito Armado por los registros que habían llevado a cabo como policía judicial en las semanas previas para evitar la celebración del referéndum y ha descrito que en las semanas previas una campaña de acoso a los agentes en las casas cuartel y en los alojamientos en los que se encontraban. Una presión que se trasladaba a sus familiares en otros ámbitos como los comercios si iban a comprar y en las escuelas.

Ángel Gozalo ha recordado que en los días previos los llamados CDR -los Comités de Defensa de la República, como se les conoce ahora- habían organizado talleres para enseñar "maniobras de oposición activa" para impedir a los agentes entrar en los centros de votación llamado a "defender" la urnas en un lenguaje, que el exmando ha calificado de "prebélico".

"La Policía no se dedica a golpear de manera gratuita"

En estas circunstancias, el ex jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía en Cataluña ha defendido el uso "mínimo de la fuerza" -este jueves no se ha entrado en la polémica sobre si eran cargas o no desde el punto de vista técnico- para acceder a los centros y sobre todo, ha explicado, para facilitar el repliegue de las unidades y no quedar rodeados porque si no se podía haber producido, en su opinión, "un altercado de unas dimensiones más considerables".

"La Policía no se dedica a golpear de manera gratuita", ha insistido Trapote que ha negado que la actuación policial alterara el orden público. Gozalo también ha defendido la "proporcionalidad" con la que se usó la fuerza ese día ante una situación "muy difícil".

El ex jefe de la Policía el 1-O defiende que el uso de la fuerza fue "congruente, racional y proporcionada"

Preguntado directamente por el abogado Jordi Pina -que defiende al expresidente de la ANC Jordi Sànchez y los exconseller Jordi Turull y Josep Rull- sobre si vio a agentes golpear en la cabeza a ciudadanos sentados, el exjefe de la Polícia se ha limitado a decir que "afortunadamente vivimos en un Estado democrático y si algún ciudadano siente que sus derechos han sido vulnerados pueden presentar la correspondiente denuncia". De los 50 procedimientos abiertos por la actuación policial, ha señalado, 17 se han archivado provisionalmente, cuatro han sido sentencias absolutorias y el resto está en fase de instrucción.

"Inacción" y "sombra de duda" sobre los Mossos

Sebastián Trapote y Ángel Gozalo también han relatado las dudas que había sobre la actuación de los Mossos en los días previos al referéndum hasta la constantación en la mañana del 1-O de la "inacción" y la "pasividad" de los agentes de la Policía autonómica con casos puntuales, incluso, de "resistencia".

Ambos han explicado que la Fiscalía llamó la atención al entonces mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, cuando presentó un primer dispositivo que estaba diseñado para la celebración de unas elecciones normales pero no para evitar un referéndum ilegal. Sin embargo, han dicho desconocer cómo quedó finalmente diseñado ese dispositivo porque no les correspondía a ellos conocer el detalle.

Gozalo ha señalado que la "sombra de duda" de los Mossos comenzó días antes cuando en el registro de Unipost pidieron ayuda a este cuerpo y no obtuvieron respuesta "hasta 40 minutos" después. Tanto él como Trapote han descrito además que detectaron tareas de seguimiento de sus agentes por parte de la Policía autonómica.

"Éramos conscientes de que ese día iba a ser muy complicado"

"Todos éramos conscientes de que ese día iba a ser muy complicado", ha destacado el ex jefe superior de Policía de Cataluña, que ha añadido que era una "misión complicada" porque tenían que "conjugar dos factores: garantizar la seguridad colectiva y dar cumplimiento judicial" y había una previsión de que se iban a encontrar "muchísimas dificultades".

El jefe de la Policía Nacional en Cataluña el 1-O: "Todos éramos conscientes de que ese día iba a ser muy complicado"

El exresponsable policial ha señalado que en los días previos había habido "llamamientos" de miembros del Govern y de entidades independentistas "para que acudiera el personal del manera masiva a bloquear la entrada" de los colegios para impedir el acceso de los agentes.

En el mismo sentido se ha pronunciado también Ángel Gozalo, que ha señalado que "había una gran excitación" en redes sociales y medios de comunicación, tanto públicos como privados, desde los que se estaban haciendo estos llamamientos. Todo ello les hacía imaginar que habría mucha gente, pero lo que no temían asegura es el grado del violencia que detectaron después.